Querida Ainhoa, porque así te llamas. Escribiste recientemente una carta a la directora de El País en la que expresabas tu pesar porque a los 26 años ha aparecido en tu vida el fantasma de la impotencia. “Soy consciente de que nunca seré madre, ya voy tarde”, afirmabas, mientras te lamentabas por vivir todavía en casa de tus padres o por ser una periodista que está cansada de ser becaria. Ainhoa, tu circunstancia no es excepcional. De hecho, es difícil ser un veinteañero español y no sentirse como quienes trepan por la cucaña y son conscientes de que, al mínimo traspiés, se despeñarán y volverán al punto de inicio, que es el suelo, firme, pero duro. Todo sucede demasiado rápido hoy en día; todo lo que poseemos tiende a ser efímero y todo lo que está a más allá de un palmo de distancia se ve demasiado borroso.
Desde hace unos cuantos años, nos han intentado convencer de que el éxito de un individuo pasa única y exclusivamente por ser independiente, dentro de una sociedad que debe perseguir la igualdad. Todo eso es falso. Son patrañas. Muchos de quienes te rodean seguramente hayan caído en la trampa de considerar que un ser humano es más libre cuantas menos explicaciones tenga que dar sobre sus actos, como si la vida fuera un ejercicio similar al del prófugo o al del adolescente onanista. Por eso hay quien considera que el éxito radica en emanciparse, en elegir sin negociar con nadie la serie de Netflix de cada día y en utilizar Tinder en busca de emociones rápidas que espanten nostalgias inoportunas, pero no comprometan a nada.
La insatisfacción de tu generación y de la mía viene, en parte, por considerar que la felicidad pasaba por cumplir con esos objetivos, cuyo recorrido no es mucho mayor que los del adolescente que se escapa de casa en busca de emociones sobre las que no tenga que reportar a sus padres. ¿Y qué? Pues poco más. Pero mientras tus coetáneos han crecido con esa aspiración, hay quien ha hecho todo lo posible por desviar la vista de lo importante, que sigue siendo lo esencial. Es decir, la casa, la familia y la libertad para emprender sin trabas, en busca de un futuro mejor. Nos han manipulado hasta la saciedad. Nos han tomado por tontos y a lo mejor lo somos. Porque hay muchos que se han creído que son más libres pese a que las familias antes podían adquirir una vivienda con el sueldo del cabeza de familia -y en unos pocos años-, mientras ahora rezan porque uno de los dos progenitores no se quede sin trabajo, dado que, de lo contrario, las pasarán canutas para afrontar las mensualidades de la hipoteca, firmada a 30 años. Quien viva solo y no tenga la suerte de su lado, directamente, no podrá ser propietario.
Por eso te habla cada pocos días el periódico de Pepa Bueno -y cualquiera de la prensa que ha dejado de cumplir con su función- de lo moderno que es el concepto de co-living -compartir piso- o de la tendencia de los neoyorquinos de hacer la colada en la lavandería, donde se conoce a gente interesante. Por eso, te intenta convencer de que el car-sharing (compartir coche) o el patinete eléctrico son mejores que el comprar un automóvil. O por eso te transmiten que la dieta sin carne es más sostenible que la omnívora. Entre medias, te suelta todo tipo de monsergas sobre la igualdad, que cualquier Gobierno que se considere progresista debe defender, “frente a los privilegios”, cuando, en realidad, ese concepto ni existe ni existirá. Es la gran falacia utópica de nuestro tiempo.
Te niegan el pan y la sal
Te quieren pobre y satisfecha, como esos amigos tuyos que celebran los likes que reciben en Instagram o los polvos anónimos, los de fondo de armario... los intrascendentes, pero reconfortantes. Hazañas pírricas de noches previsibles. Y te prefieren sola, dado que una madre de familia siempre es más dura de roer que alguien que no tiene una prole que mantener. Así que te venderán una y otra vez que un individuo es más libre cuantas menos veces deba reportar a los demás.
Ése es el principal error de los mediocres de nuestro tiempo. El otro, es lamentarse y bajar los brazos. Hay que perseverar, llorar lo menos posible y desconfiar de todo aquel poder que reparta premios o soluciones gratuitas. Al mismo tiempo, hay que ser consciente de que el pedigrí, el apellido, la cana (y éste es el país de los canosos 'empoderados') y la fortuna muchas veces son más relevantes que el esfuerzo diario. Pese a todo, la persistencia siempre conduce a lugares interesantes, a los que nunca llegan quienes se ahogan en sus lágrimas en la habitación de su casa o esperan la enésima ayuda pública. Las gachas poco nutritivas que reparte el poder.
