Señor Rajoy: está usted demostrando una asombrosa capacidad para ofender y enfadar a casi todos los estamentos sociales, desde la derecha extrema a la extrema izquierda, pasando por el centro. Por tener, tiene cabreados incluso a montones de militantes, no digamos ya votantes, del PP. ¿Cómo lo consigue? Empieza a ser un prodigio, porque cabrear a todo el mundo no es fácil.

El presidente Rajoy, y con él la derecha política española, ha vuelto a perder –por segunda vez en lo que va de siglo- una ocasión única para regenerar la economía y, sobre todo, la política, una oportunidad que difícilmente volverá a repetirse en mucho tiempo. A pesar de los síntomas de recuperación que apuntan algunas variables, el gran ajuste se ha quedado a medio camino.