El motivo por el que siempre te desvelas entre las 3 y las 4 de la mañana: claves para conciliar el sueño

Tener una correcta higiene del sueño es una de las claves para disfrutar de una buena calidad de vida. Sin embargo, dormir bien y del tirón no es tan fácil como parece. Según estima la Sociedad Española de Neurología (SEN), en torno al 48 por ciento de la población española adulta, y el 25 por ciento de la infantil, no tiene un sueño de calidad. Pero además, señala que al menos el 50 por ciento tiene problemas para conciliar el sueño, y un 32 por ciento se despierta con la sensación de no haber tenido un sueño reparador.

Según los expertos, dormir bien es igual de importante que tener una correcta alimentación o practicar ejercicio físico de manera habitual. Por ello, en los últimos años, son muchos los que advierten los diferentes y numerosos problemas relacionados con los trastornos del sueño.

Trastornos del sueño como el que lleva a un gran porcentaje de personas a desvelarse a mitad de la noche sin motivo aparente. Algo que aunque no lo parezca, es muy común.

Por qué te despiertas todas las noches entre las tres y las cuatro de la madrugada

¿Te despiertas habitualmente a mitad de la noche y cuando miras el reloj son siempre entre las tres y las cuatro de la mañana? ¿Has tenido entonces problemas para volver a conciliar el sueño? Si tu respuesta a estas preguntas es afirmativa, tenemos que decirte que no eres el único al que le ocurre.

Tal y como señalan los expertos, despertarse en torno a las cuatro de la madrugada es muy habitual y algo bastante preocupante para aquellos que se desvelan y no pueden volver a dormirse profundamente. Eso sí, en contra de lo que puedas creer, también tiene una buena explicación.

Según los expertos, la razón tiene que ver con los ciclos de sueño. Y es que no dormimos de la misma manera durante toda la noche. Durante las horas que pasamos durmiendo completamos varios ciclos de suelo, por norma entre dos y tres, y estos a su vez se dividen en tres fases: una fase lenta superficial, otra llamada fase lenta profunda, y una fase REM. Así, mientras las dos primeras sirven para recuperar el cansancio físico, la tercera para recobrar la parte de la memoria y la actividad intelectual.

De esta manera, mientras unos inician el segundo ciclo de sueño de manera natural tras haber terminado el primero, otros se despiertan teniendo más problemas para volver a dormirse. Y es que según aseguran, cuando termina la fase REM del primer ciclo la capacidad para despertarnos es mayor. Cada uno de los ciclos se alarga hasta aproximadamente tres horas, por lo que tras ese primer ciclo ya hemos cubierto la parte del cansancio físico inicial y puede costar conciliar el sueño.

Además, una vez despiertos, las preocupaciones, las tareas pendientes o el estrés pueden jugar en nuestra contra consiguiendo que nos desvelemos aún más. Otro de los factores que complica que nos volvamos a dormir son los nervios que entran cuando vemos pasar los minutos sin que nos hayamos vuelto a dormir.

Claves para volver a conciliar el sueño

Entre los consejos que nos pueden ayudar a conciliar el sueño tras habernos despertado en mitad de la noche, destacan:

- No mirar el reloj para no ponernos nerviosos

- No ver la tele ni coger el teléfono ni ningún otro dispositivo electrónico

- Poner en práctica técnicas de relajación y respirar profundamente

- Aunque lo recomendable es no levantarse de la cama, si es necesario, se puede dar un pequeño paseo

- Intentar hacer alguna actividad sencilla o monótona con el fin de distraer a la mente.