Ana Medina y el poder redentor de la música

Ana Medina es periodista y experta en comunicación musical. Es melómana, y esta pasión por la música hizo que hace muchos años se mudará a Madrid para vivir su sueño de trabajar dentro de la industria musical. Ha colaborado con algunos de los artistas más importantes de España. Ahora también se lanza al mundo de la escritura con su primera novela 'Escucha esta canción' (Suma de Letras).

“Este libro es una historia de amor, de amistad, de trabajo y, sobre todo, es una carta de amor a la música”, así lo define el cantante Dani Martín. 

En Vozpópuli hemos podido hablar con la autora sobre su libro y su gran pasión. 

Pregunta: Has tardado 10 años en escribir 'Escucha está canción' ¿Cómo ha sido el proceso de creación de la novela?

Respuesta: Algunos pueden pensar que es un libro muy corto para tardar 10 años en escribirlo. Sin embargo, la idea nació porque yo antes tenía un blog de música en el contaba mi experiencia dentro de los conciertos. No escribía crónicas como tal, sino que relataba mi experiencia al escuchar las canciones, lo que me hacían sentir. Esta novela parte de una de esas experiencias que conté en el blog. En concreto, sobre un viaje que hice a París para ver un concierto. Ese día me marcó mucho a nivel personal, me hizo volver a encontrarme y darme cuenta de que al final incluso las peores personas que se cruzan en tu vida pueden dejarte algo bueno.

Quería contar esta historia de alguna forma y así surgió el libro.

P: El tema principal de la novela es la música, ¿crees que al igual que pasa en el libro nuestra vida tiene banda sonora?

R: Creo que sí y que depende del momento. Por ejemplo, yo de pequeña tenía de banda sonora a mi hermana que tenía un grupo de música, pero en la adolescencia eran las canciones del Canto del Loco.

Además ahora estamos volviendo muchos, por lo menos los millennials, a nuestras bandas sonoras de hace 20 años. Hay un movimiento de nostalgia muy fuerte. Es súper bonito y especial. A lo mejor durante estos últimos 20 años no te has estado acordando de lo que escuchabas cuando tenía 16 o 17 años y lo has dejado reposar, pero ahora esa música vuelve y dices, joder, qué feliz era yo en esa época. La música te vuelve a recordar todos esos momentos.

Así que sí, creo que nuestra vida está repleta de bandas sonoras.

P: ¿Cómo escogiste la banda sonora de Carla, la protagonista de la novela?

R: En realidad me ha venido un poco dada por el momento en el que se escribió el libro. Aunque lo he ido escribiendo a lo largo de estos años está ambientado en un periodo muy concreto, entre 2012 y 2015.

Lo que sí que tenía muy claro era el grupo que va a ver Carla a París. Es un grupo ficticio pero está basado en varios músicos reales. El más relevante es un cantante que es canadiense, que en el libro es Liam Brown.

P: Una de las ideas principales de la novela es que la música puede salvarnos…

R: Bueno es que a mí la música y todo lo que hay a su alrededor me salvó. El libro empieza con un viaje a París que fue real. Yo fui a ver un concierto que me cambió la vida. No creo que una canción pueda afectarte de forma directa, pero sí hace que se mueva algo dentro de ti. La música hace que te sientas capaz de hacer ciertas cosas. Es como ese impulso que a veces necesitamos.

A mí me pasa que cuando escucho una canción que ha formado parte de un momento importante para mi, de repente, mi cuerpo reacciona y es una reacción involuntaria. De hecho, muchas veces el cuerpo reacciona incluso antes que nuestra mente. Y esto creo que es lo bonito de la música.

P: Si te tuvieras que quedar con una canción de todas las que nombras ¿cuál sería?

R: Pues me quedaría con una que es del grupo real en el que están inspirado tanto Liam Brown como Bright Lights y se llama ‘No One Moves, No One Gets Hurt’, de Bedouin Soundclash. En la novela no se nombra como tal, pero sí que se describe en algún momento. Esa es la canción que me ayudó y me inspiró a escribir toda esta historia.

P: Además de música en el libro hablas de temáticas como las relaciones tóxicas o los sueños laborales pero, ¿cuál era el mensaje que querías que el lector retuviera a la hora de terminar la novela?

R: Quería que la gente supiera que si en algún momento está dentro de una relación tóxica o de alguna situación donde no ve la salida, lo más importante es rodearse de gente que te ayude a salir de ahí. Y además, que de toda relación se puede sacar un aprendizaje.

Mi psicóloga, que sabe la historia real que hay detrás de todo esto, me dijo que el libro ha sido como un proceso de alquimia. De algo que me hizo sufrir he sacado un aprendizaje y lo he convertido en sabiduría. Me gusta mucho esa idea.

P: También se puede decir que igual es el libro con el mayor número de agradecimientos de la historia…

R: Sí, probablemente. Por mi trabajo y por mi día a día tengo a la música muy cerca. Hay algunas veces que los grupos me meten en sus agradecimientos y a mi es algo que me hace mucha ilusión y muy feliz. El último, por ejemplo, fue Iván Ferreiro. No me lo esperaba para nada y cuando lo vi se me saltaron las lágrimas. Así que a la hora de ponerme a escribir los agradecimientos pensé que tenía mucho que agradecer y que quería dar las gracias a todas esas personas que han estado ahí durante todos estos años.

Me apetecía mucho nombrarlos a todos: artistas, periodistas, compañeros con los que trabajo indirectamente… Al final todos ellos son los que están ahí y consiguen que no me vuelva loca en mi día a día. Para una vez que estaba en mis manos dar las gracias y dejarlo por escrito quería que estuvieran todos incluidos.

P: Y por último, ¿un libro que recomiendes?

R: Mi libro favorito, o de mis favoritos, es ‘La ridícula idea de no volver a verte’, de Rosa Montero.

Una cosa que me pasó al principio de empezar a escribir la novela era que no me sentía capaz de hacerlo. De pequeños nos dan unos referentes que si te comparas.. pues no te sientes capaz de hacer algo así. Sin embargo, empecé a leer novelas de autoras primerizas o de personas cercanas que escribían su primer libro, como Zahara o Laura Ferrero, y eso me impulsó.