Quantcast

Empresas

El portazo de Carmena al nuevo Bernabéu entierra el acuerdo de 160 M. entre el Real Madrid y Abu Dhabi

A Florentino Pérez se le complica el acuerdo con Abu Dhabi para el patrocinio del nuevo estadio

La postura del Ayuntamiento de Madrid respecto al proyecto de remodelación del estadio Santiago Bernabéu propuesto por el Real Madrid hace prácticamente imposible su ejecución pero, lo que es más grave para el club, complica mucho el acuerdo al que llegó en su día con Abu Dhabi para que el emirato se encargara de poner nombre al nuevo reciento deportivo a cambio de una suculenta cantidad de dinero, en el entorno de los 160 millones de euros. Los sucesivos problemas surgidos en torno al proyecto han provocado una profunda decepción en los responsables del brazo financiero del emirato que, a día de hoy, no tienen esperanza alguna de que el acuerdo pueda ser llevado a buen término.

El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, pergeñó un acuerdo con Abu Dhabi poco después del verano de 2014. En virtud del mismo, el emirato sería el encargado de rebautizar el nuevo Bernabéu, un contrato de patrocinio que supondría un importante ingreso financiero para el club. Se barajaron varias posibilidades para el nuevo nombre, que iban desde el propio Abu Dhabi hasta incluso el de Cepsa, la petrolera española controlada por el emirato, pasando por IPIC, la empresa energética propiedad también de la familia real del territorio situado en Oriente Medio.

Para entonces, la remodelación del Santiago Bernabéu ya atravesaba por dificultades. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) había decretado la suspensión cautelar del proyecto en virtud de la denuncia presentada contra el proyecto por la ONG Ecologistas en Acción. La demanda tenía conexión con el expediente abierto por la Comisión Europea al considerar que el convenio entre el Ayuntamiento de Madrid y el Real Madrid para la permuta de terrenos que permitía la remodelación podía constituir un caso de ayudas públicas ilegales.

De ahí que el TSJM decidiera la paralización del proyecto hasta que Bruselas no se pronunciara al respecto. Para entonces, Florentino Pérez tenía prácticamente ultimado un acuerdo de patrocinio con la aerolínea Emirates para que pusiera nombre al estadio. La decisión de los jueces no sólo chafó el anuncio que pensaba hacer Pérez a bombo y platillo sino que también frustró la firma del acuerdo.

Otro palo judicial

Con Abu Dhabi sí logró firmar un pacto, bajo la premisa de que el proyecto saldría adelante. Pérez convenció a los responsables del emirato de que los problemas judiciales terminarían por resolverse más temprano que tarde. De hecho, las previsiones del club pasaban por que este mismo verano se iniciaran ya las obras para que el estadio ampliara su edificabilidad e incluyera un hotel y un centro comercial, además de un espectacular techo retráctil.

Sin embargo, en febrero llegó un nuevo mazazo judicial. Y de nuevo, de parte del TSJM. El tribunal declaró nula la modificación urbanísticas que posibilitaba la reforma del recinto deportivo al considerar que no contribuía al bien común sino al particular del Real Madrid. De esta forma, el TSJM sentenciaba sobre un proceso iniciado por antiguos propietarios de los terrenos adyacentes al estadio y que el Ayuntamiento terminó de expropiar a mediados de la década de los 80.

La decisión de los tribunales comenzó a impacientar al entorno de Abu Dhabi, que veía cómo las promesas de Florentino Pérez se iban diluyendo con el transcurrir de los meses y los acontecimientos. El club trató de tranquilizar a los inversores al plantearlas la posibilidad de negociar una solución con el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid. Pero a las pocas semanas, las elecciones autonómicas y municipales dejaban como resultado un cambio en el bastón de mando del Consistorio de la capital que, a la postre, resultaría contrario a los intereses de Pérez.

No a la cesión de suelo público

Hasta el momento, el equipo de la nueva alcaldesa, Manuela Carmena, no se había pronunciado sobre este proyecto. Sin embargo, este miércoles el concejal de Desarrollo Urbano Sostenible de Madrid, José Manuel Calvo, del partido 'Ahora Madrid' de Manuela Carmena, enterró definiticamente el proyecto de reforma del estado Santiago Bernabéu. Calvo condenó cualquier posibilidad de sacar adelante el proyecto al afirmar que sólo aceptará uno que sea “compatible con el interés público y que no incluya alteraciones o cesiones del suelo público y que se atenga a las instalaciones que ahora ocupa el club de fútbol”. Esto echa por tierra los planes de Florentino, que pretendía añadir al estadio una nueva fachada de uso comercial y hotelero junto al paseo de la Castellana, ocupando espacio de la vía pública. 

El concejal de Carmena ha querido puntualizar, en cualquier caso, que el club puede continuar con sus planes de cerrar el estadio con un techo y que “estudiará las propuestas de modernización del estadio siempre y cuando cumplan esas condiciones". Calvo, que reveló que se han producido reuniones con el presidente madridista en los últimos tiempos, también señaló que el Real Madrid aún no ha planteado un proyecto alternativo al Ayuntamiento tras la anulación por parte de la justicia del plan urbanístico anterior. 

De esta forma, sólo cabe iniciar el proyecto prácticamente desde cero, con la particularidad de que la paciencia de Abu Dhabi está a punto de llegar a su límite. En las actuales circunstancias, el actual acuerdo pende de un hilo y todo apunta a que se termine por romper.

Las promesas incumplidas

Cuando Florentino Pérez asumió la presidencia del Real Madrid en su segunda etapa, aseguró a sus allegados que lograría tres cosas: remodelar el Bernabéu para convertirlo en el mejor estadio, ganar la Décima y ver a Zidane entrenando al Real Madrid. Conquistada la Copa de Europa en Lisboa y con Zizou a punto de sentarse en el banquillo blanco, lo que no podrá cumplir Pérez es su promesa de remodelar el Santiago Bernabéu como tenía previsto. El nuevo Santiago Bernabéu era la joya de Florentino, la gran obra que el empresario del ladrillo pretendía legar al madridismo como culminación de su etapa galáctica al mando del club.  

"Tendremos el mejor estadio del siglo XXI. Las obras comenzarán el día después de las elecciones si gano. La cubierta estará terminada en 2008”, advirtió durante la campaña de 2004. Resultó reelegido con un incontestable respaldo del 90% de votos, pero abandonó la presidencia en 2006. Tres años más tarde, en 2009, regresó, siendo reelegido en 2013. Y en todas las etapas de su mandato, la remodelación del Santiago Bernabéu era una prioridad para el dirigente de ACS. Estratégica y económicamente vital, porque el propósito era convertir al estadio en una fuente de ingresos para alimentar Real Madrid galáctico que ha disparado el gasto de la plantilla durante los últimos años.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.