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Política

Los fantasmas de fichajes pasados castigan a Cs con sus primeros casos de corrupción

Albert Rivera y José Manuel Villegas, secretario general de Cs.

Una de las novedades de la operación policial en varios ayuntamientos de España es que no sólo ha afectado a cargos de los partidos tradicionales PP y PSOE, sino también a Ciudadanos. El partido naranja se ha enfrentado a sus primeros casos de corrupción sin contemplaciones. Ciudadanos, que ha hecho de la regeneración una de sus banderas, ha suspendido de militancia a las tres personas de su partido presuntamente implicadas en la llamada operación Enredadera, una trama fraudulenta de contratación de semáforos con una filial del grupo Sacyr.

"Ciudadanos ha decidido suspender inmediatamente de militancia a las personas investigadas que tendrán que declarar ante el juez. En caso de que estas personas fueran imputadas por presuntos delitos de corrupción, el partido procedería a su expulsión", ha dicho en un comunicado.

Los afectados son el alcalde de la localidad madrileña de Arroyomolinos, Carlos Ruipérez; el concejal del municipio leonés de San Andrés del Rabanedo y diputado provincial de León, Juan Carlos Fernández; y el asesor de Ciudadanos en la diputación de León, Sadat Maraña. En los tres casos llueve sobre mojado. Son cargos salidos de las municipales del 2015, cuando Ciudadanos presentó listas a la carrera con candidatos sin contrastar. El partido ha sufrido más de un dolor de cabeza con ellos. Centenares de esos cargos han sido expulsados en los últimos tres años. Ciudadanos rechaza dar la cifra global de apartados.

Cargos expulsados

El fantasma de los fichajes del pasado ha visitado a Ciudadanos. Esta vez, en forma de corrupción. La formación de Albert Rivera ha afrontado muchos problemas por algunos de estos cargos electos en la anterior cita con las urnas. En Andalucía, por ejemplo, perdió una diputada en el Parlamento. Lo mismo ha ocurrido en Cantabria y en decenas de municipios. En la Comunidad Valenciana, el grupo naranja se escindió en dos tras la salida de Alexis Marí. No es el caso de los afectados por la operación del martes, que han mantenido sus puestos. Sin embargo, sus nombres son de sobra conocidos por la secretaría de Organización, que ya los tuvo en su punto de mira en el pasado.

Ruipérez es el primer regidor de Ciudadanos afectado por un caso de corrupción. El alcalde de Arroyomolinos, a 30 kilómetros de Madrid, procedía de UPyD como tantos otros concejales que se pasaron de un partido a otro en 2015. Ruipérez quedó segundo en las elecciones, pero alcanzó un pacto con el PSOE y un partido independiente del municipio y desalojó al PP, que había ganado en las urnas, del poder. Ciudadanos defendía entonces el gobierno de la lista más votada y pidió a Ruipérez y sus concejales que se abstuvieran para facilitar la alcaldía a los populares. No lo hicieron. Ciudadanos abrió expediente a Ruipérez, pero no le aplicó sanción disciplinaria alguna.

De UPyD procedía también Sadat Maraña, asesor de la Diputación de León ahora imputado. Su caso, parecido al de Cristina Cifuentes, fue más sonado en los medios. Fuentes del partido naranja reconocen que es una persona que ha dado muchos problemas. Maraña era el cabeza de lista de Ciudadanos al Congreso por León para las elecciones generales del 20-D en 2015. Pero tuvo que renunciar tras demostrarse que había falseado su currículum. A Maraña le denunció un militante por haber incluido una Licenciatura en Administración y Dirección de Empresa por la Universidad de León (ULE) que no poseía. Esa mentira le costó la candidatura.

Deuda con su propio ayuntamiento

El tercero de los señalados en la operación es Juan Carlos Fernández, concejal de San Andrés del Rabanedo (León). En diciembre del 2015, cuando apenas llevaba cinco meses en el cargo, salió a la luz que acumulaba una deuda de más de 3.000 euros con el Ayuntamiento al que representaba. El dinero era fundamentalmente por multas de tráfico. Y Fernández argumentó que no había recibido las notificaciones pertinentes.

El partido naranja ha tratado de corregir en estos cuatro años los problemas de casting que arrastra del 2015. Ciudadanos siempre ha dicho que su aspiración en 2019 no es presentar candidaturas en los 8.000 municipios, sino sólo donde haya una lista con garantías de ganar y gobernar. El objetivo es no cometer algunos de los errores que produjeron las urgencias de la nueva política hace cuatro años.

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