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Opinión

Eros y política

Yolanda Díaz y Pedro Sánchez celebrando la investidura
Yolanda Díaz y Pedro Sánchez celebrando la investidura EFE

Suele no darse importancia al erotismo en política. Es un gran error. La seducción y el erotismo tienen un gran papel en el mundo político. ¿Fue decisivo el talento como felatriz de la famosa Evita para el régimen peronista (y su virus religioso adjunto) en Argentina? Yo creo que sí. ¿Y qué decir de la excelsa Cleopatra, una ninfómana (según los historiadores) que usaba magistralmente su sexualidad para manipular y conquistar a sus enemigos. Véase el romano Marco Antonio. ¿Y Kennedy? ¿Hubiera seducido a los norteamericanos si no hubiera sido un hombre apuesto, un gran seductor? No lo creo.

Pero vayamos al enloquecido mundo actual y a la desnortada España, a merced de un prófugo de la justicia y de su banda de nacional-racistas catalanes. Gente vil y enemiga de España, cierto. Gente despreciable, traidora, corrupta y ladrona. Indiscutible. Pero. No perdamos de vista que el primer posibilitador, promotor y rector del infame relajo en que se ha convertido España, es Pedro Sánchez. Y el erotismo ha sido crucial en el éxito que ha tenido y tiene el presidente.

Si Sánchez no fuera un hombre alto y apuesto, hoy no gobernaría España. La mitad, más o menos, de los votantes españoles lo ha votado. Sabiendo que es un mentiroso compulsivo, lo han votado. No los engañó en lo fundamental, hay que decirlo. Estoy convencido de que su aspecto de chulo lubricado lo ha ayudado mucho. Y él lo sabe. Viaja siempre con una “experta en belleza y televisión”, según ha trascendido. Lo que indica que es muy consciente de lo que importa su apariencia en una sociedad que es ya pura impostura, cáscara, confeti y ausencia de meollo.

Yo me equivoqué con Sánchez, parecía otro trepa entre vanidoso e idiota de los que tanto abundan en política. Pero. No. Es un peligroso narcisista, un adicto cuya droga es el poder y que, como buen adicto, está dispuesto a hacer cualquier cosa para procurarse la dosis, incluso prostituirse y prostituirnos a todos. Nos hará arrodillarnos, como ya hace, ante un delincuente como Puigdemont y su banda y pondrá a Suiza, (valiente país de mierda, para quienes los españoles son poco más que indígenas), a tutelar la soberanía, la ley, la Constitución y las decisiones ejecutivas y judiciales de los españoles. Todo para conseguir, insisto, su dosis de droga, suministrada en este caso por el camello Puigdemont y por el nacional–racismo catalán.

La feminidad de Bolaños y López aflora en presencia del seductor Sánchez, pero lejos de él, son, supongo, masculinísimos. Una cosa nada tiene que ver con la otra

Otra ventaja de Sánchez, es que es capaz de erotizar a hombres y mujeres por igual. Basta ver la adoración envaselinada que le profesan Yolanda Díaz y Félix Bolaños, por poner sólo dos ejemplos. El eros político ejerce generalmente a niveles mentales, aunque hay excepciones, el seductor quiere fascinar y someter a su voluntad a sus víctimas, no empotrarlas, como se dice en lenguaje popular. No es un macho alfa sino un onanista. Un masturbador de espejo. No le interesa el sexo como tal, lo que le cautiva es el deseo como dominio. Para ilustrar lo que digo basta recordar las fotos de Batet contemplando con los ojos húmedos y la boca entreabierta, colgada del cuello de su adorado, a punto de soltarse a jadear. Y no sólo ella, han notado ustedes cómo la mirada de Bolaños y López Patxi se humedece en presencia de su Amo y Señor. Bolaños y López se convierten ante Sánchez en damiselas en apuros. Pero. Ojo. No estoy insinuando nada acerca de la sexualidad de los señores Bolaños y López. La feminidad de Bolaños y López aflora en presencia del seductor Sánchez, pero lejos de él, son, supongo, masculinísimos. Una cosa nada tiene que ver con la otra.

Se trata de una mujer cuyo nulo bagaje cognitivo y notoria incapacidad expresiva hubieran sido, para otra persona, un impedimento para hacer carrera, aún en un país como España cuya clase política está entre las más analfabetas del mundo

Y aun diré algo de Yolanda Díaz, destacado ejemplo de lo que trato de explicar acerca del erotismo en política. Díaz no se acerca a saludar como ningún otro ser humano que yo haya visto, ella se abalanza sobre sus víctimas como si fuera a insertarles la lengua hasta la garganta, mientras se les pega sensualmente en busca de una complicidad corporal propia de relaciones carnales, no de saludos ocasionales. Nadie dudará de que sus métodos le han dado buenos resultados, recuérdese que se trata de una mujer cuyo nulo bagaje cognitivo y notoria incapacidad expresiva hubieran sido, para otra persona, un impedimento para hacer carrera, aún en un país como España cuya clase política está entre las más analfabetas del mundo.

El erotismo es fundamental en política, lo sé porque la experiencia cubana es paradigmática al respecto. Hubo un momento en que gran parte de la población cubana quería ser empotrada por Fidel Castro. Amén de un caudillo ideológico, Castro fue un objeto de deseo sexual para los cubanos. Y eso le permitió ascender al poder y conservarlo. No digo que Sánchez sea un Castro, el español carece de carisma, y del fulgor sexual de un Castro. Sánchez es un masturbador de espejo, un onanista. Pero en ambos casos Eros ha canalizado sus destinos hacia el poder para desgracia de españoles y cubanos.

