'Tres': el cortometrajista español más internacional y la película más insólita del año

Quedan ya pocas personas que no estén familiarizadas con el concepto "delay", esa palabra anglosajona que además de significar literalmente "demora" también se usa de manera concreta para hacer referencia al retraso que existe entre una acción y su sonido. Después de la experiencia de la pandemia y de haber usado día tras día programas como Zoom, Skype o cualquier otro sistema de videocomunicación que permitía salvar la distancia física, ya fuera en el entorno familiar o en el profesional, es imposible no reconocer ciertos conceptos en estas nuevas maneras de comunicación y, por qué no, incluso encontrar significados alegóricos en ellas.

El cineasta Juanjo Giménez, uno de los más internacionales del panorama español, galardonado en Cannes y nominado al Oscar por su cortometraje Timecode, recoge algunas de estas ideas en su nueva película, Tres, un thriller que aunque empezó como una idea un tanto "marciana", tal y como él mismo ha señalado, con el tiempo se ha vuelto demasiado cercana y familiar. Quizás ha sido esa la clave para triunfar entre la crítica que tuvo la oportunidad de verla en la pasada edición del Festival de Venecia, donde participó además de estar presente en Toronto y Sitges.

¿Qué ocurre cuando no hay sincronía entre una imagen y el sonido? Hablar sobre un problema técnico y un trastorno sensorial le ha permitido a Juanjo Giménez en Tres abordar asuntos más serios y universales como la búsqueda de la identidad, la incomunicación, la convivencia, la madurez o las segundas oportunidades. La protagonista de esta historia no tiene nombre y en su piel se mete la actriz Marta Nieto. Su trabajo como diseñadora de sonido se convierte también en refugio de una vida desordenada y al margen de su familia, su pareja y exparejas. Poco a poco, su única tierra firme empieza a tambalearse cuando su cerebro procesa los sonidos más tarde que las imágenes.

Tal y como ha señalado a Vozpópuli el director de Tres, esta película tiene "algo de thriller e incluso de comedia romántica", con un "toque fantástico y sobrenatural" fruto del "equilibrio entre varios géneros". El suspense además está muy presente y el espectador tendrá que descubrir secretos en la vida de la protagonista sobre los que el director solo arroja pistas y propone ponerse del lado de la protagonista.

El personaje de Nieto encuentra la oportunidad no solo de curarse del problema neurológico que sufre, sino también de dar un paso más y madurar. "Se ha convertido en alguien asocial, tiene problemas con sus compañeros, su familia y sus parejas. El estudio es lo último que le queda y también es el lugar que le hace replantearse todo", cuenta Giménez, quien prescinde en la cinta de nombre para la protagonista como símbolo de su "búsqueda de identidad".

El cineasta se ha encargado de tareas de postproducción de sonido de algún cortometraje y ha sentido también la obsesión por saber si todo estaba sincronizado. "La idea viene de jugar con la imagen y el sonido incluso antes que el personaje de Marta Nieto", ha señalado Giménez, quien también dedica aquí un espacio a una de la tareas más artesanales del audiovisual y que menos protagonismo tienen en el resultado final. La vida se convierte para estos orfebres del sonido en una banda sonora y por ello Tres también es un homenaje a esa labor.

Giménez, embajador del cine español

Giménez puede ser considerado un embajador silencioso del cine español, después de haber sido galardonado en Cannes con Timecode, cortometraje que más tarde compitió en los Oscar. Preguntado acerca del revulsivo necesario en la industria española, ahora que se habla de cambios en la ley del cine, el director ha destacado que se trata de un mercado "complicado" y no se aventura a dar una opinión, porque, especialmente con la presencia de las plataformas, considera que "es difícil dar recetas en este momento".

Sin embargo, sí barre para casa en el ámbito de los cortometrajes y se muestra contrario a la creación de una agencia concreta de estas producciones audiovisuales. "El concepto en sí mismo no es malo, pero desgajarlo del cine no es acertado", ha dicho este director.