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Economía

La doble velocidad de Madrid: hoteles vacíos en la ciudad, pero completos en la sierra

La Morcuera, Las Presillas y El Purgatorio: clásicos de la Sierra de Madrid

Los hoteles de Madrid avanzan a una doble velocidad. Mientras la ocupación media de los alojamientos en el centro de la ciudad no llega al 22% y la facturación se ha desplomado un 65%, en las villas de la Comunidad de Madrid y la Sierra Norte los hoteles cuelgan el cartel de completo. 

En concreto, desde la Consejería de Cultura y Turismo de la Comunidad detallan a Vozpópuli que los alojamientos rurales cuentan con una ocupación media de entre el 95% y el 100% hasta septiembre, y mantienen esos mismos niveles durante los fines de semana restantes hasta finales de año. 

En cuanto a los precios medios por pernoctación, oscilan entre los 25 y los 35 euros, según datos de la Asociación de Turismo de la Sierra de Madrid (Atusima). 

Rocío San Miguel, propietaria de una casa rural en El Vellón explica cómo han aumentado las reservas desde junio: "Tenemos todos los fines de semana prácticamente reservados hasta diciembre, y en agosto y septiembre ya no tenemos habitaciones libres. Nos llama gente de toda la Comunidad y otras partes de España".  

Del mismo modo, la propietaria de un hotel en el mismo municipio constata a este medio que su establecimiento cuenta con reservas "durante todo el verano". "La sierra se ha convertido en un lugar de moda esta temporada para los madrileños", añade. 

Más negocio

El resto de comercios de la zona también se benefician del aumento de viajeros. Es el caso de Javier Aguirre, dueño de una carnicería en Rascafría, que ha visto crecer su negocio este verano con el auge del turismo de proximidad.

"Los fines de semana no paramos, muchos de los visitantes que vienen el fin de semana se acercan a comprar en busca de productos locales. Es gente que está de paso, le ha gustado la gastronomía y se lleva carne de la Sierra de Guadarrama a casa", comenta.

En el incremento del negocio coincide también Diego Martín, de una compañía cultural. "Los proyectos quedaron parados y ahora hemos ampliado la plantilla en tres personas más, retomando proyectos que habían quedado paralizados". 

Martín reconoce que la mayor parte de los grupos son madrileños que se mueven y se han animado a conocer la región. "Gracias a ello hemos salvado la temporada hasta octubre si todo va bien", sentencia. 

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