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Política

Rajoy quiere evitar que su Gobierno jure el Día de los Difuntos

Mariano Rajoy en la Moncloa, junto al secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, el pasado viernes.
  • Pendientes de lo que este jueves anuncie Ana Pastor, presidenta del Congreso, una vez concluida la ronda de los líderes políticos en Zarzuela, todas las previsiones conducen al sábado 29. Será la fecha en la que Mariano Rajoy puede resultar investido presidente del Gobierno en la segunda votación. En el caso de que se sigan los pasos tradicionales, el nuevo jefe del Ejecutivo jurará su cargo ante el Monarca el lunes 31. Mano izquierda sobre la Biblia y luego, la derecha, sobre la Carta Magna, al jurar "guardar y hacer guardar la Constitución". Así lo hizo el 23 de diciembre de 2011.

¿Aplazar la jura del Gabinete?

Amante de conservar las tradiciones y no alterar los procedimientos establecidos, Rajoy daría a conocer ese mismo lunes 31 la composición del nuevo Gabinete, que tomaría posesión al día siguiente, es decir, el 1 de noviembre. Al tratarse de un festivo, el Día de Todos los Santos, la idea es aplazar la jura del nuevo Gabinete al miércoles 2, jornada laborable. Surge en ese punto un serio inconveniente. Se trata del Día de los Fieles Difuntos, también llamado Día de la Ánimas o el Día de los Muertos. No parece una festividad muy del agrado del presidente para que asuman su cargo los miembros del nuevo Consejo de Ministros. En algún despacho de Moncloa ya se ha hecho mención expresa sobre este punto incómodo.

Así queda el calendario

El Rey abrirá la quinta ronda de consultas con los dirigentes políticos el próximo lunes, día 24, un día después de la celebración del Comité Federal del PSOE. El desfile de los políticos a Palacio se cerrará el martes 25, de acuerdo con lo hasta ahora establecido. Acto seguido, en el caso de que haya un candidato con garantías de resultar elegido, Su Majestad llamará a Ana Pastor a Zarzuela para que convoque el pleno de la Cámara para la sesión de Investidura. La tercera en un año. La primera ronda del debate de investidura se celebrará los días 26 y 27, sin que el aspirante logre alcanzar la mayoría absoluta. Trascurridas las 48 horas que exige la Carta Magna, el sábado 29 tendrá lugar la segunda votación, en la que, presumiblemente, Rajoy resultará elegido por mayoría simple.

El Rey estará esos días fuera de España. Viaja a la Cumbre Iberoamericana en la noche del jueves y regresa el domingo 30, concluida ya la sesión de Investidura. La ceremonia de jura del cargo tendrá lugar el lunes 31. Ahí arranca el problema. El nuevo Gobierno debería tomar posesión al día siguiente. Así se hizo hace cinco años. Se cruza entonces el festivo de Todos los Santos por lo que lo razonable sería pasar la jura ministerial al día 2, miércoles y laborable. Y aquí aparece el Día de los Difuntos.

Una tradición arraigada

Criterios diferentes se debaten en Moncloa a la hora de abordar esta cuestión. Los más, son partidarios de que el Gobierno jure al día siguiente de hacerlo el presidente, cual manda la tradición. Esto es, el día 1, sea o no festivo. Otros consideran inadecuada esa fecha, tan arraigada en la vida social y familiar de los españoles. ¿Festivo Todos los Santos o laborable Día de Difuntos?. Hay que elegir. Zarzuela y Moncloa despejarán la duda. Hay algo inamovible y meridianamente claro: el primer Consejo de Ministros de la nueva etapa se celebrará el viernes 4 de noviembre. Quince días después se formará el nuevo Parlamento y, esta vez sí, un par de semanas más tardes, el Rey pronunciará su discurso solemne de arranque de la Nueva Legislatura. Casi 370 días después, España tendrá un Gobierno en plenitud de sus funciones y un Parlamento en marcha. Y que nadie hable de 'Halloween', que no están en Moncloa para bromas.

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