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Opinión

El problema de la selectividad

Estas son las carreras universitarias más fáciles de cursar
Varios alumnos en las pruebas de la Selectividad EP

El pueblo vasco tiene unas características propias de tipo cultural y espiritual, entre los que destaca su lengua milenaria. Esos rasgos peculiares dan al pueblo una personalidad específica, dentro del conjunto de pueblos que constituyen el Estado español actual.

Las palabras que dan comienzo al artículo de hoy aparecían la semana pasada en una de las pruebas de acceso a la universidad a las que se tuvieron que enfrentar los alumnos del País Vasco. Concretamente, en el examen de Historia de España. Comentario de texto, opción B. La otra opción era ‘Oligarquía y caciquismo’, de Joaquín Costa.

Ha sido el de Añoveros el que ha desatado durante unas horas la polémica estéril de siempre. Nuestras polémicas ya dan para lo que dan. Tanto las que parten de un escándalo real como las que se crean para pasar el rato. Unas horas, unos días como mucho, y a otra cosa. “Adoctrinamiento en la escuela”, se escuchó de nuevo. Resulta que la elección de un texto histórico, una fuente directa de finales del franquismo, es un intento de adoctrinar a los alumnos vascos. Las polémicas dan para lo que dan, y nosotros también. Tenemos cuatro o cinco etiquetas mentales y vamos clasificando todo lo que pasa por nuestras pantallas según esas categorías. 

Algo parecido se vivió unos días antes en Madrid. Una de las opciones de la prueba de Historia de España pedía a los alumnos madrileños que comentasen una foto de la victoria del Partido Popular en las elecciones de 1996. Explique brevemente el tipo de fuente, la localización cronológica y el contenido atendiendo a la siguiente imagen. Relacione esta imagen con la alternancia política: gobiernos del Partido Popular. Otras doce horas de polémica. “¿Qué pensaría la derecha si fuera una foto de la victoria de Pedro Sánchez o Zapatero?”, publicaba un autodenominado defensor de la educación pública.

A la mayoría de los estudiantes lo único que les preocupa en Bachillerato es la nota. Raramente les interesa reflexionar, profundizar o contrastar la información que reciben

Todos estos análisis en torno a la capacidad de los profesores para manipular a sus alumnos parten de un profundo desconocimiento sobre la capacidad de los alumnos para interiorizar la información que reciben. A la mayoría de los estudiantes lo único que les preocupa en Bachillerato es la nota. Raramente les interesa reflexionar, profundizar o contrastar la información que reciben. Y les interesa raramente porque raramente les pedimos que lo hagan. Esto tiene una parte mala y una parte buena. La mala es que no aprenden lo que se les enseña. Y la buena es que no aprenden lo que se les enseña. Si un profesor nacionalista quisiera que sus alumnos comenzaran a amar la cultura de su pueblo milenario, no lo conseguiría poniendo un texto como el de Añoveros. Y si un profesor de derechas -casi oxímoron- pretendiese que sus alumnos se afiliaran a Nuevas Generaciones, enseguida comprobaría la inutilidad de ponerlos a comentar una foto de Aznar en el balcón de Génova.   

Estas denuncias en el fondo no apuestan por la neutralidad, sino por la mutilación. Mal el discurso de Añoveros, mal la victoria del PP en el 96. Es una manera un tanto extraña de pretender que nuestros alumnos conozcan nuestra historia. Queremos que sepan qué es el nacionalismo y qué papel ha jugado la Iglesia vasca en el “conflicto”, pero si cae una homilía de Añoveros nos rasgamos las vestiduras. “No saben qué fue ETA”, solemos denunciar. Pero probablemente nos parecería mal que en el examen de Selectividad tuvieran que comentar una portada del Egin, un discurso de Otegi o un manifiesto de Basta Ya. 

El problema nunca es el texto, sino el contexto. Y el contexto lo aporta necesariamente el profesor en el aula; donde no entra la prensa y donde la Inspección se limita a comprobar que se cumplen las normas y los dogmas de las consejerías de Educación, especialmente de aquellas con la explícita misión de salvaguardar las esencias milenarias de su pueblo. 

El problema de fondo no es que los alumnos vascos lean una homilía de 1974, sino el hecho de que el sistema educativo se ha construido tomando las primeras palabras de este artículo como dogma de fe. Las condiciones en las que aprenden, que perjudican claramente a miles de ellos, están avaladas no por aquel obispo, sino por los consejeros Bildarratz y Zupiria.¿Cómo no va a ser la consejería de Educación un mero departamento de la consejería de Política Lingüística si nuestra “lengua milenaria” y nuestras “particulares características espirituales” dan a nuestro “pueblo una personalidad específica, dentro del conjunto de pueblos que constituyen el Estado español actual”?

