Por qué comer carne roja: de sus beneficios como fuente de proteína a su aporte de hierro

La carne roja cuenta con una gran variedad que incluye desde la ternera al cerdo, el buey o el pato. Toda la carne es roja cuando está cruda. Este grupo de alimentos incluye alimentos que se consumen a diario en millones de hogares como el lomo de cerdo, el solomillo o las hamburguesas. La carne fue el acelerador que permitió a los primeros seres humanos desarrollar su cerebro, modificar su estructura corporal y evolucionar hasta diferenciarse del resto de los homínidos. 

Durante millones de años, ha sido un componente indispensable en la dieta humana, hasta el punto de que son muchas las investigaciones que señalan que sus nutrientes y las técnicas de procesado y cocinado que los humanos tuvieron que crear para ingerirla, nos han convertido en la especie que somos hoy en día.

Pero no sólo ha contribuido a nuestro desarrollo como especie, sino que su ingesta, dentro de una dieta equilibrada y de una alimentación saludable, ofrece importantes beneficios para la salud y aumenta la esperanza de vida. Aporta energía y fortalece la musculatura; actúa en la renovación celular, protege la función cognitiva y el sistema nervioso. En definitiva, interviene en numerosas funciones vitales para los seres humanos. Sin embargo, no todas las carnes son iguales. 

Tipos de carne

Fundamentalmente existen dos tipos: roja y blanca. La roja proviene de animales como el buey, la vaca y la ternera. Es importante tener en cuenta que no todos los cortes de carne de estos animales son considerados carne roja, algunos cortes son más magros que otros y por lo tanto tienen un contenido de grasa y colesterol bastante menor. Por ejemplo, el lomo de cerdo es un corte más magro que el tocino o la panceta de cerdo. Por otro lado, la blanca procede de los pollos, pavos y conejos. El pato y el ganso son consideradas carnes rojas, son blancas las carnes de las aves de corral.

La diferencia entre los dos tipos de carne es, además del color cuando está cruda, es que la carne blanca contiene menos hierro, aunque las proteínas que aporta tienen mayor valor biológico. También es menos dulce, pero casi no contiene grasas saturadas, lo que lo hace mucho más fácil de digerir que la carne roja. De todos modos, ambos tipos de carne tienen su lugar en una dieta equilibrada y son necesarios tener una buena salud general, siempre que se combine, como siempre se recomienda, con ejercicio físico al menos tres días a la semana.

Beneficios de la carne roja

Es importante tener en cuenta que, si bien la carne roja puede ser beneficiosa para la salud, es fundamental consumirla de forma equilibrada y seguir siempre una alimentación saludable en la que se incluyan frutas, verduras, pescado y cereales, entre otras cosas. No todas las piezas de carne roja tienen la misma grasa, ni comportan el mismo riesgo cardiovascular. Según la Organización Mundial de la Salud, la evidencia muestra los beneficios para la salud de una alimentación rica en cereales integrales, verduras, frutas, legumbres y nueces, y baja en sal, azúcares libres y grasas, particularmente grasas saturadas y grasas trans.

Además, la ingesta calórica debe estar equilibrada con el gasto calórico y se debe limitar el consumo de azúcar libre a menos del 10 por ciento de la ingesta calórica total y mantener el consumo de sal por debajo de cinco gramos diarios (equivalentes a menos de dos gramos de sodio por día) para prevenir la hipertensión y reducir el riesgo de cardiopatías y accidente cerebrovascular entre la población adulta.

Los expertos consideran que se debería consumir carne entre dos y tres veces por semana, pero hablamos de diferentes tipos de carne, como la de ternera, rica en proteínas y fósforo, dos elementos claves para el desarrollo intelectual y la formación de nuestros huesos. Es recomendable optar por cortes de la mejor calidad y combinarla con una variedad de frutas, verduras, granos enteros y legumbres para obtener una dieta nutritiva y equilibrada.

La carne roja puede ser una importante fuente de nutrientes esenciales. Consumida con moderación y como parte de una dieta equilibrada, contribuye a una alimentación saludable y proporciona interesantes beneficios para la salud. Estos son sus beneficios si se consume con moderación:

-Fuente de proteínas. “La carne roja es una excelente fuente de proteínas de alta calidad, algo fundamental para seguir una dieta equilibrada y clave en la alimentación de aquellos que practican ejercicio físico de manera habitual. Contiene todos los aminoácidos necesarios para el cuerpo humano y fundamentales para la formación de enzimas y hormonas y que juegan un papel muy importante en la construcción y mantenimiento de la masa muscular”, nos explican desde El Capricho de José Gordón.

-Aporte de hierro. Sí, es una de las mejores reservas dietéticas de hierro hemo, una forma que se absorbe fácilmente en el organismo. El hierro es esencial para la producción de hemoglobina, la molécula encargada de transportar el oxígeno a todas las células del cuerpo. El consumo adecuado de hierro procedente de la carne roja ayuda a prevenir la anemia y a mantener los niveles de energía.

-Rica en micronutrientes. Además de proteínas y hierro, la carne roja también contiene una variedad de vitaminas y minerales importantes para la salud. Entre ellas se encuentran las vitaminas del complejo B, como la B12, que es esencial para la producción de glóbulos rojos y el funcionamiento adecuado del sistema nervioso. También proporciona zinc, un mineral básico para la síntesis del ADN, el crecimiento y la reparación de tejidos.

-Protege el cerebro. Su alto contenido en vitamina B12 y hierro hace que la carne roja sea crucial para la salud del cerebro. La vitamina B12 es necesaria para la formación de mielina, una sustancia que protege las fibras nerviosas. Además, el hierro contribuye al suministro de oxígeno al cerebro y ayuda a mantener su función cognitiva y mental en óptimas condiciones.

-Satisfacción y saciedad. El consumo de carne roja aumenta la sensación de saciedad después de las comidas por lo que hace que se evite picar entre las comidas principales. Esto se debe a su contenido de proteínas y grasas saludables, los que ayuda a controlar el apetito y mantener un peso saludable.