No nos cansamos de descubrir sitios de nuestra geografía en los que se puede desconectar del día a día y donde las posibilidades de hacer un turismo diferente son cada vez más. Hoy queremos hablarte de los archipiélagos y pequeñas islas que se encuentran en mitad de las aguas que bañan las costas españolas. No hace falta irse al Caribe para ver majestuosas playas y paisajes de ensueño. ¿Quieres saber a qué nos estamos refiriendo? Echa un vistazo a la siguiente selección. 

En Cádiz, el atún rojo habla todos los idiomas. La cercanía del mar ha permitido crear toda una identidad turística en torno a nuestro sabroso amigo. En tierra o desde el mar, una ruta que engloba desde actividades de ocio, cultura y hasta industriales que vertebran todas ellas el modo de vivir en Barbate, Zahara de los Atunes, Conil y Tarifa se ha convertido en un gran reclamo durante todo el año.

Tenemos los carnavales a la vuelta de la esquina. Y es probable que al pensar en carnavales pienses en Cádiz y que al pensar en Cádiz se te pasen por la mente ideas relacionadas con disfraces, sucesión de chirigotas que abrumarán las calles gaditanas, la importancia que tiene un Carnaval marcado como Interés Turístico Internacional… Pero, ¿y si te dijera que hay alternativas para alejarse de la multitud que invadirá la provincia durante unos días?

Cada cierto tiempo, el cine español necesita de caras nuevas, a poder ser atractivas, para revitalizar el interés del público. Ahora le ha tocado a Jesús Castro, protagonista de El Niño y ex churrero. ¿Les gustaría saber algo más sobre este guapísimo joven? Pues sigan leyendo, que la cosa va de clichés.

Las playas de Tarifa son únicas sin dudad. Los amantes del windsurf y kitesurf lo saben y por eso adornan los cielos toda la temporada de verano con sus cometas. Pero, ¿qué pasa cuando acaba el verano? Andalucía no es solamente para torrarse en la playa todo el mes de julio y agosto. Os revelamos las maravillas de conocer Tarifa de forma apacible durante el mes de septiembre.

El punto de partida comienza en Jerez de la Frontera, en una zona donde proliferan cientos de ganaderías donde se crían los toros bravos. A estos inigualables animales debemos el hecho de que se conserven todavía la mayoría de las dehesas y fincas dentro de los parques naturales de la provincia gaditana.