Se quedarán los mediocres y se marcharán los inquietos. La chusma se mantendrá y todo lo brillante huirá. Incluso habrá debates -como en países como Uruguay- sobre la posibilidad de que los expatriados no puedan participar en las elecciones
No te rindas y no pienses que no hay un lugar en el mundo en el que la tierra es lo suficientemente fértil como para que puedas echar raíces. Y no descartes marcharte si no es aquí. A lo mejor es el momento de emigrar y de tratar de labrarte el futuro en lugares donde los inviernos son más fríos, pero las redes clientelares del poder y la ignorancia, mucho menores que donde gobiernan los 'defensores de la igualdad'. Habrás escuchado que los más preparados de las nuevas generaciones se han largado a otras partes de Europa, donde ganan más dinero, los impuestos son más justos y se emplean mucho mejor; y uno no tiene la sensación de que le valoran según la edad o la cercanía o lejanía a Ferraz.
El BBVA calcula que esa fuga de talento le ha costado a España 155.000 millones de euros. El fenómeno incrementará en los próximos años si la política española -en las instituciones y las empresas- no se endereza. Se quedarán los mediocres y se marcharán los inquietos. La chusma se mantendrá y todo lo brillante huirá. Incluso habrá debates -como en países como Uruguay- sobre la posibilidad de que los expatriados no puedan participar en las elecciones. Quienes destrozarán el país querrán que la sociedad sea endogámica para no perder sus parcelas de poder.
Tu tarea no es cambiar todo eso, querida Ainhoa. Tampoco la mía. Es estúpido luchar contra la estulticia colectiva. Ahora bien, a lo mejor ha llegado el momento de dejar de lamentarse y actuar para que puedas ser madre, vivir fuera de la casa de tus padres, encontrar un buen trabajo y sentirte realizada. Que no te manipulen los idealistas, ni los melindrosos, ni los patriotas de pacotilla. Si no te dejan ser feliz aquí, márchate a otro sitio sin mirar atrás.
Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.
"Vivir por encima de tus posibilidades hoy, es vivir por debajo de ellas mañana." escribió Sennholz; Lo que se aplica a personas y a naciones que e.g. mandaron a todos a la Universidad.
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“To live beyond your means today is to live below them tomorrow.”
~Hans F. Sennholz
Muy triste la historia de Ainhoa pero “al menos en España no gobierna la ultraderecha” Y eso no es gratis, hay que pagarlo. Y lo pagan, claro, todas las Ainhoas de turno.
Pensemos en lo que sería una España gobernada por un Abascal, como es una Italia gobernada por una Meloni o una Argentina por un Milei. “Sería el Infierno en la Tierra” y de eso nos salvan “afortunadamente” todas las Ainhoas de turno con su sacrificio.
Los jóvenes, como todos, tenemos entre las manos algo más que un voto, es una herramienta cargada de futuro que junto con el trabajo y el esfuerzo personal puede hacer que las cosas cambien si la utilizamos bien. Hay que aprender a usarla mejor y lamentarse menos de su mal uso.
Impagable la carta de autoayuda del Sr. Arranz mezcla de los programa electorales antiglobalistas de Vox desde hace más de 4 años con recomendaciones buenistas de autoexilio propias de patriotas de pacotilla.
Con 26 años y leyendo El Pais solo puede aspirar a ser una fracasada.
Los que te dicen que es mucho más sano y más gratificante compartir piso o no tener coche propio son siempre millonarios que se ma.tan a comer carne y que duermen tranquilos porque ya tienen la vida solucionada. Si te dejas manipular porque es más fácil sobrevivir con las migajas que te tira el estado o vivir odiando irra.cionalmente al mundo entero que pensar por ti mismo y preguntarte porqué los que te dicen que tú seas pobre son muy ricos es tu problema. Luego no vengas llorando, dejaste que unos millonarios sin escrú.pulos decidieran tu vida por ti, "Ainhoa" de turno. El problema es que por culpa de tu voto el resto sufrimos las consecuencias de un gobierno comunista pobresista y también somos más pobres y con menos derechos son haberlo decidido. "Gracias", Ainhoa de turno.
Lo primero que debe entender Ainhoa es que los estafadores escriben en El País, que todo el montaje, la estafa descomunal, está dirigido contra ella y que por tanto lo primero que tiene que hacer es mandarles a la mierda, romper con los dogmas que le han estado transmitiendo desde niña, que no se trague ni una palabra más de esta gentuza que usurpa el poder político, los medios de comunicación y las escuelas y que trabajan para crear desesperanza e impotencia.
Que les mande a la mierda y crea en ella, encontrará su camino si rompe con el espejismo que pretende someterla.
