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Política

El Gobierno se inhibe ante el voto delegado para que haya un Gobierno en Cataluña

El presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy.

El Gobierno evita, de momento, recurrir el voto delegado de Carles Puigdemont y Toni Comín. De momento, ha puesto en manos de los partidos esta responsabilidad, mientras le encarga a la abogacía del Estado una posible impugnación ante el TC. Mariano Rajoy mencionó que se estudiarán 'acciones legales' para impedir que los dos prófugos puedan ejercer su voto desde Alemania y Bélgica, donde ahora se encuentran.

Dejó el presidente, sin embargo, esta posibilidad en manos de los partidos, esto es, de Ciudadanos, ya que, según explicó en rueda de Prensa, el Gobierno carece de capacidad legal para plantear una reconsideración ante la Mesa.

Si este paso no fragua, entonces se estudiarían otras vías legales, algo que por ahora aparece como una solución algo etérea. Es decir, que Moncloa se cruza de brazos ante el voto delegado, le deja la responsabilidad al primer partido de la oposición en el Parlament, mientras confía en que el nuevo escenario allane el camino a la salida del actual laberinto. "Cataluña necesita ya un Gobierno que gobierne", dijo Rajoy este martes. En el caso de que se recurra al TC, la medida de la Mesa quedaría congelada y se paralizarían de nuevo todos los pasos en busca de una investidura. 

Con los votos delegados de Puigdemont y de Comín, el bloque independentista ya contaría con la mayoría simple que precisa para sacar adelante una investidura en la segunda vuelta. No tendría, de esta forma, necesidad alguna de los cuatro escaños de la CUP, que se ha negado a respaldar cualquier candidatura que no sea la del propio Puigdemont. El alambicado panorama adquiere visos de solucionarse.

Las dudas de Catalá

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha comentado en los pasillos del Senado, que cabe la posibilidad de que el acuerdo lo impugnen los grupos del Parlamento o que esa función la ejerza el Gobierno. "Lo estamos estudiando", añadió, sin más detalles.

Ciudadanos había urgido a Rajoy a tomar medidas para impedir esta burla a la ley, ya que el voto delegado no está previsto para los casos de quienes se escapan a la acción de la Justicia. También Rivera, líder del partido naranja, publicaba un tuit en el que señala su confianza en que Rajoy "recurra inmediatamente esta tomadura de pelo". Ciudadanos, no obstante, descarta por ahora promover la impugnación ante el TC, tal y como sospecha el propio Rajoy. Si Arrimadas no da el paso, el PP tampoco lo hará y el PSC ya ha dicho que ni lo intentará, la investidura está más cerca. 

El independentismo, eso sí, necesitará ponerse de acuerdo para designar a un candidato que reúna el consenso de todas las fuerzas. ERC se ha mostrado reticente a avalar a Puigdemont, por los problemas legales que ello acarrea. La estrategia de los secesionistas empieza a cobrar forma. Primero reforman la ley de Presidencia para permitirle al expresidente fugado que presente su candidatura telemática.

El TC y el Supremo ya se han pronunciado contra esta posibilidad. Surgiría entonces la puesta en marcha el 'plan D', un aspirante sin problemas con los tribunales. Esta segunda fase está aún muy verde. Finalmente, si no cuajan estas alternativas antes del 22 de mayo, habría que volver a las urnas. 

ERC, con cuyas listas se presentó Comín a las elecciones, no quiere nuevas elecciones. Puigdemont pretende forzar su propia investidura y no le importaría ir a nuevos comicios. Moncloa pretende que cuanto antes se nombre un 'Govern' para levantar el 155 y facilitarle el respaldo del PNV a sus presupuestos. 

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