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Opinión

¿Qué pensará Echenique?

Las mismas teorías que se escuchan ahora respecto a los impuestos a la banca y a las energéticas anunciados por Pedro Sánchez son las que se escucharon en Extremadura

El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique EUROPA PRESS

Qué fácil es hacerse de izquierdas en España. Se anuncia un impuesto a la banca y otro a las energéticas y te conviertes en un izquierdista.

Eso sí, con algo de retraso. Hace 20 años que la Junta de Extremadura, gobernada por el PSOE, ya creó ambos impuestos junto al que se impuso a los solares sin edificar y a los cotos de caza. Antes de que los impuestos anunciados por Pedro Sánchez -a bancos y energéticas- se le “ocurriera” a Pablo Echenique, unos socialistas en la periférica Extremadura hicieron uso de su capacidad normativa e implantaron esos impuestos que fueron votados negativamente por el Grupo parlamentario del PP y por Izquierda Unida que, entonces creyeron que esas medidas no se correspondían con el ideario de la izquierda auténtica, que era la que ellos representaban pero que jamás consiguieron que el electorado extremeño se lo comprara.

Aznar, entonces presidente del Gobierno de España, corrió como loco a defender los intereses de los más poderosos frente a los más débiles. Acudió al Tribunal Constitucional para que declararan inconstitucionales esas medidas. Desgraciadamente para él y afortunadamente para el sistema educativo extremeño, que pudo acometer la compra de miles de ordenadores para que hubiera uno en cada pupitre en secundaria y bachillerato, el Tribunal Constitucional avaló el impuesto a los depósitos bancarios. Años más tarde, el mismo Tribunal declaró constitucional la llamada “ecotasa”, el impuesto a las instalaciones eléctricas y telefónicas, en este caso, con la finalidad de proteger el medio ambiente.

Los enemigos de ese tipo de impuestos extienden la sospecha de que al final acabaremos pagando los ciudadanos lo que contribuyan la banca y las energéticas

Las mismas historias que se oyen ahora respecto a los impuestos a la banca y a las energéticas anunciados por Pedro Sánchez se escucharon entonces en Extremadura. Los enemigos de ese tipo de impuestos extienden la sospecha de que al final acabaremos pagando los ciudadanos lo que contribuyan la banca y las energéticas. En Extremadura dijeron que cerrarían todas las sucursales de los bancos. Para nosotros hubiera sido un premio porque las Cajas de Ahorros y las Rurales quedarían exentas de tributar y se convertirían en los grandes bancos extremeños con sucursales en la mayor parte de las poblaciones de la Comunidad. No cerró ni una sucursal. Iban de farol y pagaron religiosamente lo que les correspondían. No pagaron los extremeños como aventuraban los agoreros. Fueron los bancos los que permitieron que Juan Antonio Monago, presidente de la Junta de Extremadura y correligionario de Aznar dispusiera, nada más resultar elegido presidente de Extremadura, de 300 millones de euros que su jefe de partido no pudo sustraer a los escolares extremeños.

la Junta de Extremadura estuvo dispuesta a legislar para que esas compañías tuvieran la obligación de soterrar todo el cableado que afeaba pueblos y ciudades y atentaba contra el medio ambiente, el turismo y la vida de miles de aves

Los eléctricos y los de la telefonía no eran partidarios de ese impuesto ecológico que, según ellos, repetía el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y el Impuesto de Actividades Económicas (IAE). Tras largo proceso judicial, ninguna de las dos excusas fue admitida finalmente por el Tribunal Constitucional. De no haber sido así, la Junta de Extremadura estaba dispuesta a legislar para que esas compañías tuvieran la obligación de soterrar todo el entramado de cables que afeaba pueblos y ciudades y atentaba contra el medio ambiente, el turismo y la vida de miles de aves que morían por impacto contra ese laberíntico cableado que, tarde o temprano, tendrán que soterrar si de verdad creemos que la mensajería del futuro no será por vía terrestre sino aérea a través de centenares de miles de drones que dejaran los pedidos en las casas de los clientes.

Termino recordando el impuesto a los cotos de caza de Extremadura o a los solares sin edificar. La amenaza fue la misma de siempre; la misma que se oye hoy después del anuncio del Gobierno de la creación de dos nuevas figuras impositivas: se cerrarían todos los cotos de caza mayor y se impugnaba un impuesto que impediría mantener per sécula seculorum solares sin edificar a la espera de que subiera el valor en el mercado, mientras miles de jóvenes aspiraban a tener una vivienda en condiciones en propiedad o en alquiler. No se cerró ni un solo coto de caza. Todo lo contrario, sus dueños comenzaron a considerar esos cotos como negocio en lugar de un capricho, y procedieron a mejorarlos y así dejaron atrás la imagen de Los Santos Inocentes. Miles de matrimonios encontraron una vivienda donde antes había un solar esperando enriquecer al propietario.

De todas maneras, siento terminar con una mala noticia: En la República de Hungría, el primer ministro Víctor Orban hace meses que ya impuso el mismo impuesto bancario que pretende imponer el gobierno de España. ¿Qué pensará Echenique?

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.

