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Economía

Economía cree que el PIB caerá 5 décimas en el primer trimestre, 3 en el segundo, 0 en el tercero y que crezca en el cuarto

Montoro junto a la consejera de Hacienda de Galicia, Elena Muñoz.

El Gobierno baraja en sus previsiones internas que la economía se desplomará un 0,5 en el primer trimestre de 2013; cederá otro 0,3 por ciento entre abril y junio; remontará hasta el 0 por ciento en el tercer cuarto; y brindará guarismos positivos en los tres meses finales del año. 

El departamento de Economía que dirige Luis de Guindos tiene clara la hoja de ruta, basada en una reducción muy gradual de las cifras negativas para acabar el año creciendo.

Aunque en su momento se tildó de optimista, el controvertido cuadro macro anunciado en los Presupuestos de 2013, que contempla una caída de actividad de sólo el 0,5 por ciento, podría estar más cerca de lo que parece, según las previsiones gubernamentales.

Contra las predicciones internacionales 

Bajo estas premisas, este ejercicio registrará por tanto una contracción del Producto Interior Bruto muy inferior al 1,5 previsto para 2012 y bastante por debajo de las estimaciones de la mayoría de organismos internacionales y casas de análisis. Por ejemplo, el FMI augura a España una mengua del 1,3 por ciento del PIB en 2013.

El Ejecutivo se muestra extremadamente cauto y de ningún modo quiere oír hablar de brotes verdes. Saben que el retorno a la normalidad y la ansiada creación de empleo se vislumbran aún lejanas. “Para que se generen puestos de trabajo el PIB debe sumar algo más que unas pocas décimas”, subrayan.

Indicios de recuperación

Sin embargo, se atisba un horizonte de mejora. En Moncloa argumentan que los mercados han descartado la ruptura del euro y se agarran a que algunas entidades de inversión como Morgan Stanley o Barclays ya han mejorado sustancialmente su opinión sobre el Reino de España.

“Antes la duda era si sobreviviría o no el euro, ahora el interrogante está en si la recuperación se situará a finales de 2013 o durante 2014. El cambio es de dimensiones copernicanas. Hemos abandonado la catástrofe y los mercados no se preocupan tanto por el tira y afloja de Bruselas. Comprenden que allí los ritmos son más lentos”, comenta una fuente del entorno económico del PP.  

“Sólo hay que observar el comportamiento de las bolsas. Éstas descuentan un periodo de estabilización y habitualmente son más fiables que los analistas identificando el cambio de ciclo económico”, destacan fuentes cercanas a Economía.

Y basta con que la confianza se recupere y la prima de riesgo disminuya para cambiar de arriba abajo todas las perspectivas. Por cada 100 puntos de alivio en el diferencial de financiación con Alemania, el PIB se eleva en medio punto, aseguró el propio Luis de Guindos.

La vuelta de los inversores

Aunque con altibajos, el Gabinete de Rajoy espera que este año la prima de riesgo pierda altura conforme se comprueba que el déficit público estructural se reduce; que la reforma financiera avanza; y que los desequilibrios con el exterior se corrigen impulsados por las ganancias en competitividad.    

En un marco de mayor estabilidad financiera, España presenta ya precios atractivos para muchos activos y sólo hace falta que los inversores recobren la fe en el euro. “Una vez se restablezca cierto flujo de capital foráneo, ése es el punto en que se puede propiciar el giro inesperado, sobre todo ahora que ha quedado claro que a la propia Alemania le interesa que España sea percibida como solvente”, explican fuentes gubernamentales.

Desaceleración en el paro

Pese a la destrucción de 800.000 puestos de trabajo durante 2012, para el Ejecutivo también ha quedado atrás el peor momento del mercado laboral.

Durante el segundo semestre, se ha moderado la expulsión de trabajadores en el sector privado. Ahora los despidos son consecuencia del ajuste presupuestario en el sector público, que marchaba con retraso, sostienen fuentes del Ministerio de Empleo.

Además, el Gabinete de Rajoy apuesta porque el impacto contractivo de los recortes no será tan fuerte en el 2013 y que durante este ejercicio se empezarán a notar los efectos de las reformas, algo que ya puede verificarse con las cifras de exportaciones o de coste laborales. Señalan que este año se impondrá a la banca nacionalizada que aumente el crédito para las pequeñas y medianas empresas que fomenten el empleo.

Discrepancias con las tesis gubernamentales    

Sin embargo, el grueso de los expertos mantiene que el PIB no evolucionará tan bien como defiende el Gobierno español. Por un lado, recuerdan que el proceso de desendeudamiento progresa muy lentamente; que mercados como el de la vivienda aún han de ajustar más sus precios; y que algunos sectores como el financiero todavía tienen que reestructurar plantillas.

Por otro lado, los indicadores de inversión o demanda interna continúan en territorios negativos y no hacen presagiar un repunte con la fuerza suficiente como para provocar un despegue en 2013.

“La situación ha de empeorar para que mejore y golpear antes a Francia, lo que obligaría a Berlín a aceptar una mayor integración fiscal y bancaria”, vaticina un analista de una entidad suiza.

De modo que, pese a la opinión del Ejecutivo, una mayoría de gurús más bien apunta al 2014 como fecha de inicio para la salida de la crisis en España. 

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