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Política

El acuerdo de mínimos de Rivera y Casado fuerza a Sánchez a elegir 'in extremis' si hay repetición electoral

Sánchez y Rivera, en Moncloa.

El acuerdo de mínimos de PP y Ciudadanos para desbloquear la formación de Gobierno ha dejado en las únicas manos de Pedro Sánchez la decisión de elegir entre investidura o repetición electoral. Y el PSOE admite que los argumentos del jefe del Ejecutivo para regresar a las urnas el 10 de noviembre quedan muy dañados si rechaza todas las ofertas que tiene encima de la mesa.

"Está claro que nuestros argumentos tienen ahora debilidades", dicen fuentes del PSOE. "Pero este movimiento de última hora de Ciudadanos es claramente electoral ante sus malas perspectivas".

Sánchez cerrará este martes la ronda de consultas del Rey. Y tienen varias opciones para sacar la investidura adelante. Podemos reclama un Gobierno de coalición. Mientras que PP y Ciudadanos le ofrecen su abstención a cambio de tres condiciones. Era un escenario con el que el PSOE no contaba y que fuerza a Sánchez a elegir in extremis entre investidura o elecciones. 

PP y Cs pactan la respuesta

El líder naranja, Albert Rivera ha plantado una abstención de su grupo (57 diputados) y del PP (66) si Sánchez se compromete por escrito a formar un nuevo Gobierno en Navarra sin los nacionalistas, ni Bildu; no sube los impuestos; y rechaza los indultos a los líderes catalanes del proceso separatista en caso de ser condenados e inicia los preparativos para aplicar el artículo 155 de la Constitución en Cataluña si fuera necesario.

El PP no ha asumido la totalidad de los planteamientos de Rivera. No podía. Pero según ha sabido Vozpópuli, los dos partidos han pactado una respuesta conjunta tras más de dos horas de reunión entre Pablo Casado y Rivera en el Congreso. Los populares dejan la puerta abierta a la abstención, pero sin comprometerse formalmente.

"La pelota continúa en el tejado de Sánchez", han dicho fuentes del PP tras el encuentro. "Ahora es Sánchez quien tiene que mover ficha. En su mesa tiene una oferta para desbloquear la situación en torno a tres condiciones de Estado", ha señalado Ciudadanos en un comunicado.

La jugada de Rivera no sólo ha obligado a Casado a hacer equilibrismo, sino que también ha sorprendido con el pie cambiado a Sánchez. El PSOE considera que el movimiento de Ciudadanos es puramente electoral. Y que su objetivo es frenar los trasvases de voto al PSOE que detectan algunas encuestas.  

El PSOE no llama a Cs

Pero la realidad es que nadie esperaba que la propuesta del último minuto para desbloquear la investidura llegara de las filas naranjas. Y la mejor prueba es que durante casi una hora que se ha hecho eterna nadie del Gobierno sabía muy bien qué responder.

"El PSOE tardó dos minutos en rechazar categóricamente la última oferta de Pablo Iglesias de formar una coalición revisable el primer año", asegura una persona cercana a las negociaciones de la semana pasada entre PSOE y Podemos. "Con Rivera les ha costado bastante más. Señal de que o bien se lo han pensado, o bien no sabían qué decir".

No parece, sin embargo, que el PSOE se lo haya pensado demasiado. Ninguno de los pocos interlocutores que el socialismo tiene con Ciudadanos se ha puesto en contacto con la formación naranja para si quiera intentar una negociación a contrarreloj

Sánchez estaba de visita en Almería y Albacete, dos de las provincias castigadas por la gota fría, cuando Rivera ha soltado su bomba. El revuelo ha obligado al presidente del Gobierno a responder punto por punto a Ciudadanos. Las declaraciones han sido medidas. Sánchez ha dicho que su Gobierno ya cumple con las condiciones de Rivera. Y ha reclamado a Ciudadanos una "abstención técnica", que es un eufemismo para no llamarle apoyo gratis. 

"El presidente tenía que utilizar un tono suave", dicen fuentes del Gobierno. "Lo que se dirime es quién nos lleva a elecciones".

Las barones cierran filas

Horas después, y forzado por las circunstancias, el PSOE ha emitido un comunicado en la misma línea de las declaraciones de Sánchez. Los barones del PSOE y el núcleo duro de Ferraz han cerrado filas entorno a su secretario General. 

Los cargos socialistas que han acompañado al presidente del Gobierno en funciones en su vista a las zonas afectadas por las lluvias de estos días aseguran que le han visto "bien y tranquilo". Y han restado importancia al reparto de culpas de la repetición electoral.  

"No es momento de preocuparse", dicen estas fuentes. "El que tiene que explicar su cambio es Ciudadanos". 

A pesar del ajetreo de última hora, todos los caminos conducen a elecciones. Pero los relatos de cada partido han cambiado de cara al 10-N.

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