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Política

Rajoy piensa en Fátima Báñez como superministro del área social

Fátima Báñez

Fátima Báñez es uno de los miembros del Gobierno que aparecen fijos en todas las quinielas de cara a a la formación del futuro Gabinete. Su labor al frente de la reforma laboral ha recibido beneplácitos generales no sólo por parte del presidente del Ejecutivo, sino que ha sido aplaudida en Bruselas y en diferentes foros europeos.

Bañez, onubense de 49 años, aparece en forma destacada en la intensa rumorología que circula en estas horas previas a desvelarse el gran secreto sobre la formación del nuevo equipo de Rajoy. Es uno de los nombres de continuidad indiscutible, como Soraya Sáenz de Santamaría, Rafael Catalá o Íñigo Méndez de Vigo. La actual titular de Empleo, cuya reforma laboral computa como uno de los principales activos en la gestión de Rajoy, está llamada a ampliar su área de responsabilidades dentro del futuro Gabinete, según comentan fuentes del partido en estas horas en las que los nervios y los telefonazos se han apoderado de las terminales de la formación.

Cambios estructurales

La idea que cobra cuerpo en estas horas es la posibilidad de que Mariano Rajoy lleve a cabo algunas modificaciones estructurales de cierta relevancia, sin necesidad de incurrir en esos cambios radicales que algunos vienen anunciando. Uno de ellos sería imprimir mayor protagonismo a las denominadas 'políticas sociales', muletilla recurrente en todos los frentes políticos a la hora de plantear reivindicaciones y exigencias al nuevo Gabinete. Báñez, que asumió la cartera de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad tras la salida de Alfonso Alonso rumbo al País Vasco, asumiría nuevas responsabilidades dentro de una macroárea que agruparía no sólo Empleo, sino a otros apartados de perfil social como serían las pensiones, igualdad, familia o dependencia. Precisamente la 'patata caliente' de las pensiones es uno de los asuntos que requieren una respuesta perentoria por parte del nuevo Ejecutivo y así lo ha reconocido el propio Mariano Rajoy quien en su discurso de Investidura habló de relanzar el Pacto de Toledo, en el amplio cuerpo del paquete de compromisos que el PP ha adquirido con Ciudadanos.

Es uno de los nombres de continuidad indiscutible, como Soraya Sáenz de Santamaría, Rafael Catalá o Íñigo Méndez de Vigo

Fátima Báñez, que ha mostrado una excelente muñeca negociadora con las agrupaciones sindicales durante la negociación de la reforma laboral, también destacó como elemento fundamental para alcanzar el pacto de 150 puntos con el partido de Albert Rivera, cuyos principales dirigentes la consideran uno de los elementos más relevantes y 'aprovechables' del actual equipo de Rajoy. En los momentos más tensos del diálogo, los dirigentes del partido naranja destacaban la actitud de Báñez frente a la intemperancia de otros miembros del PP, como Álvaro Nadal, quien ejercía de 'policía malo' en estas sesiones que concluyeron con un acuerdo clave para desatascar la investidura de Rajoy.

Asumiría una macroárea que agruparía empleo, pensiones, igualdad, familia o dependencia

Prácticamente en vísperas de que se desvele finalmente la composición del nuevo Gabinete, lo que ocurrirá en la tarde del jueves, los rumores se intensifican en el seno de la familia conservadora. El pulso entre dos mujeres, Soraya y Cospedal, acapara toda la atención en tanto que crece por minutos el perfil de Báñez, una ministra que siempre ha aparecido adscrita al núcleo duro de la vicepresidenta pero que, con el paso del tiempo, ha logrado labrarse un perfil propio. Tras la salida de Ana Pastor con destino a la presidencia del Congreso, un cargo que se ha revelado rebosante de dificultades, ha ido Báñez la ministra que más elogios recibe desde todos los ámbitos, tanto desde las filas del PP, donde se le considera uno de los estandartes más leales de la formación, como en el propio Ejecutivo, por encima de pugnas y guerras intestinas.

Combativa, laboriosa, excelente mitinera, aguerrida parlamentaria, ha defendido con firmeza las políticas del Gobierno Rajoy en los momentos más uros de 'todos contra el PP', no ha dudado nunca en la eficacia de su ley de la reforma laboral, incluso cuando alguno de sus correligionarios se mostraba tibio o titubeante, y ha cosechado unánimes elogios en importantes foros europeos, donde sus políticas han sido puestas como ejemplo.

Su relación con los principales barones del PP es fluida y estrecha, ya que, debido a las funciones de su departamento, ha tenido que 'predicar' las virtudes de su reforma por todo el territorio nacional. Goza de una confianza absoluta por parte del presidente, quien ha valorado en numerosas ocasiones su entrega y dedicación.

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