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Opinión

Cantos de sirena: sólo sí es sí, pero no

A mí no me va a imponer nadie, ni hombre ni mujer, por muy feminista que diga que sea, lo que tengo que sentir ni hacer en mi vida

Solo sí es si
Un grupo de personas sostiene pancartas en una manifestación por el 8M Europa Press

Esta semana entró en vigor la ley de “Solo sí es sí”. Y esta misma semana nos han demostrado que en realidad es la ley de “aunque digas sí, va a ser que no”. Si sois personas normales, no como mi novio, que ha decidido que él vive en Saturno y que no necesita saber nada de lo que pasa en este mundo porque está harto, sin duda os habréis enterado de la polémica del Colegio Mayor Elías Ahuja.

No deja de sorprenderme la evolución de estos acontecimientos:

Primero, se difunde en redes sociales un vídeo donde unos chavales hacen unos cánticos, desde sus ventanas de la residencia universitaria, dirigidos a las estudiantes el Colegio mayor Santa Mónica, en los que les dedican estrofas tan poéticas como “sois unas putas ninfómanas, os prometo que vais a follar todas”. La letra de la canción deja mucho que desear, aunque hay que reconocer que por lo menos han cuidado la rima asonante y a lo mejor no son ni de letras.

Tampoco sé qué más riqueza literaria podemos pedirle a estos romeos del siglo XXI cuando nuestros ejemplos más aplaudidos y reídos en la actualidad son personajes como Torrente, aquél que decía “las putas es lo que tienen, que encima hay que pagarlas”, o series al más puro estilo español como Aida o Aquí no hay quien viva. Una ve estas cosas pensando que son una parodia disparatada de la chabacanería más absurda y la España más paleta posible imaginable, hasta que descubres que Belén Esteban escribió un libro y que se forró con las ventas, antes de dedicarse a vender gazpacho.

Tras la difusión se produce una avalancha tal de comentarios contra estos chicos, tachando su comportamiento de machista y altamente ofensivo para todas las mujeres, que hasta el presidente del gobierno no se resiste a manifestarse al respecto en sus redes sociales, coronando el mensaje con un “¡Basta ya de machismo!”. Estoy convencida de que en su cabeza sonaban aplausos multitudinarios mientras lo enviaba.

A todo esto, los medios comienzan a frotarse las manos y van en busca de las declaraciones de las víctimas. Pero… ¡Oh, sorpresa! Resulta que las chavalas no están ofendidas. Las Mónicas de la canción no solo insisten en que lo han sacado todo de contexto, que es una broma que se gastan entre distintos colegios y un “pique” entre chavales, sino que además defienden a los chicos, llamándoles hermanos y asegurando que cuidan de ellas cuando salen los fines de semana, que las acompañan hasta la puerta para asegurarse que llegan a salvo.

Las 'Mónicas' difunden unos vídeos donde ellas mismas cantan lindezas similares desde sus ventanas a otro colegio femenino colindante

En este punto yo ya estaba preparando palomitas, sabiendo que el culebrón no terminaría ahí. No me equivoqué. Las Mónicas, viendo que la bola de nieve se está haciendo enorme, en un intento de defender a sus hermanos, difunden unos vídeos donde ellas mismas cantan lindezas similares desde sus ventanas a otro colegio femenino colindante, con sus angelicales voces, eso sí, a grito pelado por la noche.

Pobres Mónicas. Ellas que pensaban que esto haría entender a la sociedad que llevamos una semana perdiendo el juicio por un juego estúpido y nada elegante, entre chavales que sudan hormonas por todos los poros y que cada día se descubren un vello púbico nuevo… Y no, algo tan complicado no se ha podido entender.

La víctima no se reconoce como víctima, no reconoce la agresión ni tampoco al agresor e insiste en que es un juego pactado y que tiene todo su consentimiento. ¿Esto no es un sí en toda regla? Pues, aunque parezca increíble, es un no.

Todos estos políticos y personajes públicos tan implicados, que nos han taladrado toda la semana con discursos anti-machismo infumables, lejos de entender que sí es sí y rectificar, lo que hacen es añadir que estas chicas no saben lo que dicen, pero que son víctimas.

Me pregunto quién está más alienada, si la mujer que hace lo que le da la gana y se siente bien o la que tiene la necesidad de decirle a esa otra mujer lo que tiene que sentir, pensar y/o decir

Y aquí está el truco de este falso e hipócrita feminismo que nos quieren vender como sea: si eres mujer, estás oprimida por el hombre y sufres las consecuencias de vivir en una sociedad machista. Pero si tú no te sientes así ni sufres machismo de ningún tipo, te callas, que no te enteras, mujer, que estás alienada por el patriarcado. Aunque yo me pregunto quién está más alienada, si la mujer que hace lo que le da la gana y se siente bien o la que tiene la necesidad de decirle a esa otra mujer lo que tiene que sentir, pensar y/o decir. Con todos mis respetos, a mí no me va a imponer nadie, ni hombre ni mujer, por muy feminista que diga que sea, lo que tengo que sentir ni hacer en mi vida.

El sí de las Mónicas no os sirve. El mío tampoco. La ley del “sí es sí” es la ley del “sí es sí, pero no”. Igual en lugar de Ministerio de la Igualdad lo querían llamar Ministerio de la moral, pero les daba cosa.

