Secretos o desinformación

Están tanto el Gobierno de Estados Unidos como el de Ucrania en modo de control de daños tras enterarse de que se ha filtrado una gran cantidad de documentación secreta a través del tablón en Discord de un popular videojuego. Las filtraciones, que incluyen documentos clasificados sobre la guerra en Ucrania y deliberaciones internas de los servicios de inteligencia de Israel, han conmocionado al Pentágono y a todos los aliados de Estados Unidos en el extranjero, tanto los de la OTAN como Israel o los de Extremo oriente como Japón o Corea del Sur. Los que han tenido acceso a estas filtraciones aseguran que la documentación es muy sensible por lo que muestra, pero lo peor no es eso, sino la incapacidad de Estados Unidos para mantener en secreto la información clasificada en un momento especialmente difícil como este, cuando Rusia está invadiendo Ucrania y la OTAN se han puesto de su lado.

Ningún medio de comunicación ha podido verificar de forma independiente la veracidad de los documentos filtrados, aunque en el Pentágono se lo han tomado muy en serio. Todos en Washington andan como pollos sin cabeza sin saber muy bien de dónde viene la amenaza. El Departamento de Defensa ha abierto una investigación, también el de Justicia y hasta la propia CIA ya que ha quedado al descubierto información muy sensible sobre la escasez de munición que padecen los ucranianos y el estado de sus tropas. Junto a eso hay más de un centenar de fotografías de equipo militar, al parecer lo suficientemente detalladas como para que suponga un problema para los ucranianos ya que aparecen no sólo las armas, sino también los lugares en los que están operando.

Algo así es clasificado y altamente confidencial, información que debería estar al alcance de muy poca gente y que bajo ningún concepto debería aparecer publicada en un foro de videojuegos en internet. No es mucho lo que sabemos. Algunos periódicos como el Wall Street Journal o cadenas de televisión como la CNN han tenido acceso a esta información, o al menos a parte de ella. Como no pueden autentificarla no la han hecho pública. También, entiendo, que quieren ahorrarse problemas con el Gobierno. Publicar información clasificada proveniente de los servicios de inteligencia y que comprometa la seguridad nacional está terminantemente prohibido no sólo en EEUU, sino en todo el mundo. Lo que no está prohibido es hablar de una filtración, y eso mismo es lo que está haciendo la prensa. Algo parecido a lo que sucedió en España con el espionaje de Pegasus al Gobierno hace un año. En el caso de disponer de los documentos filtrados se puede informar del hecho, pero no publicar el material, lo cual tiene lógica.

Los analistas han observado que algunos estaban manipulados para mostrar un gran número de bajas entre las tropas ucranianas y minimizar las pérdidas rusas

De lo que sí ha informado el Pentágono es de que están aún tratando de determinar el tamaño y el alcance del destrozo. Fuentes no oficiales aseguran que se trata de la mayor filtración desde que Edward Snowden, un antiguo analista de la NSA, difundió documentos confidenciales que revelaban los programas de vigilancia de su agencia. No llega tampoco a lo de Wikileaks, pero toda filtración es preocupante, más aún una de esta magnitud. A estas alturas no se sabe quién fue el responsable de las filtraciones, pero acaban de detener a un joven de Massachusetts que trabaja en la Guardia Nacional como especialista en comunicaciones. Ahora bien, parte de los documentos empezaron a circular por canales rusos de Telegram. Ahí los analistas han observado que algunos estaban manipulados para mostrar un gran número de bajas entre las tropas ucranianas y minimizar las pérdidas rusas. Aunque no está claro cómo llegaron los documentos a internet, gran parte de lo que se ha podido ver parecen fotografías de documentos en papel que había sido desdoblado para tomarle la foto.

