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Cultura

Todd Haynes: "La gente necesita ideas muy claras y ahí muere la imaginación"

El cineasta estrena en España 'Secretos de un escándalo', un romance intrigante y provocador protagonizado por Natalie Portman y Julianne Moore

'Secretos de un escándalo', de Todd Haynes
Diamond Films

El romance entre una profesora de 34 años y un estudiante que apenas contaba con 12 años escandalizó los hogares estadounidenses a finales de los años 90. La justicia condenó a Mary Kay Letourneau, casada y con cuatro hijos, a seis meses de prisión y tres años de tratamiento psiquiátrico por abusar de su alumno, Vili Fualaau y, a pesar de ordenar un alejamiento del menor, fueron padres fruto de esas relaciones sexuales cuando ella cumplía otra pena de cárcel por haber incumplido la orden judicial. 

Aquel caso que conmocionó al país y que llegó a otras latitudes a través de varios telefilmes es la historia real en la que se inspira Todd Haynes para su nueva película, Secretos de un escándalo (May december, en su título original), que fue presentada en la pasada edición del Festival de Cannes con grandes elogios por parte de la crítica y que llega ahora a los cines españoles. 

Todd Haynes (Los Angeles, 1961), que se ha convertido en uno de los directores capaces de observar la complejidad del mundo femenino, se sumerge en esta ocasión en las cuestiones morales que surgen de la diferencia de edad entre dos enamorados para abrazar la ambigüedad y sacar al espectador de su zona de confort. La historia, inspirada en el famoso caso real entre una profesora y un alumno, bebe también de la experiencia personal de su guionista, Samy Burch, con su marido, Alex Mechanik, coautor de esta historia.

En este melodrama, Gracie Atherton-Yu (Julianne Moore) y su joven marido Joe (Charles Melton), el matrimonio que 20 años antes alborotó a todo el país, vive plácidamente en una zona residencial junto a sus hijos, que están a punto de graduarse. La actriz Elizabeth Berry (Natalie Portman) se prepara para empezar el rodaje de una película sobre su vida, así que decide acercarse a ellos para conocer en primera persona a Gracie y entender mejor sus motivaciones. Sin embargo, esta mirada ajena puede desestabilizar una familia casi idílica. 

Tal y como señaló Todd Haynes en declaraciones a Vozpópuli durante una entrevista en el Festival de San Sebastián, lo que más le atrajo de este proyecto fue la "incomodidad" que despierta en el espectador, que "puede creer haber entendido a los personajes y, sin embargo, el guion va cambiando poco a poco el placer de saber lo que uno piensa para cuestionarse sus propias opiniones". 

"La dinámica de poder entre las dos mujeres va cambiando siempre, eso es lo que le gustaba a Natalie Portman y me inspiró a mí, y me hizo pensar en otra persona, que es Julianne, porque obviamente había un papel perfecto para ella también. Mi función era intentar buscar ese lugar donde las actitudes cambiantes se pudieran hacer llegar al espectador", cuenta.

La música es muy agresiva, llega a tu cara como no debe funcionar en las películas. Es emocionante porque parece una amenaza, te hace leer los marcos de cada escena con atención Todd Haynes, cineasta

A pesar del aspecto de melodrama que en ocasiones parece teñirse de una estética cercana al telefilme, Todd Haynes defiende que Secretos de un escándalo tiene "un aspecto más austero" y sus "escenas mirando a cámara" están más cercanas al cine europeo, con referentes como Bergman o Godard. De hecho, cita Persona (1966), de Bergman, donde unas mujeres se estudian y hay algo "catastrófico" en ellas, algo "peligroso que puede surgir de esa fusión, de esa cercanía y esa ambigüedad". 

Del mismo modo, el lugar que ocupa la música, en ocasiones casi ensordecedora, es también una estrategia del director, que bebe de la banda sonora de la película The go between (1971), de Joseph Losey. "La música es muy agresiva, llega a tu cara como no debe funcionar en las películas. Es emocionante porque parece una amenaza, te hace leer los marcos de cada escena con atención", defiende Haynes sobre la "alquimia" y la "esencia" de la dimensión musical elegida.

Todd Haynes y su ambigüedad frente a las opiniones

La ambigüedad que despierta Haynes con Secretos de un escándalo choca frontalmente con la aparente obligación del presente de tener una opinión para todo. "Todo el mundo tiene que sentir una claridad moral, tienes que tener una agenda que satisfaga lo que manda y el arte no es así. Las películas que a mí me gustan no eran así en los años 60 y 70, eran películas nerviosas que me cambiaban el mundo, que me cuestionaban y de las que hablaba con mis amigos. Esa cualidad dinámica de este guion me hizo pensar en eso", apunta el director.

Para Todd Haynes, en el mundo actual en el que reina la "desestabilización y la incertidumbre, la gente necesita ideas muy claras". "Es una especie de fundamentalismo que se refleja tanto en la izquierda como en la derecha, y ahí es donde mueren las ideas y la imaginación también muere, la interpretación del mundo muere cuando te dan absolutos. No hay nada menos interesante que Trump, porque él ha matado pensamientos complejos, pero no queda otro remedio que alzar la voz contra él", subraya.

Secretos de un escándalo cuenta la historia de un abuso de poder, el que tuvo lugar en el pasado entre una profesora y su alumno, pero también reflexiona sobre el rol del hombre y de la mujer. "Cuando los hombres transgreden sexualmente es lo esperado, cuando las mujeres lo hacen, la familia, el matrimonio está en peligro, hay un escrutinio distinto hacia ellas que hacia ellos, aunque es un abuso de poder". Así, en un juego de espejos, invita al espectador a quitarse la máscara y cuestionar sus elecciones. "Todos nos enfrentamos a eso", concluye.

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  • S
    Sin_Perdon

    Que un director progre haga películas moralizantes (y feminista) siempre es una mala noticia.
    Que no entienda que el impacto en un hogar de una infidelidad es diferente según la cometa el padre o la madre demuestra que, o no sabe nada de la vida de una familia, o sus esquemas morales están fatalmente dañados.
    Por mucho que les j0da a estos moralistas de tres al cuarto el papel de la esposa y madre en la familia es mucho más importante que el del padre, prácticamente limitado al de ser proveedor, protector y ejercer de "poli malo".
    No lo entienden aunque aceptan que las mujeres asumen con naturalidad la totalidad de puestos de trabajo de cuidadoras o niñeras. ¿Alguien encargaría a un hombre el cuidado de sus hijos o de sus ancianos padres?. Entonces si se ve normal que es la mujer, por el simple hecho de ser hembra y no macho, la que tiene una INNATA capacidad para el cuidado de las personas ¿Como no se entiende que igualmente, y con mucha más razón, lo están para el de la propia prole?.
    Bueno, no se hacen estas preguntas porque les ESTALLARÍA la cabeza. Mejor disparar contra Trump aunque en noviembre volverán a morder el polvo como lo mordieron en 2016.