26 años tenía mi hija cuando se marchó hace dos a trabajar al extranjero para ganar un sueldo en condiciones.
Eso sí, tampoco sé si algún día tendrá hijos, pero no está dejando pasar la vida llorando en El País.
Hija de la Logse y de la ingeniería social socia.lista....nada que añadir señoría...
PD.: La cartita de m.A.mon. respondiendo tampoco es que de en el pleno, es más complicado de lo que dice y por otro lado, no entiendo a qué viene criticar en su párrafo final a los patriotas de pacotilla...quiénes son esos ??
Yo a la 26 años era consciente de muchas cosas, tanto como no escribir una carta a El País contando mis vicisitudes. Con la cantidad de periódicos que hay en españa, ¡ir a escribir a El País!
Así que todo lo que te pasa lo tienes bien merecido, Ainhoa.
Yo no le he preguntado nada a Vozpopuli. Sigo esperando la respuesta de El País.
Ainhoa
Menos lamentarse y más ponerse las pilas. Nadie lo ha tenido nunca fácil. Yo trabajo desde los 16 años. Me pagué mis estudios universitarios, me casé y tuve hijos. Mis padres se vinieron desde el pueblo a Madrid sin nada más que sus dos manos y mucha fuerza de voluntad y sacaron adelante una familia numerosa. Una generación de blandengues quejicas y niños consentidos es lo que hay. Nunca nadie lo tuvo más fácil.
A los 26 años no es tarde para nada.
No es que "antes podían adquirir una vivienda con el sueldo del cabeza de familia", es que "antes" , con lo que ganaba el cabeza de familia, los hijos (2,3,4...) que quisieran ir a la universidad, iban; si te esforzabas podías tener una casa para irte los fines de semana; tenías u coche, aunque fuese modesto; te ibas un mes de vacaciones... Las personas más jóvenes han confundido lo que realmente es importante en esta vida, y si piensan que son mejores que sus progenitores o abuelos porque compartes piso, coche, parejas o lo que sea...van mal: os están tomando el pelo.
Leo este texto desde el extranjero, como tantos otros. El hecho de que la tal Ainhoa ande escribiendo cartas a El País, precisamente, me hace pensar que la muchacha quizás lo hace para ver si alguien que no sea necesariamente ella misma y a poder ser un burócrata le soluciona el asunto. PSOE state of mind y todo eso, que es a lo que se dedica El País. Espero equivocarme, claro.
Por lo que apunta, nosotros, con gran sacrificio, estamos haciendo que nuestros hijos estudien sus carreras en el extranjero.
No es que los queramos lejos de nosotros, es justo lo contrario, pero nos parece mucho más importante para su felicidad que tengan al menos la capacidad de elegir donde enraizar y desarrollar sus vidas.
Porque la verdad es que somos más bien pesimistas sobre el horizonte a corto y medio plazo de este país.
Me se saltan las lárgrimas.
Yorick, le agradezco de corazón su empatía pero créame que tampoco es para tanto, resérveselas para cosas más dignas de ello.
El troll de los negativos sistemáticos ha pasado por aquí :-)
No lo dude. Debe ser el entretenimiento diario de unos cuantos.
Esto que comentas Ruben, no se ajusta a la realidad: "las familias antes podían adquirir una vivienda con el sueldo del cabeza de familia -y en unos pocos años-, mientras ahora rezan porque uno de los dos progenitores no se quede sin trabajo"..Tengo 57 años, por lo tanto no pertenezco a tu generación, y la de mis padres y durante un tiempo la mía, todo lo que hemos conseguido, ha sido a base de trabajo y ahorro. Mis padres murieron sin conocer fines de semana express en Londres o Paris, ni suscripción a Netflix, cuotas de móviles, cenas los viernes y sábados, vacaciones en spa, tardes de videojuegos, etc, etc...Mi padre, durante 6 meses quedó sin trabajo, y durante ese tiempo tuvimos que comer de los ahorros, y para pagar nuestros libros de BUP hacíamos temporadas en el campo. No tuvimos que salir de España, sólo asumir lo que es la realidad.
Siento ser duro nena,pero como eres muy progre te va tocar pagar las consecuencias.Yo no pagaré el resultado de que seáis tontitos.Yo ya voy hacia el final de mi vida con todo confort.Tu APECHUGA.
querida ainhoa , " cada persona es un mundo " , solo te puedo decir que a mi me ha ido muy bien en la vida , ( 63 años ) , haciendo totalmente lo contrario de lo que dice el rojerio que hay que hacer ?