Para un oficial en el campo de batalla es muy descorazonador pensar que el enemigo sabe ya lo que tienes y qué piensas hacer con ello. Eso es sinónimo de enviar a su unidad al matadero

Los ucranianos han quitado hierro al asunto. Llevan días desacreditando las filtraciones. Para ellos es una pésima noticia ya que va contra la moral propia. Sus unidades militares están al tanto de lo todo lo que se publica respecto a la guerra en los medios internacionales. Para un oficial en el campo de batalla es muy descorazonador pensar que el enemigo sabe ya lo que tienes y qué piensas hacer con ello. Eso es sinónimo de enviar a su unidad al matadero. De ahí que el Gobierno ucraniano asegure que lo que se ha filtrado carece de importancia y que buena parte es información ficticia, una simple campaña de desinformación lanzada desde el Kremlin para perjudicar a Ucrania, a EEUU y sembrar la duda entre sus aliados. Porque, sea importante o baladí lo que se ha filtrado, el hecho es que las filtraciones en sí mismas minan la confianza que los países aliados tienen en Estados Unidos.

Entre la información filtrada se encuentran unos documentos que prueban que el Gobierno de EEUU está espiando al ucraniano. Algo así es factible y probablemente Zelenski cuente con ello. Son muchos miles de millones de dólares los que EEUU ha entregado a Ucrania en concepto de ayuda directa y material bélico. Es normal que no se terminen de fiar del todo de los políticos ucranianos, célebres por su escasa honradez. Podría también resultar que de lo que no se fíen es de su manera de llevar a cabo las operaciones bélicas y quieran poner un ojo (o un oído) en ellas sin que los ucranianos lo sepan. Pero de nuevo estamos especulando, podría ser una falsificación interesada.

El hecho es que no es la primera vez que sucede. Los hackeos de las altas instituciones se han convertido en un clásico. En 2015 la oficina de personal del Gobierno fue hackeada supuestamente por agentes chinos. Antes vino lo de Snowden y la NSA y antes de eso, en 2010, el escándalo WikiLeaks cuando cientos de miles de documentos diplomáticos y militares clasificados fueron aireados en la red y puestos a disposición de cualquiera para su descarga. Están demostrando una y otra vez que no se puede uno fiar de ellos cuando se trata de proteger cierto tipo de información. Esta es la razón por la que no sería de extrañar que sus aliados se lo piensen dos veces antes de comunicar según que cosas a Estados Unidos.

Lo que estos documentos buscan es dañar la relación que tiene Estados Unidos con sus socios en Europa y en otras partes del mundo

Porque, a diferencia de lo que sucedía en 2015, en 2013 o en 2010, ahora nos encontramos con una guerra en curso y un contexto internacional especialmente conflictivo. Por lo que sabe, lo que estos documentos buscan es dañar la relación que tiene Estados Unidos con sus socios en Europa y en otras partes del mundo. No es una filtración gigantesca, afectan directamente a la guerra en Ucrania, pero no sólo eso. Hay una parte que corresponde a información confidencial sobre Corea del Sur. Al parecer EEUU ha presionado al Gobierno surcoreano para que les venda armas a ellos y así puedan luego transferírselas a Ucrania. Corea del Sur tiene una relación muy particular con Rusia por todo lo relativo a Corea del Norte, que es fronteriza con Rusia. Los surcoreanos no quieren problemas con Rusia ya que para ellos es un elemento que equilibra sus malas relaciones con el norte. Algo similar pasa con Israel. Entre la documentación filtrada hay referencias al Mossad que, según se extrae de esta documentación, ha promovido las manifestaciones contra el Gobierno de Benjamin Netanyahu de los últimos meses a cuenta de la reforma judicial. De nuevo estamos en las mismas. Podría ser cierto o tratarse de una burda intoxicación, pero la semilla de la duda ya está sembrada. Mal asunto porque una alianza, cualquier tipo de alianza, se fundamenta sobre la confianza mutua. Si sospechas que un amigo te la está jugando la amistad quizá no se quiebre, pero se resentirá.

Podría ser también que lo que estemos viendo aquí no sea más que un frente de la guerra que suele pasar desapercibido, pero que es tan importante como el del Donbás: el de la desinformación. Ese frente es la especialidad de Vladimir Putin que, recordemos, es espía de formación y también de vocación. Todos sus grandes éxitos en el extranjero se los ha debido a su habilidad para manejar a su antojo la información ya fuese ésta real o inventada.