Las complicadas negociaciones entre Iberia y el sindicato de pilotos Sepla en torno a los ajustes laborales de la aerolínea se vio salpicada hace unos diez días por una llamativa estampa. Efectivos de la Guardia Civil se personaron en la sede del sindicato aunque su cometido eran tan simple como trasladar la comunicación de una denuncia formulada por Iberia por presunta obtención ilegal de las pruebas que acompañan la demanda que en su día los pilotos presentaron contra la aerolínea por no cumplir lo dispuesto en el laudo que, teóricamente, dirimía las diferencias entre las partes.