Ahora bien, para moral la de los medios de comunicación, que viendo que la historia del machismo ya no cala tanto, en un giro inesperado del argumento, al mejor estilo de Air bag, sacan otro hit musical de los “Ahujos”, en el que son etiquetados de fascistas e incluso nazis. Para apoyar su argumento, (porque los medios ya no dan noticias basadas en hechos, sino en opiniones), buscan las declaraciones de la embajadora de Alemania en España que aseguran “condena firmemente lo ocurrido” por los “saludos hitlerianos”.

Hay que hacer más palomitas, porque tras la semana del machismo nos viene la del fascismo, que los expertos en marketing que tenemos por gobierno le han dado su presa a esos profesionales que cobran por “mantenernos informados”

No le recomiendo a esa señora que vaya nunca a un concierto de hip-hop, no vaya a ser que le dé un síncope y al día siguiente tengamos el titular en todas las portadas: “embajadora alemana es agredida en un concierto de descendientes del mismísimo Hitler”. Qué le vamos a hacer, pero ahora dicen que eso de poner uno o dos brazos en alto y moverlo hacia arriba y hacia abajo al ritmo de la música, es bailar. Tampoco mi madre le veía la gracia a Mc Hammer y se lo tuvo que comer, mientras yo bailaba simulando que corría, sin moverme del sitio.

Hay que hacer más palomitas, porque tras la semana del machismo nos viene la del fascismo, que los expertos en marketing que tenemos por gobierno le han dado su presa a esos profesionales que cobran por “mantenernos informados”. A toda prisa se buscan las declaraciones de la embajadora alemana, pero no se le pregunta al embajador belga por qué su gobierno ha aprobado bajarse los sueldos un 8%, ni tampoco nuestros políticos, nuestra ministra de la nueva moral femenina ni nuestro presidente del Gobierno se han dignado en dar explicaciones o tan siquiera comentar que ellos se han subido sus sueldos un 4%, esta semana, en una de las peores crisis de España.

Yo no sé si esto va de saludos hitlerianos de unos chavales y de cantos machistas o no, pero sí tengo claro que son cantos de sirena y que a lo mejor en Saturno es cierto que se vive mejor.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.

  • S
    spqr

    Tu novio, el que vive en Saturno, tiene una suerte loca con una novia como tú, Rosa.

  • V
    visifuz

    Y esa es la clave: todo aquello de lo que no se habla mientras se habla de esto.

  • A
    Annett

    A la ley “sí es sí” había que justificarla con ejemplos prácticos y el caso chusco, anecdótico, y menor, del Colegio Mayor hace de la tontería utilidad. Desde siempre en estas políticas de género y sexo, donde Podemos y la progresía trabajan para el establecimiento globalista, se trata de hacer de la causa particular causa general, del caso aislado caso común, de la acción única acción global.

    Las palabras ofenden, nadie duda, pero no hacen heridas físicas o sangrantes, y si es que nuestra fortaleza psíquica o intelectual es capaz de soportarlas y situarse por encima. He oído insultos bárbaros por discusiones de tráfico que no han salido en prensa ni se han elaborado leyes al respecto. ¿Qué más da si las mujeres del colegio Las Mónicas aludidas afirman que son chanzas y bromas si la verdad no puede estropear una buena noticia?

    La violencia física del hombre contra la mujer seguirá dando los mismos resultados estadísticos anuales porque más allá de leyes bienintencionadas o populistas la relación natural de la sapiens con su propia especie es puntualmente violenta, y en particular cuando se confrontan la testosterona con la progesterona, que ocasiona reacciones agresiva del deseo incontrolado, sobremanera en el hombre, y más allá de lo que habitualmente se conoce como relaciones estables, respetuosas y amorosas entre hombres y mujeres, que es por cierto la forma más común general, y la mas naturalmente hermosa.



    A la ley “sí es sí” había que justificarla con ejemplos prácticos y el caso chusco, anecdótico, y menor, del colegio mayor hace de la tontería utilidad. Desde siempre en estas políticas de género y sexo, donde Podemos y la progresía trabajan para el establecimiento globalista, se trata de hacer de la causa particular causa general, del caso aislado caso común, de la acción única acción global.
    Las palabras ofenden, nadie duda, pero no hacen heridas físicas o sangrantes, y si es que nuestra fortaleza psíquica o intelectual es capaz de soportarlas y situarse por encima. He oído insultos bárbaros por discusiones de tráfico que no han salido en prensa ni se han elaborado leyes al respecto. ¿Qué más da si las mujeres del colegio aludidas afirman que son chanzas y bromas si la verdad no puede estropear una buena noticia?
    La violencia física del hombre contra la mujer seguirá dando los mismos resultados estadísticos anuales porque más allá de leyes bienintencionadas o populistas la relación natural de la sapiens con su propia especie es puntualmente violenta, y en particular cuando se confrontan la testosterona con la progesterona, que ocasiona reacciones agresiva del deseo incontrolado, sobremanera en el hombre, y más allá de lo que habitualmente se conoce como relaciones estables, respetuosas y amorosas entre hombres y mujeres, que es por cierto la forma más común general, y la mas naturalmente hermosa.

    • A
      Annett

      Se dobló el cortapega, disculpen