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  • L
    Luzmasluz

    Está bien este enfoque del asunto... pero amplío el área erótica: más de la mitad del censo electoral está formado por donas... detalle importantísimo que la izquierda ha tenido y sigue teniendo muy en cuenta... hay no poca legislación pro féminas, toda o casi toda producida por la "izquierda"... no por el bien de las féminas - aunque, lógicamente, sí también - sino por el recuento en día electoral... Los partidos políticos están obligados a confeccionar las listas electoral de determinada manera, pero a favor del colectivo femenino....

  • K
    k. k.

    Sánchez ha escogido bien a sus presas.

    Por un lado, tiene a la sección femenina, a la que engatusa hábilmente. En algunos casos, gente considerada, que tenía prestigio. Me refiero por ejemplo a Marlaska o a Robles, que eran juristas relativamente respetados. Se les presuponía algo de inteligencia. Ahora nadan en el fango. Y en esto hay que reconocerle a Sánchez unas grandes cualidades para la persuasión. También sorprende que estos individuos hayan caído tan bajo. El caso de Marlaska es paradigmático. Se ha convertido en un muñequito de trapo.

    Por otro lado, Sánchez se ha ido rodeando de enanos mentales, gente con una parálisis intelectual manifiesta y pronunciada. Es el caso de Patxi, que es profundamente limitado. O de Iceta. O de todos sus votantes. No hay tanta persuasión del emisor alfa como unas carencias evidentes en el receptor. Este es el gran problema de este país.

    Los políticos decentes deberían profundizar en técnicas similares. Ayuso ya lo ha hecho, en cierto modo, y los resultados han sido espectaculares. Y no tiene que nada que ver con la belleza, ni con la altura. Es el carisma, el desparpajo.

    Casado era un robot y Frijolito está lejos de dar la talla.

  • O
    Orencio

    Uno que ya certificó lo guapo que es el tipo es el experto en opinión Tezanos. Pues recuerda un poco al deshollinador de Mary Poppins, en antipático. Claro que los deshollinadores tienen su significado freudiano.

  • T
    Talleyrand

    Este tema es un melon abierto en canal.

    De entrada me han pasado por la cabeza algunas películas memorables.
    Ese oscuro objeto del deseo, Viridiana y Belle de jour del gran Buñuel.
    Dándole vueltas al sexo, el sadomasoquismo y la prostitución deseada y no necesaria para vivir.
    El Diario de una ninfomana entraria tambien en esa categoria "politica"

    Aqui hay muchos y muchas que "harían lo que fuera" para "parar al fascismo"
    No es una forma de prostitución progresista y "bienpaga" para agradar al semental politico?

    Finalmente y para bajar la tensión política no resuelta, me he acordado de un chiste que le viene como anillo al dedo a los votantes socialistas cuando imaginan lo que mas les gusta hacer en la cama poliltica con su amado lider:

    Próximo lema de campaña:

    "Miénteme Pinocho!" Y a fondo!

  • Y
    Yorick

    Ni eros ni política, sino la suma desequilibrada de ambos: sadomasoquismo.

  • V
    vallecas

    De acuerdo D. Juan. Sánchez engaña a los "idiotas" que le admiran y que le votan, pero los que permiten que haya llegado tan lejos es el "establishment" español.
    Ahora Sánchez es un tumor maligno dentro de nuestras entrañas. Solo hay 2 opciones. O le destruimos o él nos destruye a nosotros.

    Por la indolencia de los "poderosos", ahora hay que hacerlo por la "fuerza", por la "puerta trasera".
    Sería cómico que fuera el Rey Emérito quien arreglase la situación.

  • N
    Norne Gaest

    Voy a tener que comprar el libro "Eros y política", que estaba dudando.
    En el artículo, una vez empezado, esperaba alguna referencia más. Por ejemplo, como mira la Armengol a su adorado presidente, o la seducción que me parece que ejerce sobre M.J. Montero desde siempre. En cambio, la química sexual no funcionó con I. Montero, la defenestrada, a juzgar por las imágenes de sus entrevistas con el seductor monclovita (éste sabe muy bien con quien desplegar sus encantos), una Montero a la que solo ha faltado seguir las sesiones del Congreso abrazada a su amiga Belarra, en íntima soledad política y personal.
    Lo que me resulta más difícil de captar es el atractivo del Coletas, sobre todo antes de cortársela, quien a pesar de un físico más bien repelente y encorvado tiene una colección de conquistas, incluido la susodicha ex ministra. Quizás sea la labia, cierto carisma de líder (para los suyos, evidentemente, aunque hoy está devaluado) y desde luego que pudo colocarlas (a una detrás de una columna, es cierto, pero ya ha vuelto a las tertulias de la Sexta). A ver si nos lo explica una semana de estas.

    • L
      Lenora

      Pues sí, se ha olvidado del más enamorado de todos: Marlaska, ese sí que está loquito por su dueño y señor, aunque no tenga nada que hacer en el aspecto sexual ( ¿o sí?) es capaz de todo con tal de tenerle cerca y servirle perrunamente.