Excelente artículo que refleja la realidad que vivimos. La chica representa a toda una generación (o más de una). Al menos se ha dado cuenta a tiempo, otras personas no tienen esa perspicacia o les da igual, así que manos a la obra.
Pues nada hija, sigue votando "progresismo". Que haya escrito al diario del régimen ya explica algunas cosas. Con menos años que ella muchos españoles emigraron para ganarse la vida a otras zonas de España o al extranjero y no escribieron lacrimógenas cartas a diarios sostenidos por los que han propiciado la situación de la que te quejas. Apechuga con lo votado. Y madura, espabila. Todo el mundo no puede ser periodista, claro que te queda buscarte un acople en algún medio del régimen, que seguramente es lo que pretendes con la carta. Madura y trabaja.
Creo que esta chica ha estado muy oportuna al manifestar su frustración en Lo País: es el lugar más indicado. Ella hizo lo que le habían dicho que se supone que debía para asegurarse un futuro próspero: estudió una carrera universitaria, trabaja, paga sus impuestos y la SS para sostener el "estado del bienestar", es feminista y vota partidos progresistas. Pero se ha dado cuenta de que le han estafado: le esperan una vida laboral precaria con escaso poder adquisitivo, viviendo sola o separada, sin posibilidad de jubilarse ni de recibir cuidados sanitarios, sin coche y probablemente teniendo que usar mascarilla el resto de su vida. Añádanle que es muy probable que la IA vaya a apropiarse de la profesión periodística, hasta el punto de que esta chica tenga que acabar buscando trabajo de otra cosa.
Y le aconseja que emigre? Oiga esa chica tiene edad para luchar por vivir donde ella quiere, no sea tan derrotista.
Yo le aconsejaría que empezara por ir a las protestas de Ferraz a apalear piñatas. Y si no quiere problemas, que deje el periodismo y se meta en el PP, en el PSOE o en la UGT.
A mí esta chica no me da ninguna pena, es una llorona.
Ha podido estudiar (posiblemente sin trabajar a la vez), y con 26 años le pagan techo y comida. No se merecía esta columna ni esta monserga.
Menos lágrimas y a trabajar. Ya está bien de vivir del cuento.
La historia de esta chica es la de una carrera de malas decisiones y peores opciones.
¿Periodista? ¿No sabía cuando empezó esa carrera que las salidas profesionales eran escasas y mal remuneradas?. Aún así quería seguir su sueño. Claro, resulta que más bien es pesadilla.
Como dice Rubén son producto de lo que les enseñan, mujeres contra hombres, individualismo a tope, experiencias sexuales banales y exentas de romanticismo, el SuperYo por encima de cualquier cosa.
O se reinician o van a tener un futuro tan triste y FRACASADO como el presente. De momento debería dejar de "informarse" en ElPais y buscar en los medios alternativos. Ya ganaría mucho.
La izquierda ha mutado. En realidad ha desaparecido,
Cuanto daño están haciendo, precisamente a los mas pobres y necesitados, esta corriente de wokismo, neo-comunismo, feminismo y progresismo, dirigido por "ricos" de izquierda que no conocen las dificultades de llegar a fin de mes o el significado de la palabra "hipoteca".
La única Igualdad deseable es la "igualdad ante la Ley". Yo no quiero ser igual a nadie. Los mismos "derechos y obligaciones" es el fin.
Si M. Luther King (uno de los personajes más importantes de la historia de USA "levantase la cabeza", les correría a "gorrazos" a estos de BLM o los wokistas.
Decía: "El mayor racista es el que me da la razón cuando no la tengo, puesto que lo hace porque soy negro".
Han acabado con el espiritu de rebeldia natural de la juventud.
Derrotados a los 26 años sin haber disparado un tiro todavia!
Es un callejon sin salida que se ha conseguido a base de ir conformando a la poblacion en formas de ver la vida pasivas, "resilientes".
Toda una educacion absolutamente incompetente para generar esclavos wokes obedientes bien solicitos del subsidio y unos media que refuerzan la idea.el resultado es absurdo.
Hay vida despues del progresismo, hay mas paises que este hay mas personas que las que has conocido y hay esperanza. Siempre hay esperanza.
Solo como decia el famoso proberbio chino:
"Un camino de miles de millas empieza con un simple paso"
Atreveros a darlo!
Os estan engañando!
Aconsejo escuchar la canción Pueblo Blanco de Serrat. Ilustra con bastante claridad la situación actual de nuestro país y del futuro de muchos de nuestros jóvenes. "No esperes mañana lo que no te dio ayer... emprende el camino del pueblo hebreo...quizá te sonría la fortuna y si te toca llorar, es mejor frente al mar".