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Política

Relevo en el PP: Rajoy condena a Sáenz de Santamaría a la condición de 'diputada rasa'

La exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.

No hará Mariano Rajoy cambios en el partido ni el grupo parlamentario, tal y como quiso dejar claro en sus palabras de despedida. Es asunto que habrá de decidir su sucesor, cuando toque. Rafael Hernando, por tanto, seguirá al frente de la bancada del PP y Soraya Sáenz de Santamaría tan sólo una diputada rasa en el Hemiciclo.

El gesto del todavía líder del PP entraña una coherencia muy aplaudida por buena parte de su equipo. Rajoy ha prometido no inmiscuirse ni influir en el proceso sucesorio, de actuar como mero árbitro, con impecable neutralidad. Situar ahora a la exvicepresidenta como portavoz en el Congreso le daría una cierta ventaja sobre cualquier otro aspirante.

Algunos barones, sin embargo, han visto en esta decisión una especie de castigo de Rajoy hacia Santamaría, para quien tuvo palabras muy amables en su despedida, al igual que hizo con Dolores Cospedal, la secretaria general de la formación. Atribuyen a Soraya la filtración de supuestas intenciones de Rajoy de dimitir en la tarde del jueves, en pleno debate de la moción de censura, cuando el todavía presidente y su equipo se habían refugiado en un restaurante. Fue Cospedal quien se plantó en el Congreso para desmentir esa serie de rumores. "Ahí empezó la guerra de sucesión", dicen dirigentes de Génova.

Aforamiento asegurado

Rajoy no quiso desvelar si abandonará también el escaño tras su renuncia a la presidencia del partido. El líder del PP no necesita ser diputado para mantener su estatus de aforado, ya que lo tiene asegurado en su condición de miembro del Consejo de Estado, como todos los expresidentes del Gobierno. 

Sin la relevancia de su puesto en el Gobierno, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría queda al margen de cualquier relevancia política y mediática como una diputada rasa. Ahora mismo es Rafael Hernando quien ejerce de jefe de filas del PP en el Hemiciclo, una función que mantendrá hasta que el partido decida su nueva dirección. Alberto Núñez Feijóo es el más favorecido por estas encuestas que ya inundan los círculos populares.

Todo el esquema futuro dependerá de quién se haga con las riendas de la formación en el congreso extraordinario que tendrá lugar muy posiblemente el próximo julio. Nadie da por hecho que se presente una candidatura única, pese a ser la norma que ha impulsado hasta ahora la dirección de Génova. El próximo lunes se celebra una reunión de la Junta Directiva Nacional que decidirá los pasos a seguir. Todavía Rajoy presidirá ese cónclave, al efecto de evitar tensiones internas y disputas fuera de control. 

Una vez consagrada la nueva dirección del partido, podrán abordarse los cambios pertinentes, tanto en Génova como en el grupo parlamentario. En el caso de que Sáenz de Santamaría no logrará imponerse en congreso, siempre y cuando decida finalmente presentar su candidatura.

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