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"No sabía a quién poner porque sospechaba de la mitad del equipo"

Cuenca y Barral, jugadores del Granada, bromean con un maletín lleno de dinero falso.

"Yo he llegado a plantearme una alineación antes de un partido decisivo para mantenernos en Primera. No sabía a quién poner porque sospechaba de la mitad del equipo". Al otro lado del teléfono responde un entrenador con experiencia en Primera y Segunda. El partido del que habla finalizó en empate, resultado que le valía para salvarse. Pero en el gol del equipo rival hubo varios errores sospechosos en cadena y aquello pudo costarle el descenso. Es uno de los cientos de ejemplos anónimos que esconden con recelo los vestuarios del fútbol español. Otros salieron a la luz: las ligas perdidas por el Real Madrid en Tenerife (10 millones de pesetas a cada jugador chicharrero), aquel penalti parado por el Valencia en Riazor (5 kilos por cabeza), el gol de Tamudo en el Camp Nou (20 millones de pesetas)...

"El dinero siempre es bienvenido por los jugadores porque no todos cobran como Cristiano Ronaldo o Messi", apunta. En España, el último Convenio Colectivo del fútbol profesional, validado por el acuerdo de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), ha situado el salario mínimo para los jugadores de Primera en 155.000 euros anuales, lo que dividido en 14 pagas supone un ingreso mensual de 11.071 euros. Una cantidad muy por encima de los ingresos medios de cualquier español.

En 2014 la AFE propuso regularizar las primas a terceros proponiendo que se declarasen y se tributara por ellas

Las primas en el fútbol español son delito. Lo son por incluso por ganar, por más que en 2007 un joven Lionel Messi advirtiese antes de un partido entre el Mallorca y el Real Madrid, que veía bien incentivar económicamente al Mallorca para que le quitara la Liga a los blancos. "Han salido muchas cosas respecto a ese comentario, pero a mí me preguntaron si lo veía bien. Si por mí fuera, yo primaría. Que esté bien o mal o que se pueda hacer o no, es otra cosa, pero a mí me preguntaron y yo sigo manteniendo lo mismo,", insistió Messi años después.

Lo cierto es que Messi no es el único que veía bien incentivar a un equipo por ganar. El presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles, Luis Rubiales, propuso regularizar estos incentivos en mayo de 2014. Proponía la regularización de incentivos por ganar un partido, nunca por dejarse perder. Explicando que el premio no tenía por qué venir de un tercer club, sino de “un socio adinerado, un restaurante, un empresario, un accionista...”. Primas que, sostenía, “están permitidas porque no pone en ningún sitio que eso sea ilegal”. Apuntaba Rubiales que esos incentivos no podían ser considerado ilegales porque la AFE proponía que se tributase por ellos: “Que se haga con total transparencia, si sale el Madrid y dice, primamos con X dinero a quien sea, a otro club, pues que eso se declare y se tribute. Que si los jugadores cobran y tienen que pagar una tasa impositiva del 56% o de lo que sea que se tribute, nosotros solo pedimos eso”.

Según el Código Penal, “el empleado de una sociedad que reciba o solicite un beneficio para favorecer a otro” será castigado con pena de prisión de seis meses a cuatro años, inhabilitación y multa. También "será castigado quien prometa u ofrezca a empleados de una sociedad un beneficio no justificado para que le favorezca indebidamente frente a otros". Y se especifica que el artículo es aplicable a directivos y deportistas que tengan conductas cuya finalidad es “alterar de manera deliberada” el resultado de un encuentro de “especial relevancia”. Pero lo cierto es que no hay precedentes de aplicación. Sin embargo, el presidente de la Liga de Fútbol Profesional, Javier Tebas, insistió en la irregularidad judicial de las primas.

Según el artículo 82, sobre los “incentivos extradeportivos”, la “promesa o entrega de cantidades en efectivo... como estímulo para lograr un resultado positivo... se sancionarán con suspensión de uno a seis meses a las personas que hubieren sido responsables” y multa de 3.005 euros. Algo que la propia LFP ha solicitado modificar en el reglamento de la Federación Española de Fútbol al considerar que esas sanciones son muy reducidas. Existe además una resolución del TAS, Tribunal de Arbitraje Deportivo, que sanciona las primas a terceros por ganar. Se produjo en 2014 y fue una sanción de un año sin jugar al Eskisehirspor Külübu de Turquía, que recibió una prima por ganar. La normativa había entrado en vigor en abril de 2007, pero el equipo turco recurrió ante al TAS, que sentenció que "las primas a terceros por ganar son también una práctica de corrupción porque benefician a los clubes con más recursos económicos".

