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El PP reacciona para evitar que las start-ups pierdan los beneficios fiscales de las stock options

Las empresas tecnológicas buscan ahora dar con la llave del negocio de la economía compartida

El Partido Popular ha reaccionado en el tiempo de descuento para atender las reivindicaciones de las start-ups, que a través de la asociación Adigital se habían rebelado por la eliminación de las ventajas fiscales para las stock options. A través de una enmienda en el Senado, los populares han permitido que se siga aplicando la exención fiscal relativa a la entrega la entrega de acciones o participaciones a los trabajadores de la propia empresa (pago en especie), siempre que dicha oferta se efectúe a todos los trabajadores en activo en las mismas condiciones. De esta forma, aseguran en Hacienda, se protege especialmente a las empresas tecnológicas que se encuentran en sus primeros años de vida.

Este jueves pasado, Adigital se quejaba amargamente de que como peligraba la que según ellos era una de sus principales formas para poder competir con las grandes empresas. La legislación permite hasta ahora otorgar retribución en forma de stock options que hasta los 12.000 euros es considerada renta en especie y no tributa. Pero con la nueva ley de IRPF que está en trámite parlamentario en el Senado y entrará en vigor en 2015 se preveía que las opciones sobre acciones tributaran un 45% como rentas del trabajo. Tributarán desde el momento en que se adquieran y además en su venta como rendimiento de capital, como hasta ahora, o al menos esa era la propuesta antes de las enmiendas que el propio PP presentó en la Cámara Alta para modificar.

"Las pequeñas ventajas fiscales que daban las stock options se van a eliminar y esto ataca directamente a las compañías que están empezando. Una start-up no puede pagar tanto como una empresa consolidada, pero puede vincular los beneficios de sus trabajadores al desarrollo de la propia compañía", dice José Luis Zimmerman, director general de Adigital. Hablamos de puestos de trabajo cualificados: ingenieros, desarrolladores, programadores. Son gente que en Reino Unido, que tiene otra política diferentes con las opciones sobre acciones, "ganan entre 55.000 y 60.000 libras", aunque en España su caché es menor.

Más recaudación

Nunca llueve a gusto de todos, y la necesidad del Estado de recaudar más dado que apenas recorta gastos parecía chocar con el interés del sector privado una vez más. Las start-ups creen que su perfil de empresa debe potenciarse pues forma parte del tejido productivo del futuro. "Reino Unido anunció en 2013 que allí se iniciaron 380.000 start-ups, con lo que con que sólo tuvieran un trabajador cada una ya hablaríamos de casi 400.000 puestos de trabajo", dice Zimmerman, que pone como ejemplo las medidas de Londres para incentivar y atraer el talento tecnológico europeo, todas ellas centradas en bajar la fiscalidad. Justo lo contrario que en España donde, asegura, "nuestros asociados no van a poder competir".

"Las empresas tecnolígicas necesitan empleados cualificados y ahí es muy difícil competir, no funcionamos igual que una pyme de, por ejemplo, industria"

Y están haciendo lobby con propuestas, alternativas fiscales que suavicen el impacto: "Podrían subirse el límite para la no tributación hasta los 100.000 en lugar de los 12.000 o limitarse a empresas que estén naciendo. Vinculamos totalmente las stock options con el crecimiento de las start-ups, que creo que en el Gobierno no lo han pensado así", asegura a Vozpópuli. Las empresas que empiezan, asegura, "no pueden pagar más de 20.000 o 25.000 euros al año" a un empleado y por tanto necesitan otra forma de poder ser atractivas económicamente. "Las empresas tecnológicas necesitan recursos humanos cualificados y ahí es muy díficil competir, no funcionamos igual que una pyme de, por ejemplo, el sector industrial".

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