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Cultura

Paco León y Ernesto Alterio, una "extraña pareja" en la comedia 'Mari(dos)'

Lucía Alemany estrena este viernes en los cines esta película tras triunfar con su debut autoral, 'La inocencia'

Fotograma de 'Mari(dos)'
Diego López

La directora Lucía Alemany debutó en el cine con una de las películas autorales más fascinantes y humildes que ha dado el audiovisual español en los últimos años, a pesar de que se fuera de vacío en la temporada de premios. La inocencia fue, casi por unanimidad para quienes tuvieron la oportunidad de verla, una película impecable, con el tono dramático justo en el retrato de una adolescencia. Ahora, la cineasta cambia de tercio con un registro diferente pero un resultado muy bueno en la comedia Mari(dos), si bien es cierto que la fórmula no podía fallar.

Paco León y Ernesto Alterio son los protagonistas de esta comedia con aires de western, divertida, loca y sofisticada, que además cuenta con un guion firmado por Pablo Alén y Breixo Corral, responsables de títulos tan chalados y amenos como 3 bodas de más o Anacleto: agente secreto. En esta película, Emilio (Alterio) y Toni (León) se conocen cuando acuden a una estación de esquí para buscar a sus respectivas esposas, víctimas de un alud que ha sepultado a varias personas en la nieve. Sin embargo, pronto descubren que sus cónyuges son en realidad la misma mujer, por lo que tendrán que esperar hasta que ella despierte del coma para encontrar respuestas. Hasta entonces, se verán obligados a entenderse y convivir.

Así, mientras que Emilio es un hombre "auténtico, sincero y visceral" que "cuida menos las formas", Toni es "más formal, más educado y más pusilánime". Es imposible no pensar en multitud de parejas cómicas del cine clásico al ver en escena a los actores protagonistas, pero hay una en la que coinciden tanto los intérpretes como la propia directora: La extraña pareja, con Walter Matthau y Jack Lemmon, en un "contraste entre lo gruñón y lo ligero", según ha destacado Paco León en declaraciones a Vozpópuli con motivo del estreno del filme. "Establecer dos caracteres contrapuestos funciona como estructura clásica del humor", añade Alterio.

¿Por qué a los hombres nos cuesta tanto preguntar una dirección? Te educan para saber y solo preguntar una calle que no conoces cuesta trabajo"Paco León

Al margen de estructuras y géneros, Mari(dos) se sirve de la comedia para situar frente a la cámara un claro caso de deconstrucción de la masculinidad, una actividad tan de moda entre los gurús de las alternativas sociales que esta película aborda desde el humor y la ausencia de complejos. "Esta película tiene algo de deconstrucción másculina porque los personajes tienen que superar humillaciones que atacan a un estructura heredada, tienen que recolocar ante la que se les viene encima. Mi personaje tiene un hijo trans y su mujer lleva una doble vida. Su suelo se desmorona y tiene que volver a construir ladrillo a ladrillo toda la casa", cuenta Alterio.

En esta línea, León celebra la posibilidad de conectar con la "fragilidad" y la "vulnerabilidad", algo que cree que buscan "todos los hombres". "¿Por qué a los hombres nos cuesta tanto preguntar una dirección? Te educan para saber y solo preguntar una calle que no conoces cuesta trabajo. Hay muchas capitas de toxicidad que nos deberíamos quitar", afirma.

Alemany: del cine de autor a Mari(dos)

Lucía Alemany se adentró en este proyecto con cautela y con la sensación de ser una debutante en el terreno, pero pronto vio que el resultado gustaba a todos. Su nombre tiene además cierto peso en la mirada a estos personajes, tanto en el aire de western que destila en el arranque de la película como en las capas que retira una a una hasta llegar a la parte más vulnerable de los protagonistas.

El viaje de Emilio habla de que los hombres también lloran. Siempre están sosteniendo esto del orgullo y la fuerza. Aguantar esto toda la vida es duro"Lucía Alemany

"El nuevo Mari(dos) no es exactamente el guion que yo leí, pero estaban los elementos y hacía falta reenfocarlos para poder hacer algo muy actual y muy necesario. El viaje de Emilio habla de que los hombres también lloran. Siempre están sosteniendo esto del orgullo y la fuerza. Aguantar esto toda la vida es duro", reflexiona la directora.

De su opera prima, a pesar de la apuesta tan radicalmente distinta que fue, Alemany se ha llevado la interpretación de los actores. "A pesar de ser una comedia lo he querido realizar todo desde el realismo, hay mucha improvisación y ellos han sido muy libres. De esa forma van a aportar el mejor chiste, porque es el que sale espontáneo. Si encorsetamos todos, al final la serie se asfixia", cuenta la directora, quien tomó la decisión de rodar las escenas de principio a fin. "Así, a los actores se les deja transitar por las emociones, pueden estar en el aquí y el ahora de lo que sienten", agrega.

Quiero usar un lenguaje para poder llegar a un gran público, porque el gran público es el tejido social y al final, aunque sé que jamás lo podré hacer, llegué al cine porque quería cambiar el mundo"Lucía Alemany

Su caso se parece al de otra cineasta, Arantxa Echevarría, galardonada con el Goya a la mejor dirección novel en 2019 por Carmen y Lola y que dos años después dirigió la comedia taquillera La familia perfecta, con José Coronado y Belén Rueda, aunque Alemany no ve este encargo como un paréntesis sino como el camino que quiere tomar. "Dije que sí a Mari(dos) porque quiero hacer cine de autor comercial", reconoce la cineasta.

"No me quiero quedar en el autor para un pequeño público, o en el autor con poco presupuesto. Aunque cuente una historia que me nazca de mi entraña, quiero usar un lenguaje para poder llegar a un gran público, porque el gran público es el tejido social y al final, aunque sé que jamás lo podré hacer, vine al cine porque quería cambiar el mundo, con esa arrogancia. El cine comercial quiero que sea mi lugar", concluye la directora.

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  • S
    Sin_Perdon

    ¡Como no!. Otro panfleo feminoide para humillar a los hombres.
    Fantástico, ¿Verdad Miriam?. Es que la mejor manera de atraer al público a las salas de cine es verter mlerda sobre la mitad de la población.
    Sobre la buena señora, una poliamorosa con doble vida que engaña a sus dos maridos nada que comentar. Son seres de luz y está empoderada.
    Para darse cuenta de la basura que es solo hay que plantearse un ejercicio práctico, poner a una mujer donde hay un hombre y a un hombre donde hay una mujer ¿A qué ya no hace tanta gracia, Miriam?.