"Los amaños en el fútbol llevan existiendo desde siempre. El que diga lo contrario, miente". Las palabras de Adrián Colunga, por entonces jugador del Getafe, retratan una realidad que ha llevado a la Liga a intensificar el rastreo de esas prácticas en los últimos años, encontrando indicios de ingresos sospechosos en cuentas del Zaragoza (tras un partido contra el Levante). Otros partidos sospechosos que han sido investigados fueron un Racing-Hércules, un Málaga-Elche o los últimos de Osasuna en 2013 ante Betis y Valladolid. Y eso solo en los últimos años. Cuando no se investigaba...

"Los amaños en el fútbol llevan existiendo desde siempre. El que diga lo contrario, miente", afirmó en su día Adrián Colunga

El próximo sábado todos los ojos estarán puestos en el Granada, un club del que se ha hablado y escrito mucho en los finales de Liga. El 30 de junio de 2009 el Granada estaba condenado a la desaparición. Con una deuda estimada de 12 millones de euros, una junta gestora compuesta por empresarios granadinos trataba de salvar al equipo de la ciudad negociando con tres grupos inversores. El club se vendía por 1,5 millones de euros, pero el comprador debía asumir su deuda. Gino Pozzo llegaó de Barcelona para depositar el dinero en la cuenta y asumir el control del Granada. Horas más tarde se hacía cargo del club un buen amigo de Gino, Quique Pina. Un personaje con muchas aristas y muy conocido en el fútbol español. Ex futbolista, intermediario y actual presidente del Granada, Pina conoció a la familia Pozzo, propietaria del Udinese, a finales de los 90. Pina llegó a jugar en Segunda en el Mérida a las órdenes del mítico delantero del Real Madrid, Juanito. Se retiró castigado por las lesiones y comenzó a trabajar como representante e intermediario tomando parte en sonados traspasos como los de Turu Flores, Iván Helguera, Vieri o Riquelme.

Sin embargo, su gran éxito fue fundar, con 30 años, el Ciudad de Murcia. Corría el año 99 y el equipo saltó en cinco años desde la Territorial Preferente a Segunda División, momento en que vendió la plaza por 20 millones de euros a un empresario que lideró el frustrado Granada 74. En 2009 le reclamaron los Pozzo, familia que desembarcó en el fútbol italiano a través de Udine en el año 1986 para armar un imperio futbolístico que hoy les permite dirigir los destinos de Udinese, Granada y el Watford inglés. Con Pina el equipo emprendió otra escalada de ascensos hasta llegar a Primera. De hecho, hay un dato llamativo en su currículum: ningún equipo de Pina ha bajado nunca, todos han subido siempre. Comenzó el trasvase de jugadores entre el Udinese y el Granada, hasta 42 en una u otra dirección, y el dinero fluyó con una facilidad que levantó sospechas. Hoy la Justicia investiga a la familia Pozzo por el movimiento de 12 millones de euros ocultos a las Haciendas española e italiana en derechos de imagen de futbolistas, fichajes y contratos de diversos jugadores. Los cargos son presunto fraude fiscal, falsedad documental y apropiación indebida.

En los últimos años se han investigado amaños en en un Zaragoza-Levante, Racing-Hércules, Málaga-Elche y los dos últimos partidos de Osasuna en 2013 ante Betis y Valladolid

El Granada, que ante el Barcelona no se juega nada, ha logrado la permanencia después de ganar con insospechada facilidad a todo un finalista de Europa League y Copa: el Sevilla de Unai Emery. El técnico alineó un once edulcorado reservando a sus mejores jugadores y dando la oportunidad a jóvenes de la cantera, por lo que encajó un sonrojante 1-4 en el Pizjuán. Una goleada que el presidente del Rayo, Raúl Martín Presa, calificó como "un resultado anormal". Jornadas antes había conseguido una agónica victoria ante Las Palmas por 3-2, después de remontar el 0-2 del que dispuso el equipo canario gracias a un doblete de Jonathan Viera en los 13 primeros minutos de partido. Y hace una temporada, la salida de Abel Resino del banquillo obró una milagrosa resurrección del equipo a manos de José Ramón Sandoval. El Granada enlazó algo que no había logrado en toda la temporada, tres victorias consecutivas (Getafe (1-2), Córdoba (2-0) y un estrambótico 0-3 en San Sebastián ante la Real Sociedad) más un meritorio empate ante el Atlético del Cholo.

Preguntado hace unos días Luis Enrique por las primas a terceros, el asturiano respondió con esa ironía arisca que suele mostrar: "Soy un poco 'yupi', que vive en un mundo de fantasía. Ni he visto maletines ni espero ver". Maletines o no, algo debió pasar en el vestuario del Rayo en Anoeta el pasado domingo cuando uno de los pesos pesados del equipo vallecano se encaró con un compañero y le echó en cara su falta de intensidad tras caer por 2-1. No fue el único reproche. Uno de los jugadores que el entrenador que abre este artículo no se atrevió a alinear, estaba en el vestuario de Anoeta. Caprichos del fútbol...

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