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Cataluña

La Cámara de Barcelona retuerce los datos para avalar las tesis separatistas

Joan Canadell, presidente de la Cámara de Barcelona

"No hay evidencia de un impacto significativo del clima político generado en Cataluña entre 2012 y 2017 sobre la inversión extranjera". Esta es una de las principales conclusiones de este controvertido estudio, done se eliminan las compras directas de empresas para el cálculo. Durante la presentación del mismo Canadell aseguró que Cataluña "resiste los envites del Estado".

"Desmentir con datos la campaña del miedo". Bajo esta premisa se propuso Joan Canadell, presidente de la Cámara de Barcelona, trabajar en la institución. Un mes después de asumir el cargo, el prestigioso servicio de estudios de esta institución muestra ya informes basados en retorcidos datos para avalar las tesis independentistas.

"El clima político en Cataluña no ha tenido impacto sobre los activos productivos y el empleo vinculados con la inversión extranjera", ha afirmado el último informe presentado por la Cámara de Comercio de Barcelona sobre la inversión directa extranjera. Aquí reside la diferencia con los datos reales. En 2017, la caída fue del 40% respecto al año anterior, en pleno apogeo separatista. Las inversiones procedentes de países de la OCDE se hundieron un 45% en ese período.

Para los autores de este informe y el propio Canadell nada ha cambiado en los últimos 15 años. "Es muy estable", se refirió en una rueda de prensa para explicar el impacto del 'procés' separatista en la inversión directa extranjera. 

"Esta falta de impacto pone de manifiesto, en primer lugar, la notable fortaleza y resiliencia del tejido empresarial catalán", prosigue el estudio, que rebaja la "escasa probabilidad asignada por los inversores a un escenario de inseguridad jurídica y perjuicio económico a medio y largo plazo", pese a las persistentes alertas y alarmas de empresas, fondos de inversión e instituciones. 

La Cámara obvia la compra de empresas

Pero el informe solo tiene en cuenta inversión productiva, aquella que genera empleo y valor añadido. No tiene en cuenta la compra de empresas por parte de una extranjera al tratarse únicamente de un "apunte contable". Una controvertida visión de la economía.

La Cámara de Comercio afirma que tan solo "se puede especular sobre las inversiones que se podrían haber materializado y que no lo han hecho debido al clima político". En cambio, ha considerado más útil "preguntarse sobre los proyectos de inversión que se podrían materializar si Cataluña contara con un marco institucional más favorable y dispusiera de competencias y recursos para implementar políticas públicas mejor ajustadas a los intereses específicos del tejido productivo catalán".

Atendiendo únicamente a estos datos, según los cálculos de la Cámara de Barcelona, Cataluña concentra el 22,5% de la capacidad productiva asociada con la inversión extranjera en 2017, mientras que en Madrid es del 17,1%, por debajo de su peso en el PIB estatal. "Si tenemos en cuenta el 'efecto sede', el peso en la inversión extranjera de Madrid aumenta hasta el 68,1% de y el de Cataluña baja hasta el 13%". En el informe, dado a conocer este miércoles, la Cámara de Barcelona concluye que "el procés no ha tenido ningún impacto en la inversión extranjera de Cataluña", pese a los cálculos del Ministerio de Industria.

Madrid, la "fuerza centrípeta" que distorsiona la economía

El estudio trata de eliminar el llamado "efecto sede", ya que Madrid actuaría como una "fuerza centrípeta" sobre el resto de Comunidades Autónomas, incrementando así su peso en las inversiones. Para los autores del informe, se trata de una "distorsión" que beneficia a la capital en detrimento de Cataluña. Al utilizar únicamente los datos de inversión productiva se "permite neutralizar el efecto sede, que contamina los datos de inversión bruta con periodicidad trimestral o anual".

Con esta premisa solo suma aquellas inversiones que refuercen capital humano, tecnológico y organizativo de Cataluña. Según apunta el estudio, "Cataluña no cuenta con un entramado de poder político y empresarial tan concentrado como en Madrid", señala el informe.

La capital actúa con "fuerza centrípeta" sobre el resto de comunidades autónomas. A diferencia, Cataluña "tiene una estructura productiva más diversificada, altamente competitiva y abierta al exterior, con el potencial para actuar como vector de atracción logístico, industrial y tecnológico entre Europa, África y Asia, mediante su posición privilegiada en el Mediterráneo", señala el estudio. Para desarrollar todo el potencial, la Cámara de Barcelona exige un amplio consenso a empresas, instituciones y ciudadanía con horizonte 2030.

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