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Nueva burbuja: los ayuntamientos deben ya más de 1.200 M a las grandes constructoras

Las facturas acumuladas en los cajones de los ayuntamientos van a volver a convertirse en un problema tanto para los propios consistorios como para las grandes empresas constructoras y proveedoras de servicios. Actualmente, la deuda acumula supera ya los 1.200 millones de euros y amenaza con incrementarse de manera exponencial.

Una buena parte de los ayuntamientos comenzaron a acumular nuevamente facturas sin pagar incluso antes de que se ejecutara el primer plan de proveedores con lo que cuando los importes de las facturas antiguas fueron satisfechos ya se había generado una pequeña deuda proveniente de las nuevas.

Éstas dejaron de satisfacerse desde comienzos de 2012, cuando el plan de proveedores ya se encontraba en una fase avanzada.

Así, este plan resolvió momentáneamente un grave problema, tanto para los ayuntamientos como para las compañías proveedoras de servicios, pero no cumplió la segunda parte de su cometido, esto es, que las corporaciones municipales tomaran conciencia de que la situación no podía volverse a repetir.

La situación de las compañías

Una de las principales afectadas por esta circunstancia es ACS, que ya ha tenido que llevar a cabo provisiones debido a las facturas procedentes de las Administraciones Públicas que aún no ha cobrado. Los ayuntamientos deben a la compañía que preside Florentino Pérez cantidades muy próximas a los 400 millones de euros.

FCC y Ferrovial también se encuentran notablemente expuestas a los impagos de las Administraciones Públicas, con pagos pendientes cuya cuantía se encuentra en torno a los 300 millones de euros en cada uno de los casos.

Mientras, se espera que se ponga en marcha un nuevo plan de pago a proveedores aunque no termina de coger cuerpo. El riesgo es que la cantidad global de la deuda se incremente de forma exponencial, como ocurriera en su día con la que tuvo que se satisfecha con el primer plan.

El temido efecto bola de nieve mantiene en alerta a las compañías afectadas, la mayoría de las cuales cuentan entre sus principales objetivos con la reducción de su endeudamiento. La acumulación de facturas en los cajones de los ayuntamientos no contribuye precisamente a alcanzar semejantes metas. 

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