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Opinión

Ensanchar la democracia

Yolanda Díaz y Pedro Sánchez.
Yolanda Díaz y Pedro Sánchez. EFE / Emilio Naranjo.

Si en algo ha sido constante el Gobierno es en su sinceridad. Quien dice sentirse engañado a estas alturas es o bien un tramposo de la peor especie, o bien un ignorante supino. O bien, tercera opción, alguien que esperaba seguir gozando de las engrasadas autopistas de las subvenciones y las alabanzas culturales hasta que le han dicho que no le renuevan el carnet de progresista oficial. 

Es imposible que un español pueda hoy sentirse realmente engañado por las acciones del Gobierno, todas ellas sistemática y consistentemente dirigidas a la corrupción de las instituciones democráticas y a la consolidación de un poder absolutamente arbitrario; y todas ellas anunciadas desde el primer momento, mediante declaraciones y discursos, hasta la saciedad.  

Los miembros de Podemos eran admiradores declarados de Hugo Chávez, de la Alemania comunista y de la Revolución Rusa. Es decir: del poder político sin límites, de la violencia oficial y extraoficial para conseguir y mantener el poder y del control totalitario de la población. La palabra clave en “admiradores declarados” no es “admiradores”, sino “declarados”. Cualquier votante de Podemos sabía lo que estaba votando. Y cualquier partidario de la alianza progresista con Podemos sabe lo que ha legitimado. 

Es, sencillamente, continuidad y coherencia. La plasticidad ejecutiva y legislativa de los años González al servicio del desquiciamiento ideológico de los años Zapatero

Los miembros del PSOE no tenían que declarar nada porque ya habían mostrado sus ideales políticos durante la II República y durante los gobiernos de Felipe González y de José Luis Rodríguez Zapatero. La etapa de Sánchez no es una excepción histórica, como a tantos socialistas les gusta repetir estos días. Tampoco es una culminación, un desvío temporal ni mucho menos una traición a su historia. Es, sencillamente, continuidad y coherencia. La plasticidad ejecutiva y legislativa de los años González al servicio del desquiciamiento ideológico de los años Zapatero.

Quien mejor ha resumido la esencia de este Gobierno ha sido la vicepresidenta y ministra Yolanda Díaz, que la semana pasada se encontraba haciendo las Américas. Primero visitó México, y después Argentina (en el Vaticano). En México dejó una expresión clara y sincera: quieren seguir “ensanchando la democracia”. El juego de palabras que se nos ocurre a todos es fácil y vacío: quieren seguir convirtiendo la democracia en una mera representación de los deseos de Sánchez. Pero Sánchez es irrelevante. Lo dijimos aquí hace tiempo. Es divertido presentarlo como un demonio, un sátrapa, un tirano, un tipo sin ideología y sin escrúpulos, un hombre inteligente, un hombre idiota, un conspirador en la sombra con un plan a largo plazo y un mero narcisista obsesionado con la erótica del poder. Es aún más divertido observar cómo es descrito como todo a la vez sin que resuenen las costuras de la coherencia analítica.

Tan evidente es que el problema no es Sánchez que quien realiza esas declaraciones es una ministra del Gobierno. Las declaraciones, por cierto, se referían a la amnistía. Conceder la amnistía es una manera de ensanchar la democracia, y es verdad. Pero no es la concesión lo que la ensancha, sino el hecho de concederla por encima de cualquier objeción política y jurídica, el hecho de concederla sin que haya una reacción social significativa y el hecho de concederla como premio a unos apoyos en la investidura. 

