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Economía

Telefónica Tech pierde al jefe de operaciones de ciberseguridad

Alejandro Ramos apuesta por otro proyecto profesional, ligado también al sector de la ciberseguridad

Alejandro Ramos
Alejandro Ramos.

Alejandro Ramos, director de operaciones de ciberseguridad en Telefónica Tech, ha decidido abandonar el operador tras haber recibido una propuesta profesional "irrechazable", tal y como aseguran fuentes de total solvencia a Vozpópuli.

Ramos aterrizó en Telefónica hace ahora unos siete años, en 2016, y ha estado al frente de las operaciones de ciberseguridad de Telefónica Tech desde 2019. El equipo de operaciones de Telefónica Tech está compuesto por 2.500 profesionales, de los cuales más de 1500 son de operaciones de ciberseguridad.

El cometido del equipo de operaciones de ciberseguridad es ofrecer soporte a los clientes públicos y privados para proteger sus infraestructuras y servicios digitales, para lo cual cuenta con servicios para la identificación de amenazas, protección de amenazas, detección de las mismas y respuesta ante incidentes.

21 años en el sector de la ciberseguridad

Alejandro Ramos inició su trayectoria profesional en SIA International en 2003. Allí ocupó el cargo de responsable del equipo de hacking ético, para posteriormente en 2011 entrar a formar parte de ING España y Portugal como director de seguridad.

Ya en 2016 se incorpora a Telefónica como CISO. Después de varios puestos de responsabilidad, en 2019 asumió el puesto de director de operaciones de ciberseguridad en Telefónica Tech. Desde 2009 ha compaginado, además, sus funciones profesionales con la docencia, siendo profesor del máster de Seguridad de la Universidad Europea de Madrid. Ramos mantiene una excelente relación personal con Chema Alonso, Chief Digital Officer de Telefónica.

En 2017 formó parte de la lista de los 100 CISO más influyentes del mundo (F5 Networks). El único representante español de la lista, en la que compartió ranking con 31 directores de seguridad europeos.

Ramos fue detenido por la Guardia Civil y condenado hace casi 30 años -era un adolescente- por hackear, junto a un grupo de jóvenes interesados en la seguridad informática, los sistemas de varias universidades del mundo.

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