Francisco González: "Los populismos y las promesas inviables destruyen riqueza y generan mucha frustración"

El presidente del Grupo BBVA, Francisco González, ha alertado lunes contra los populismos al asegurar que España necesita "más certidumbre política" ante las próximas elecciones generales. González recordó que los movimientos populistas impactan en la estabilidad, el trabajo y la economía: "Los populismos y las promesas inviables destruyen riqueza y puestos de trabajo y generan mucha frustración en las personas, y en España, Y en este momento tenemos un cierto movimiento populista", afirmó el banquero en la inauguración de la reunión nacional de Consejeros del BBVA Bancomer, filial mexicana del grupo español.

Para González, solo con "actitudes responsables y medidas serias" España podrá crecer de forma sostenida y generando empleo como antes de la crisis

Desde la Ciudad de México y rodeado de asesores, empresarios y funcionarios mexicanos, explicó que España crece bien, con estimaciones del Ministerio de Hacienda del 2,7% para este año. Pero "necesitamos más certidumbre política, más consenso para implementar más reformas y continuar con el proceso de modernización", expresó. Y es que para González, solo con "actitudes responsables y medidas serias" España podrá crecer de forma sostenida y generando empleo como antes de la crisis económica, que arrancó en 2008.

Por todo ello, y ante la presencia de populismos, pidió a la ciudadanía española que "vote con la cabeza y también con el corazón, pero sobre todo con la cabeza el próximo día 26 de junio", día en que se repetirán las elecciones generales. En este contexto, pronosticó que "las cosas irán bien pase lo que pase, porque estamos en Europa y los márgenes de cometer errores tampoco son tan grandes".

Las declaraciones de González se suman a las lanzadas por el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, que ha opinado este lunes que los gobiernos "no tienen la responsabilidad de crear modelos de desarrollo o planes quinquenales", y que por tanto su intervención en la economía ha de ser mínima.