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Los oncólogos alertan de una bajada del 35 % en las primeras consultas durante el pasado mes de abril

Imagen de una habitación del Hospital Josep Trueta, en Girona.

La crisis sanitaria provocada por el coronavirus lastrará la atención e investigación en cáncer si no se pone en marcha, "de inmediato", una ‘hoja de ruta’ que coordine y priorice las atenciones. Lo aseguran los oncólogos del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP) que alertan sobre la cancelación de cirugías, pruebas diagnósticas y tratamientos. En el mes de abril, la reducción de primeras consultas ha oscilado entre el 25 y el 35% en hospitales españoles con diferente nivel de incidencia de la infección covid-19, aseguran a Vozpópuli.

La atención a los pacientes oncológicos también se ha visto ralentizada por la urgencia de la atención a los enfermos infectados por covid-19. Ahora, con muchos hospitales reanudando su actividad a medida que las comunidades autónomas avanzan en las fases de 'desescalada', los médicos advierten sobre las secuelas que la suspensión de intervenciones quirúrgicas, tratamientos o primeras consultas durante la emergencia sanitaria pueden haber tenido en la supervivencia de los enfermos y, también, en los avances logrados en esta patología a lo largo de la última década.

El doctor Mariano Provencio, presidente del GECP y jefe de Oncología del Hospital Puerta de Hierro, en Madrid, alude a un análisis reciente liderado por el Institute of Cancer Research de Londres según el cual, en el caso de un tumor de "alto impacto" como es el cáncer de pulmón, un retraso de 6 meses en una cirugía, entre los 60-69 años, el segmento de edad en el que normalmente se desarrolla esta enfermedad y aún en fases precoces del tumor, provocaría una reducción de supervivencia estimada del 27%.  "La reducción es todavía mayor en fases avanzadas de la enfermedad y podría llegar a ser de hasta el 33.7%”, añade el oncólogo. 

Descenso del 25 % en detección de nuevos casos

El GECP, formado por 500 especialistas de toda España, también apunta a los retrasos diagnósticos como un motivo de incremento de mortalidad porque impactan negativamente en los tratamientos posteriores, explica. Bartomeu Massuti, secretario del Grupo y jefe de Oncología del Hospital General de Alicante. “

A nivel europeo se ha constatado una reducción de aproximadamente el 20-25% en la detección de nuevos casos de cáncer, bien por el miedo de los pacientes a visitar los servicios sanitarios, bien por la paralización de algunas áreas de salud por la pandemia, lo que puede provocar que diagnostiquemos casos en estadios más avanzados a partir de ahora”, detalla el especialista.

"La vuelta a la normalidad (en atención oncológica) está siendo desigual, dependiendo del impacto/presión que haya tenido la covid-19 sobre el sistema sanitario", señalan los médicos

En España, indican los oncólogos a Vozpópuli, se están viendo tendencias similares a las europeas "pero es necesario un análisis más profundo ahora que poco a poco se está volviendo a la normalidad. La vuelta a la normalidad está siendo desigual, dependiendo del impacto/presión que haya tenido la incidencia de la covid-19 sobre el sistema sanitario".

Resaltan un dato: la reducción de primeras consultas en oncología médica en el mes de abril oscila entre el 25 y el 35% en hospitales españoles con diferente nivel de incidencia de la infección por coronavirus. Este impacto, indican, es similar al reportado por el Registro Poblacional de Cáncer de países como, por ejemplo, Holanda donde se ha comunicado una reducción del 24%.

Cierre de centros investigación

Desde el GECP destacan que la investigación en cáncer también se ha visto sumamente afectada por la paralización de la inclusión de pacientes en ensayos clínicos, el cierre de centros de investigación, y la reducción de fondos destinados a la enfermedad para focalizarse en la covid-19. “Se ha producido la tormenta perfecta, no sólo por el cierre de centros de investigación o la paralización de muchos ensayos, sino por el impacto en la financiación y la reducción de ingresos para la lucha contra el cáncer”, indica Massuti.

"Los centros de investigación biomédica han paralizado su actividad de forma generalizada, de hecho recientemente se ha solicitado por parte de diversas entidades que se pongan en marcha cuanto antes", precisan los oncólogos. De hecho, Mariano Provencio se ha unido a la voz de otros investigadores que, como Mariano Barbacid, han denunciado el desaprovechamiento de los recursos de la investigación biomédica durante la crisis sanitaria.

Investigadores como Mariano Barbacid han criticado el parón de los centros de investigación biomédica y su infrautilización

Provencio sostiene que en países como Portugal “han puesto a trabajar las máquinas a favor de hacer las determinaciones de test a la población”. Barbacid, por su parte, emitía hace unos días un videocomunicado en el que reflexionaba sobre el parón de esos centros de investigación que, subrayaba, "tienen docenas de máquinas de PCR y de personas expertas que saben hacer este tipo de test para identificar personas asintomáticas".

Invertir 3.000 millones de euros en investigación

Desde el GECP consideran necesaria la reactivación de Plan Nacional contra el Cáncer que permita coordinar esfuerzos y evitar desigualdades. Según los datos del  informe "Las cifras del cáncer en España", publicado el pasado enero por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) el número de nuevos casos diagnosticados en España en el año 2020 alcanzará los 277.394, cifra muy similar a la de 2019, con 277.234 de casos. 

“Necesitamos racionalizar recursos manteniendo todos los estándares de calidad, y dedicando respuestas individualizadas para cada tumor”, concluye Mariano Provencio. "Creemos que en esta hoja de ruta deben participar toda las sociedades y grupos de investigación que están en el día a día de las patologías", indica a Vozpópuli.

La Asociación Española contra el Cáncer (AECC) es otra de las entidades que pide  un Plan Nacional de Investigación en Cáncer para alcanzar el 70% de supervivencia media a cinco años: en el año 2030. Entre los puntos fundamentales que considera que debe contemplar está duplicar la inversión que se ha hecho en los últimos 10 años (1550 millones de euros), hasta alcanzar los 3.000 en el 2030; apoyar a los jóvenes investigadores o ajustar la investigación que se hace en España a la realidad
epidemiológica del país,

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