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Opinión

CUP sin corazón

De su victimismo y egolatría ya sabíamos desde que se refirió a sí misma como víctima de la represión del Estado ya en el seno materno

La diputada de la CUP en el Parlament Laia Estrada, ofrece declaraciones a los medios a la salida del 'Parlament' de Cataluña, a 13 de mayo de 2021

He aquí una historia que sintetiza como pocas la verdadera naturaleza del independentismo catalán. Hace unos días, el pasado jueves 19 de Mayo, comparecieron en la Comisión de Salud del Parlament de Cataluña unos enfermos de ELA, patología singularmente cruel con quienes la padecen, a los que roba su movilidad y autonomía. Fueron a pedir ayudas para poder vivir dignamente en las  condiciones tan difíciles a las que les somete su enfermedad.  En un momento determinado, la esposa de uno de ellos, Yolanda Delgado, pidió a la diputada de la CUP, Laia Estrada Cañón, que por favor, les hablara en castellano por no dominar ni su marido ni ella misma la lengua catalana. La diputada se negó en redondo a hacerlo, aunque eso sí, se ofreció a repetir en español aquellas frases que no hubieran entendido al finalizar su alocución, como si en vez de con adultos en el pleno ejercicio de su derecho a ser tratados por sus representantes públicos con respeto y deferencia, estuviera tratando con niños de escuela primaria, con el tonito insufrible de superioridad de una maestra sin vocación y sin paciencia.

El enfermo al que la señora Estrada Cañón se negó a hablar en español estaba conectado a una máquina para poder respirar y no se puede mover. No pestañeó ni le tembló la voz cuando lo hizo. La falta de humanidad de la diputada, más de 63.000 euros anuales, es escalofriante.

Es un mecanismo psicológico al que ya estamos acostumbrados: cuánto más tienen que justificar su pertenencia a la tribu, más radicalismo en sus actitudes y en sus acciones

Es curioso que proviniendo de una familia de origen extremeño y debiendo ser el español su lengua familiar, Estrada Cañón se negara a usarla. Pero es un mecanismo psicológico al que ya estamos acostumbrados: cuánto más tienen que justificar su pertenencia a la tribu, más radicalismo en sus actitudes y en sus acciones. Un negarse a sí mismos que los lleva a la larga a la pérdida de su empatía y compasión, que en definición de la RAE es “el sentimiento de tristeza que produce el ver padecer a alguien y que impulsa a aliviar su dolor o sufrimiento, a remediarlo o a evitarlo”. Es evidente que a la vista del enfermo, Estrada Cañón no se sintió triste, ni se vio impulsada a facilitarle un poco la vida hablando en castellano, sino que lo sometió a la humillación de negarle esa mínima cortesía y lo obligó a pasar el apuro consiguiente en público. Estrada demostró que no tiene corazón, aunque de su victimismo y egolatría ya sabíamos desde que se refirió a sí misma como víctima de la represión del Estado ya en el seno materno.

Una fantasía, una idea falsa


Pero la señora Estrada Cañón no es un caso aislado dentro de su formación política, la CUP, ni dentro de las fuerzas procesistas en general. Hablan de la libertad de los catalanes, pero los someten y los reprimen en sus derechos más esenciales. Prescinden de las personas en singular para concentrar su delirio en la noción de un “pueblo” del que solo ellos tienen una idea o fantasía clara, y carecen de toda empatía para con el que no comulga con su religión independentista, al que tratan siempre como un ciudadano de segunda o como “bestias con forma humana”, tal como los definió, nos definió, el anterior Presidente de la Generalitat, Quim Torra, en un deleznable artículo publicado en El Món.

Lo de este jueves no fue más que la manifestación extrema y a las claras de la peligrosa crueldad de estas personas. Sirva como aviso al Gobierno de España, porque vendrán más. Y a la señora Laia Estrada Cañón, diputada por Tarragona en el Parlament de Cataluña solo la formulación de un deseo sincero:  Que nadie la trate nunca como ella trató a sus representados.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.

  • A
    Amarna

    La charnega que tiene que mostrar radicalismo para hacerse perdonar la falta de apellidos. Escasa cultura y nula humanidad

  • U
    Urente

    "solo la formulación de un deseo sincero: Que nadie la trate nunca como ella trató a sus representados."

    Pues yo pagaría por verla padecer una ELA.

  • E
    eddo

    Se que es abogada Sra. Ignacia. Hay una extraña forma de constitucionalismo que dice que en Cataluña no se cumplen sentencias del castellano según como la legalidad constitucional y jurídica denomina el español.
    Me hace temblar como se alinean con los de Som Escola, ANC, Plataforma, UGT y CCOO de “els paissos”… no si usted se ha dado cuenta. Asumen que no existe el idioma español, que es castellano todo desde Méjico a Tierra de Fuego o Guinea. Error denominarnos latinos, latinoamericanos, somos hispanoamericanos si se incluye Brasil iberoamericanos, latino es idioma regional en Italia. No castellanohablantes como repiten y repiten desde medios, asociaciones, partidos constitucionalistas si son de Guinea o Perú. El caso más “raro” es SCC que hablaron con Ángel López de su último libro les da una lección de que es idioma español, dicen que se le compran y al día siguiente se van a lo mismo porque tienen que unirse a Escuela para Todos. Creo que están ayudando a los otros llamando castellano al idioma español en España, el discurso que es necesario la ley de lenguas que legisladores, el juez Bosch, promotores políticos y generadores de opinión sociópatas ya han acordado con el eslogan “para que todas las lenguas sean españolas”, ninguna el español. Andaluz, parrocho, árabe de las ciudades autonómicas, las no se cuantas de Aragón, leones, bable ( también en Extremadura ), menos el valenciano y balear porque son dialectos de els paissos que hablan 16 millones en la UE en cinco continentes. No existen hispanohablantes, iberoamericanos, pero si latinoamericanos.

    Otra cosa, tenga en cuenta que Miquel Giménez siempre cae de pie. Hay que decir Girona, Gerona no en Antena 3 o 13 tv, por si va. Un saludo cordial.

    No me dejan escribir que afirman otros constitucionalistas en tvs catalanas. Palabras como castellano, castellanohablante, el bilingüismo, los millones de catalanohablantes en los cinco continentes y sus dialectos, quienes eran moros y quienes no...

  • S
    spqr

    Es desolador leer una y otra vez a periodistas y tertulianos, avisar al gobierno de actitudes poco democráticas por parte de determinados estamentos. Entérense de una pajolera vez, que al gobierno, a este gobierno, le importan una higa los ciudadanos, la democracia y cualesquiera otras menudencias que no sea mantenerse en el poder.