  • A
    Alfonso

    "Aznar, entonces presidente del Gobierno de España, corrió como loco a defender los intereses de los más poderosos", por el "trabajo" de un discípulo de Alfonso Guerra, que ha hecho chaleses para gente pudiente en Valdecañas, un hotel y retaurante apoyado por dinero público, vulnerando normas urbanísticas, "atrio" para pudientes, un museo flojo -y carísimo en coste y subvenciones anuales- (nada al lado del MEIAC de Badajoz) el "Helga de Alvear" en Cáceres, colocado por Ibarra también Manuel Amigo en Iberdrola (empresa "de tercera"), fantasearon con una refinería ... ¿Por qué no se calla R. Ibarra, ya? Alfonso Ambrosio, desde Cáceres, que bebe agua de una "cloaca maxima" de Madrid, por obra y gracia de R. Ibarra ...

  • W
    Wesly

    Sr. Ibarra, Ud sabe perfectamente (porque es un beneficiario más) que muchos, demasiados impuestos se dedican a pagar privilegios absolutamente escandalosos de políticos, empleados públicos y liberados sindicales.

    Claro que hay que pagar impuestos, pero, antes de decidir cuánto hemos de pagar, habría que dejar absolutamente claras y resueltas tres cuestiones previas.

    La primera es delimitar, con criterios claros y perfectamente justificados, para qué es justo que se nos exija que paguemos impuestos. ¿Para subvencionar generosamente a partidos políticos y sindicatos?, ¿ para pagar el sueldo y los privilegios de políticos y empleados públicos no sujetos a la competencia?, ¿para contratar a amigos y familiares de los políticos como funcionarios?, ¿para engordar una Administración mastodóntica e ineficiente?, ¿para repartir regalos a cambio de votos para el partido del Gobierno?.

    La segunda es qué controles efectivos, qué criterios claros, qué procedimientos operativos, qué auditorias exhaustivas están ya implantados para asegurar 1) que todo el dinero público se gasta sólo de la forma más eficaz posible para servir al interés general, y 2) que todo intento de incumplir el punto 1 anterior será detectado y denunciado ante la justicia.

    Y la tercera es qué sanciones aumentadas están ya previstas en el código penal para castigar el robo, la malversación, y la gestión negligente o desleal del dinero público.

    Sr. Ibarra, mientras estas cuestiones no estén perfectamente diseñadas e implantadas, exigir el pago de impuestos en realidad se parece mucho a un expolio perpetrado mediante extorsión mafiosa.

  • K
    Kubrik

    Hoy, la autocrítca se la hace a ud. Jorge Vilches, sr. Rodríguez.
    Echenique no va a cenar, pensando en lo de Hungría. Se lo digo yo.
    Me descojono.

  • L
    Lenora

    El 90% (siendo generosos) de los cargos del PSOE de antes y de ahora son pura gent.uza y todavía se atreven a sermonear y dar lecciones. Pero qué horrible cruz nos ha caído, no nos libraremos de ellos jamás. Hasta cuando están jubilados dan por c...

  • U
    Urente

    Ardo en deseos de que el sr. Cacho invite también a Zapatero a escribir aquí reivindicando y alardeando de su gestión.

  • U
    Urente

    "defender los intereses de los más poderosos frente a los más débiles."

    Todo lo que escribe este sujeto hiede a naftalina.

    • C
      Casandro

      Señor autor, conozco el PSOE de Madrid desde antes de morir Franco, conozco Extremadura desde el día de nacimiento, conocí el PSOE de Extremadura en 1976, mi baja en el PSOE fue instantánea. Menuda gentuza paleta, ignorante, soberbia y corrupta.

      No han hecho más que destruir Extremadura desde que el chancho blanco se instaló en Mérida. Que pena de la región más rica de España gobernada por los políticos más paletos del mundo.

  • C
    Caminante

    Aquí viene este "señor" dando lecciones de izquierdismo diciendo lo chupiguay que es subir impuestos y el otro día poniendo verde a Ayuso por bajarlos.
    No hay mas que ver donde está Madrid (salvando las distancias) de donde está Extremadura donde, salvo la legislatura de Monago ha estado en manos de estos inútiles, donde llega supersanchez a inaugurar un AVE a 89 km/h.
    Pobres extremeños, pero simple y llanamente tenéis lo que habéis votado, no podéis quejaros.

  • V
    vallecas

    D, Juan Carlos. Que poco aporta usted. Supongo que en el fondo es usted un jubilado que se entretiene escribiendo unos párrafos.

    Tenemos a PS al frente de un grupo de "odiadores" de España y usted acordándose de un tipo tan retorcido, malvado e inútil como Echenique.

  • R
    Ritor

    Después de esos impuestos tan progresistas que se pusieron en Extremadura la región pasó a encabezar en pocos años todas los índices de desarrollo de España y de Europa.
    Y así todo sr. Ibarra, y así todo.

    • T
      Tony010

      Si, el problema que tiene este señor es el que tiene la izquierda en general, cuanto más pobres, más avanzados, cuanta más miseria, más innovadores, cuanta más demagogia más solidaridad - muy fuerte lo de que los niños tienen ordenadores gracias al impuesto a los Bancos, muy fuerte (en España ¿desde cuándo los impuestos son finalistas?), cuantas más mentiras, más verdades. Como dice Vd. muy bien. Así todo.

    • C
      Casandro

      Ibarra no es que esté senil o incapacitado por el Alzheimer, es que esa ha sido su capacidad cognitiva intelectual desde siempre, y claro así está Extremadura y lo que es peor los extremeños con ordenador.