Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia tuvieron una fuerte discusión por culpa de la infanta Cristina

Después de conocer que Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia podrían estar atravesando una crisis de pareja, ya que no se les ve juntos desde hace meses, ahora se ha sabido que hace unas semanas, el todavía marido de la infanta Cristina y la administrativa (nada de abogada como le catalogan algunos) tuvieron una fuerte discusión que podría haber hecho mella en la pareja.

Esta discusión podría ser el motivo por el que se ha visto a la novia de Urdangarin, pasar unos días de vacaciones en Alicante con familiares y otros acompañantes y sin rastro de su novio.

Además, fuentes cercanas a la pareja desvelaron que "hay un claro distanciamiento" entre Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia, según publicó 'Semana'. Aunque aún no se atreven a hablar de ruptura, lo cierto es que no se les ve juntos desde hace tres meses. La última vez fue el pasado mes de abril, en Semana Santa, cuando fueron vistos en Palma de Mallorca.

Ainhoa Armentia tuvo una fuerte discusión con Iñaki Urdangarin por culpa de la infanta Cristina

La discusión entre Ainhoa Armentia e Iñaki Urdangarin se produjo por las discrepancias que generó la fiesta de graduación de Irene Urdangarin, que se celebró en Ginebra (Suiza) el pasado 16 de junio, un acto privado de la familia del rey Felipe VI que supuso el reencuentro entre Iñaki Urdangarin y el rey Juan Carlos tras cinco años sin verse, desde que fue condenado por el caso Nóos.

Durante la fiesta de graduación, en la que no estuvo Ainhoa, la infanta Cristina no se separó se su ex suegra, Claire Liebaert, madre de Iñaki Urdangarin. Las dos siempre mantuvieron muy buena relación. Incluso se llegó a comentar que cuando salieron a la luz las fotos de Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia, caminando de la mano por la playa de Bidart, que destaparon la supuesta infidelidad, Claire llamó a su hijo para regañarle y a la infanta Cristina le trasladó todo su cariño, posicionándose de su lado.

El hecho de que a día de hoy, sigan manteniendo tan buena relación y complicidad entre la infanta Cristina y su ex suegra, no habría sentado nada bien a la novia de Iñaki Urdangarin, según publica 'Elnacional.cat'.

A ello hay que sumarle que este reencuentro en Suiza, también iba a servir para ultimar los detalles del divorcio de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina. Incluso se comentó que podrían firmar el divorcio en una notaría de Ginebra, ya que ambos esperaron a que su hija Irene cumpliera 18 años para no tener que ir a un juzgado. Sin embargo, esto no ocurrió y el que no hayan firmado aún el divorcio habría provocado un mayor enfado aún en Ainhoa Armentia y la consiguiente discusión con su novio Iñaki Urdangarin.

Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia marcan distancias por el acuerdo de divorcio

A estas dos situaciones, que no le hacen ninguna gracia a Ainhoa Armentia, que reclama que se le de su sitio; hay que sumarle la 'estrategia' que estaría siguiendo Iñaki Urdangarin de cara al proceso de divorcio ya que todavía está en plena negociación con la infanta Cristina y aún no lo han firmado.

El hecho de que hayan pasado parte de las vacaciones separados y no se les vea juntos desde hace tres meses, podría deberse a que Iñaki Urdangarin "quiere conseguir un buen acuerdo de divorcio y piense que es mejor no cabrear a la otra parte exponiéndose innecesariamente con ella en público y por eso hayan decidido hacer cada uno su vida hasta que se solucione todo", según señalaron las fuentes cercanas a la pareja a 'Semana'.

La prudencia y el mantener un perfil bajo, para no provocar el enfado de la infanta Cristina, podrían ser el motivo de este distanciamiento y de por qué no se está dejando ver con Ainhoa tan juntos y acaramelados como antes.

Según se ha publicado, Iñaki Urdangarin habría exigido una elevada cantidad de dinero y varias condiciones económicas, entre ellas se habla de dos millones de euros y un sueldo vitalicio de 25.000 euros mensuales, además de pedir que se le mantenga su seguridad privada, sus escoltas, que suponen al Estado un coste de casi 8.000 euros al mes, hasta que cumpla la condena por el caso Nóos en 2024.