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Economía

La banca modera el ritmo de venta de oficinas tras ingresar 3.800 millones en tres años

Los bancos españoles siguen intentando deshacerse de su cartera de activos inmobiliarios. Aún mantienen locales por valor de 20.944 millones

oficina bancaria
Una mujer pasa una oficina bancaria de BBVA en Madrid.

La banca vuelve a vivir momentos de relativa calma después de unos años en los que las operaciones de concentración fueron la tónica dominante. Hoy, más preocupado por fortalecer su cuenta de resultados después de seis años con los tipos de interés en el 0% y en el corto plazo, en negativo, el sector se ha dado un periodo de tregua. Seguramente, porque al haber un menor número de marcas en el mercado las posibilidades de nuevas operaciones de fusión se han reducido mucho.

Tras un largo periodo de concentración del sector, que se ha prolongado durante los últimos diez años y que ha reducido el número de entidades financieras cotizadas a media docena y el total, a una docena escasa, la banca sigue tratando de deshacerse de los activos inmobiliarios que aún posee y que tenían un valor reconocido a cierre del primer semestre del año en curso de 20.944 millones de euros, según consta en el Banco de España. De esa cifra, 20.723 millones de euros corresponden a los inmuebles de las entidades de depósito y el resto, a los denominados EFC.

En los últimos doce meses, los que han transcurrido entre junio de 2021 y junio de este año, las entidades financieras han vendido inmuebles que figuraban en su activo por importe de 1.600 millones de euros. Solo en la primera mitad de 2022 se han desprendido de locales por valor de 668 millones. Es un ritmo algo inferior al del año móvil precedente, cuando se vendieron 1.810 oficinas.

El valor máximo que las entidades de depósito y los establecimientos financieros de crédito tenían reconocido en sus balances se dio en el año 2019, con 24.800 millones de euros. Ni siquiera en 2010, antes de la gran crisis del sector, se alcanzó esa cifra. Desde esa fecha hasta hoy, la banca se ha desprendido de inmuebles por valor de 3.856%, un 16% del total.

De acuerdo con los datos recogidos por el Banco de España, la banca tenía también bajo el concepto “activos no corrientes en venta” un total de 6.639 millones de euros. Es la cifra más baja de los últimos años. Este epígrafe registra el valor de los inmuebles adjudicados mediante subastas o adquiridos por el impago por parte de los clientes del préstamo hipotecario que en su momento formalizaron y que, normalmente, la entidad oferta por un precio inferior al de mercado para deshacerse de él en el menor plazo de tiempo posible, con el fin no tener que realizar provisiones.

Los daños de la pandemia

Los tres últimos años no han sido buenos para realizar operaciones de compraventa de inmuebles, con la excepción de las viviendas. La irrupción de la pandemia en el primer trimestre de 2020 paralizó por completo la economía y ni siquiera el sector inmobiliario pudo escapar de esa tendencia. Ahora, se ha reanimado algo el mercado de locales comerciales, pero aún son muchas las oficinas bancarias que permanecen cerradas a la espera de un comprador. El problema, dicen los expertos inmobiliarios, es que se trata de locales generalmente grandes, que son adecuados para un determinado tipo de comercios, pero que, en muchos casos, exceden en superficie lo que buscan la mayoría de los establecimientos.

En los tres últimos ejercicios, el número de oficinas bancarias en España ha pasado de 24.000 a 18.556, según los últimos datos ofrecidos por las entidades. Solo en los últimos doce mes se ha reducido en 3.150, a razón de nueve oficinas por día.

Solo la fusión que en 2021 culminaron Caixabank y Bankia, las dos mayores cajas de ahorros en su momento de España, acabó con el cierre de 1.500 oficinas. Nada que ver con la fusión, en 2017, de Bankia con BMN, que se saldó con el cierre de apenas 99 sucursales. La fusión entre Unicaja y Liberbank, también en 2021, echó el cierre a 271 oficinas, y la compra de Banco Popular por Santander se saldó con el cierre de más de 1.000 oficinas por solapamiento, de las que el 75% correspondieron al Banco Popular. Hoy, cinco años después de la operación aún pueden verse en el centro de Madrid oficinas del Popular con el cartel de “se vende”.

Sin ir más lejos, un conocido portal inmobiliario de internet tenía el viernes pasado entre su ofertas 35 oficinas bancarias en Madrid, a precios que iban desde los 592 euros por metro cuadrado en el barrio de Simancas, en Madrid, hasta los 5.849 euros para una oficina de 317 metros cuadrados, situada en el popular barrio de Cuatro Caminos. En la zona de Gaztambide, se ofrecía una antigua oficina bancaria de 45 metros cuadrados a 3.313 euros/m2, por un total de 150.000 euros.

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