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La descoordinación entre comunidades autónomas agrava la crisis del coronavirus

El ministro de Sanidad, Salvador Illa (i), el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (c), y el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón (d)

Una de las principales características de nuestro sistema sanitario es que, además de ser público, sus competencias están totalmente descentralizadas. Este punto en particular hace que la coordinación entre las 17 comunidades autónomas de nuestro país para hacer frente a una emergencia como el brote de Covid-19 sea mucho más complicada que si fuera un sistema centralizado.

La vertiginosa expansión de la enfermedad ha puesto patas arriba los sistemas sanitarios del mundo entero desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) convocara el pasado 20 de enero un comité de emergencia para abordar un nuevo coronavirus, tipo SARS, cuyo origen estaba en la ciudad china de Wuhan.

17 sistemas sanitarios 

En España, el brote ha puesto de relieve la "descoordinación" que hay entre el Gobierno central y las comunidades a pesar de los enormes esfuerzos que están llevando a cabo para ofrecer una respuesta conjunta al vertiginoso aumento de casos registrados en nuestro país, que ya supera los 4.600 contagiados.

La mayor parte de ellos se concentran en la Comunidad de Madrid, donde se ha superado la barrera de los 2.000 contagiados. Es por ello que es una de las regiones donde antes se han impuesto medidas restrictivas con el objetivo de contener el brote. A medida que han ido aumentando los casos, ha ido aumentando el nivel de tensión entre el Gobierno y las comunidades autónomas. 

El virus no entiende de colores

Cada comunidad ha propuesto sus propias medidas y planes de choque, aún siendo de un mismo partido. En algunas se han creado comités técnicos, en otras grupos asesores, en alguna mesa de seguimiento... Sanitarios y pacientes llevan años denunciando la desigualdad en materia sanitaria en las distintas comunidades autónomas, ya sea en el acceso a tratamientos, en la realización de pruebas diagnósticas o, incluso, en el salario de sus profesionales sanitarios.

Con el coronavirus, las diferencias se han acentuado. Incluso en la formación de profesionales y protocolos de actuación, las velocidades han sido diferentes. En Galicia, CCOO se quejaba hace días, coincidiendo con el primer caso positivo, de que los profesionales apenas sabían como actuar. 

A medida que los casos han ido aumentando en sus territorios han ido tomando decisiones, algunas completamente al límite. El coronavirus también ha valido para evidenciar las diferencias políticas. En la Comunidad de Madrid, la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, acusaba esta misma semana al Gobierno de difundir un "bulo" sobre el cierre de la comunidad

Lo cierto es que el virus "no entiende de colores, no sabe si está en Madrid o en Andalucía y aquí todo el mundo debería hacer un esfuerzo conjunto y estar coordinado", señala Mariano Martín-Maestro, coordinador de acción sindical de la Federación de Sanidad de CCOO en Madrid.

Competencias limitadas

La realidad es que el Ministerio de Sanidad cuenta con unas competencias muy limitadas. Puede ante todo hacer recomendaciones, pero para poder implementar medidas siempre tiene que contar con las distintas consejerías de Sanidad, que tienen autoridad propia. Eso ha llevado a confusiones durante los últimos días y a falta de consenso sobre algunos protocolos de actuación, sobre todo los que afectan a los profesionales sanitarios.

Esta misma semana, desde la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), ponían de relieve la necesidad de "homogeneizar el sistema", sobre todo en lo que respecta en los protocolos de actuación para proteger a los profesionales médicos que se encuentran en situación de aislamiento por posible contagio. "Es inasumible que los criterios sean diferentes según las distintas comunidades", apuntaba la organización en una carta destinada al ministro de Sanidad, Salvador Illa.

Remar en la misma dirección

En ese sentido, desde el sindicato de médicos señalan que "han tenido la sensación de cierta descoordinación entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas" por lo que esperan que cambie la tendencia y empiecen a "remar todos en la misma dirección". De hecho, desde CESM llevaban un par de días reclamando que el Gobierno tomase las "medidas que fueran necesarias" para controlar el brote, como declarar el estado de alarma.

La dificultad que supone coordinar a 17 sistemas sanitarios distintos ha quedado reflejada también a la hora de comunicar el número de afectados por el virus. Mientras que el director del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias del Ministerio, Fernando Simón, ha ido comunicando diligentemente el número de casos día a día durante semanas al principio del brote, cuando comenzaron a dispararse las cifras, estas iban bailando en función de las comunidades. Algunas, se han mostrado más reticentes que otras a ofrecer sus datos. 

Este mismo viernes, prácticamente de manera paralela, mientras Sanidad publicaba el último balance de contagios a nivel estatal, desglosado por comunidades, la Consejería de Sanidad de Madrid publicaba sus datos propios, distintos a los aportados por el Ministerio.

El único país sin teléfono centralizado

Por otro lado, este pasado miércoles, la Comisión Europea publicó un documento informativo con el objetivo de mantener a todos sus ciudadanos informados sobre el brote, que de manera indirecta, ha puesto de relieve la peculiaridad de nuestro sistema.

España, el único país de Europa que no tiene un teléfono centralizado para informar sobre el coronavirus

En el folleto, además de informar sobre cómo se expande el virus y una serie de recomendaciones sobre cómo se puede evitar la propagación del mismo -lavado de manos, limitar la actividad social, autoaislarse en caso de presentar síntomas...- se incluye una lista de número de teléfono de atención médica por cada país.

Poder ponerse en contacto de forma rápida con un profesional sanitario es esencial para poder detectar casos de coronavirus a tiempo. Lo que llama la atención es que España es el único país de los 32 incluidos en la lista que no cuenta con un número a nivel nacional. Al contrario que los demás, aporta un link donde se pueden consultar "los números regionales".

Polémica por el cierre de colegios

El cierre de colegios o universidades ha sido otro de los puntos de discordia. A medida que la expansión del virus avanzaba imparable por toda la geografía española, muchas comunidades comenzaron a anunciar la cancelación de las clases. Las primeras, Madrid, La Rioja o el País Vasco, donde más contagios se estaban produciendo.

Entre las últimas, Extremadura o Castilla-La Mancha, donde la polémica quedó sembrada tras decidir inicialmente el gobierno no suspender la actividad lectiva y su presidente, Emiliano García-Page, decir que no quería “dar quince días de vacaciones a algunos”.  

"Nos hemos visto sorprendidos. Esta decisión no ha sido consensuada por las comunidades autónomas", llegó a decir Page en rueda de prensa en una crítica velada al Gobierno y a la decisión recomendada por el ministerio de Sanidad. "No hemos tenido mas opción que seguir las recomendaciones del Gobierno, suspendemos las actividades escolares". Finalmente, cambió de opinión.

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