El Gobierno socialista se ha convertido en el defensor más radical del laissez faire en España, y su lamento es el mismo que el de Tony el Gordo en Los Simpson o el de Nigel de Jong en la final del Mundial 2010: no nos dejan hacer nuestro trabajo

Ensanchar la democracia significa exactamente lo que parece. Soltar los codazos que hagan falta para que la voluntad del Ejecutivo pueda abrirse camino hasta sus objetivos. El mensaje de la última semana en las portavocías mediáticas del PSOE no podría haber sido, de nuevo, más claro. “Cada vez que el Ejecutivo mueve ficha, un juez mueve ficha”, recogían en El Mundo. Los jueces están boicoteando la política del Gobierno, repetían en las tertulias. El Gobierno socialista se ha convertido en el defensor más radical del laissez faire en España, y su lamento es el mismo que el de Tony el Gordo en Los Simpson o el de Nigel de Jong en la final del Mundial 2010: no nos dejan hacer nuestro trabajo. 

El daño de este Gobierno es mucho mayor de lo que creemos, porque no termina -ni empieza- con la figura de Sánchez. Odiar a Sánchez es como odiar el torno que nos corta el paso. Lo que se está instalando no es un régimen personalista, ni siquiera unos ideales políticos concretos. Se está consolidando algo que ya ha tenido sus momentos en la historia. El socialismo sin límites. El Gobierno del pueblo. Los audaces frente a las leyes. El principal daño de este Gobierno no es lo que hace, sino la constatación de que en España es muy fácil ensanchar y estirar la democracia sin que los mecanismos de control al poder puedan parar el golpe. 

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  • U
    UnodeTantos

    "El socialismo sin límites", eso es.

    Basta con buscar en la historia de CORRUPSE, en 1972 querían eso del derecho de autodeterminación de los pueblos de España, Zapatero, el cancer, es el que reintegra en CORRUPSOE póstumamente a Alvarez del Vayo que murió siendo dirigente del FRAP y llegamos a Sánchez, la metástasis.

    Como decía Rosa Díaz, los socios de Sánchez y CORRUPSOE son delincuentes, tiene filia por el mal, le basta al cínico Sánchez para ser un lider de ese partido no tener escrúpulos, así de barato es hacer el mal.

  • K
    Karl

    "La democracia por sí es enemiga de la libertad, y por su propio peso, si no es contenida por otras fuerzas ajenas a ella, lleva al absolutismo mayoritario."
    ~José Ortega y Gasset

  • K
    Karl

    "El imperio de la multitud no es menos tiránico que el de un hombre solo y esta tiranía es tanto más cruel cuanto que no hay monstruo más terrible que esa fiera que toma la forma y nombre del pueblo."
    ~Marco Tulio Cicerón

  • K
    Karl

    La democracia son dos lobos —¿Qué será ensancharla?, y un cordero votando qué hay de comer. La Libertad es un cordero conveniente armado impugnando la votación.
    __
    "Democracy is two wolves and a lamb voting on what to have for lunch. Liberty is a well-armed lamb contesting the vote."
    ~Benjamin Franklin

  • V
    vallecas

    La grave es que hay 10 millones de votantes de "ignorantes supinos".
    7´7 millones del PSOE + 3 del grupo de la Yoli. Votarán al PSOE sea quien sea el candidato, diga lo que diga, haga lo que haga.

    España está perdida si el PSOE utiliza este inmenso poder para convertirse en un partido de extrema izquierda no democrático.

    ".....Es decir: del poder político sin límites, de la violencia oficial y extraoficial para conseguir y mantener el poder y del control totalitario de la población......"

    Si el PSOE no vuelve hacia la "centralidad" vamos camino del abismo.

  • N
    Norne Gaest

    Tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor.
    Eso decía la canción de 1967 de Cristina y los Stop
    Tres cosas hay en la izquierda: ignorancia, sectarismo e interés, a repartir la proporción en cada votante o militante.
    Tres cosas hay en el nazionalismo: egoismo, supremacismo e ignorancia, también a repartir en cada afectado.
    Tres cualidades tiene D. Pedro Corleone Sánchez: voluntad de poder, falta de escrúpulos morales e instinto matador.
    Por eso es un producto acabado de la fábrica de los progres al que todos se someten, salvo los eméritos (confortablemente retirados y, por tanto, a salvo de represalias intimidantes) y los nazis.