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Política

ERC le pierde el miedo a las elecciones: "Puigdemont está K.O."

Roger Torrent, presidente del Parlament

"Puigdemont está K.O., pero nadie de los suyos se atreve a decírselo", comentan en las filas republicanas. "Ahora nos toca a nosotros". ERC ha recuperado el tono, se ha sacudido el abatimiento en el que se sumió tras el 21D. El partido de Puigdemont les pasó por encima cuando esperaban hacerse con el liderazgo del independentismo. Con su jefe de filas en prisión, sin apenas referentes de liderazgo, sin objetivos, los republicanos se han arrastrado estos meses entre el desánimo y la pesadumbre.

Las cosas han cambiado. ERC se sacude los complejos y empieza a levantar cabeza. Roger Torrent, desde el sillón presidencial del Parlament, les ha mostrado el camino. A Puigdemont se le puede parar los pies. Quedó demostrado este 30 de enero, cuando Torrent suspendió sine die la sesión de investidura. Una bofetada estrepitosa en la mejilla del 'presidente legítimo', que se veía ya confirmado al frente de la Generalitat, por encima de las disposiciones del TC. 

Torrent no quiere terminar como Carme Forcadell, el juguete más roto del 'procés'. El nuevo presidente del Legislativo catalán actúa con prudencia, paso firme y buenas palabras. No se apea de su boca la letanía de que no hay más presidente que Puigdemont. Pero está poniendo todos los obstáculos para impedirlo. Cancela la sesión de investidura, bloquea las chapuzas parlamentarias impulsadas por JxCat para entronizar a Puigdemont incluso por mail. Hasta se permite presentar un recurso ante Estrasburgo, para dar la sensación de que se está esforzando en la defensa del prófugo de Flandes. 

En ERC están sorprendidos. Recuperan el aliento. El escenario republicano ha dado un vuelco. Junqueras sigue en la cárcel, desde donde envía cotidianamente un mensaje de integridad, a prueba de traiciones. Sin paseos por el bosque, ostras o veladas en la ópera. Torrent es ahora la máxima autoridad de la única institución no intervenida por el 155. El Parlament no obedece las 'órdenes de Madrid'. 

Tres puntales para el cambio

Ha recuperado presencia mediática y discurso político con Sergi Servià, el jefe de su bancada. Un factor importante dada la  deteriorada imagen que transmitía Marta Rovira. "Una gigante", le piropeó Junqueras desde la cárcel para evitar celos de la activista. Incluso el atrabiliario y tosco Joan Tardá ha moderado sus intervenciones en el Congreso y sus comparecencias en televisión. "Al lado del extemporáneo Rufián, Tardà parece Churchill", comentaba con ironía un dirigente de esa formación. Son los tres pilares de la recuperación de ERC, una tríada conducida por Torrent y teleridigida por Junqueras desde prisión. 

JxCat sigue enredado en sacar adelante la misión imposible de investir a Puigdemont. Están atascados. Aumenta la combustión interna. Se les acaba el prédica del victimismo y de echarle las culpas a Madrid. El pulso lo tiene ahora en casa. El núcleo de Bruselas contra el PDeCAT. Los neoconvergentes no se animan a plantear abiertamente la fórmula sugerida por Junqueras. Un presidente simbólico 'en el exilio' y un presidente efectivo en Cataluña.

"El problema es que Puigdemont quiere algo más que un homenaje. Pretende una investidura digna y, si puede ser, histórica", añaden estas fuentes. Una doce de talibanes le tienen convencido de que Cataluña está pendiente de su presidencia. TV3 se encarga, también, de alimentar esta inasumible especie cada día. 

En ERC le han perdido el miedo incluso a nuevas elecciones, el gran espantajo que el fugado de Bruselas agitaba durante las difíciles negociaciones de estos últimos tiempos. "O Puigdemont o Puigdemont", decían sus fieles. O lo que es lo mismo: "O Puigdemont o elecciones". Ya no les espanta las urnas. Ni le temen al fantasma de Flandes, quien, seguramente, ni siquiera podría concurrir como candidato. El TC le va a cerrar, en unos días, toda posibilidad de ser investido. Rechazará el recurso del Parlament. Punto final. Las urnas vuelven a emerger en el endemoniado laberinto catalán.  

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