No existe una prueba común para los estudiantes españoles, a pesar de que los resultados de esas heterogéneas pruebas son los que servirán para seleccionar a los mejores

Todo esto explica el lamentable estado en el que gran parte de los alumnos vascos sale de nuestro sistema educativo, un sistema que no les permite estudiar en la lengua en la que podrían desarrollar mejor su aprendizaje. Pero, además, la selectividad cuenta con otra característica difícilmente justificable: no existe en realidad una prueba común para los estudiantes españoles, a pesar de que los resultados de esas heterogéneas pruebas son los que servirán para seleccionar a los mejores. Por eso el sistema educativo de Cataluña puede presumir periódicamente de las notas que sus alumnos obtienen en Lengua castellana, al mismo tiempo que se sitúan a la cola de España en las pruebas externas que miden la comprensión lectora.  

Lo curioso de este último asunto es que la inexistencia de un sistema educativo español no se debe al flagrante y permanente incumplimiento de la Constitución por parte de las administraciones nacionalistas, sino precisamente a su desarrollo lógico. Lástima que los constitucionalistas sigan sin darse cuenta de que los auténticos constitucionalistas no son ellos.

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  • K
    Kj26

    Desengáñese Monsalvo, aquí la "selectividad" no selecciona. Es solo un nombre para engañar al personal.

    Tenemos un sistema 17 sistemas educativos distintos, ninguno diseñado para educar a los alumnos en respeto hacia España como elemento común de cohesión; sino todo lo contrario. No se mide los resultados conseguidos para no poder valorar y que los ciudadanos no se den cuenta del 'timo educativo'.

  • N
    Norne Gaest

    Fue bueno el artículo anterior, pero este no, en mi opinión. Se cita varias veces a Añoveros sin explicar mínimamente un hecho ocurrió hace casi medio siglo, del que será raro el lector de cierta edad que recuerde el caso. Luego se hacen unas consideraciones arriesgadas, criticando a los que critican el adoctrinamiento nacionalista (con una redacción mejorable y exceso de ironía) que concluye en que los "los constitucionalistas sigan sin darse cuenta de que los auténticos constitucionalistas no son ellos", con lo que se supone que en este caso son los nacionalistas. Y aquí acaba...

  • M
    Messidor

    "Y si un profesor de derechas -casi oxímoron- (...)"

    No lo entiendo. ¿Sugiere que si alguien es de derechas entonces no es "casi" (?) posible que sea también profesor y viceversa?

    Algo se me habrá escapado, no es verosímil que el autor sea tan descerebrado ni que nos tome por tales a los lectores.

  • P
    Petrapacheco

    Se solucionaría el tema con un examen único.
    lo de la selectividad clama al cielo.
    Y el problema no es de nacionalismos, sino de cortijos donde mis alumnos son mejores que el resto, y mientras los alumnos cada día más zoquetes.
    No saben hacer la O con un canuto, pero sacan un 13 en el selectivo para entrar en los dobles grados de alta alcurnia.
    Salvo los niños -y niñas- de bien, que esos tienen plaza reservada donde papi. Y aunque no sepan hacer la O -que tampoco- tienen la vida asegurada para poder sufragar los gastos que tanta vida social conlleva.

    • J
      JAKS

      Estamos dando demasiada importancia a la formación del personal... cuando no se aprende nada, no sólo en las escuelas, sino también en las facultades, donde enseñan aquellos que no valen para la vida profesional... (el que vale, vale, y el que no, profesor de universidad para que compren su libro)

      Seguramente se salven las ingenierías y las biotecnológicas, y algún alumno outlier en cualquier otra rama de conocimiento.

      Se lleva décadas hablando de la titulitis, del negocio de las certificaciones, etc... pero el hamster sigue corriendo en esa rueda...

      La gente aprende cuando se tiene que buscar la vida, la mayoría de las veces cuando empieza a trabajar, y en el mejor de los casos, con una buena FP dual...

  • V
    vallecas

    Le ruego por favor no sea tan frívolo D. Óscar. Las cosas no se dan de un día para otro (salvo en los golpes armados). En los golpes lentos, como el que se está dando en Cataluña y en el País Vasco, las cosas se hacen poco a poco. Como no han podido sacar a Euskadi de España, van a sacar España de Euskadi. Es un PLAN completo. Cuando un padre lleva a su hijo de 8 años a conmemorar, a aplaudir a un asesino de la ETA, es porque el plan está teniendo éxito.