Hace cincuenta años el ejército chileno asaltó el Palacio de La Moneda y allí, rodeado de su escolta cubana, se suicidó, o mataron, a Salvador Allende. Según algunas versiones, si Allende consideró atender a las ofertas de capitulación de los asaltantes, la escolta cubana tenía órdenes de suicidarlo. Fidel Castro no iba a permitir que su proyecto de régimen títere comandado por Allende, terminara de una manera tan poco heroica. Según otras versiones, Allende se mató disparándose en la cabeza con el AK-47 que le había regalado su amigo y maestro Fidel Castro. Un regalo muy simbólico. Un regalo que más que un regalo era un manual de instrucciones. Allende era un pelele de Castro y su Revolución totalitaria, y su plan era convertir Chile en otra Cuba. Pero. El ejército chileno no era el ejército de Batista. Por suerte para los chilenos. En el momento del golpe de Pinochet, Allende había hundido la economía chilena hasta convertirla en un remedo de la cubana, colas para el pan, desabastecimiento general, represión política. Y una invitación a Fidel Castro para visitar Chile que duró 23 días y dejó muy claro quién mandaba en Chile.
Miles de asesinados en los paredones de fusilamiento, nos contemplan. Asesinados. En Cuba no hay Justicia independiente, los jueces son primero revolucionarios y sólo después, jueces
La izquierda mundial, especialmente la europea, ha fabricado el mito Allende y, como son muy buenos haciendo eso, la versión Allende gran demócrata derrocado por el fascismo es la que se ha establecido. Lo mismo ha hecho con Fidel Castro (y con el Ché Guevara), un narcisista autócrata e inepto que convirtió la antes próspera isla de Cuba en una especie de Somalia. Connotado criminal, además. Miles de asesinados en los paredones de fusilamiento, nos contemplan. Asesinados. En Cuba no hay Justicia independiente, los jueces son primero revolucionarios y sólo después, jueces, por lo que es una indecencia hablar de Justicia en Cuba. Para no hablar de los torturados en las cárceles (a ver si alguien se atreve a decirme que meter a un hombre en una gaveta de 1.21 de ancho por 1.86 metros por tiempo indefinido no es una tortura) y los desaparecidos en el mar, ya sea tiroteados o hundidos por las tropas guardafronteras castristas. Se calculan estos desaparecidos en decenas de miles, según estudios de prestigiosas universidades norteamericanas.
En esos diecisiete años, Chile prosperó económicamente, y aún hoy un tercio de la población piensa que el golpe militar evitó males mayores: una dictadura comunista a la cubana
María Werlau, directora ejecutiva de Cuban Archive, una organización dedicada al estudio de la represión castrista, ha documentado 5.513 fusilamientos y asesinatos. Documentados. Pero. Seguramente la cifra es mucho más alta. Muy lejos, en cualquier caso, de los 3000 muertos del asesino Pinochet, que impuso su dictadura durante diecisiete años. En esos diecisiete años, Chile prosperó económicamente, y aún hoy un tercio de la población piensa que el golpe militar evitó males mayores: una dictadura comunista a la cubana. Yo ceo lo mismo, por motivos evidentes y prácticos, las dictaduras de derechas duran mucho menos que las de izquierdas. La de Cuba, modelo de Allende, 63 años. Y contando.
En 1973, yo estaba en la isla, condenado a trabajo forzado en una granja agrícola, y suspiré aliviado al enterarme del derrocamiento de Allende. Un criado y un imitador de Castro menos, me dije. Y lo dije, claro, en voz baja y sin levantar el lomo del surco, para que no me escucharan los guardias armados. Quería para los chilenos lo mismo que tenemos nosotros, me dije allá, en la isla hambreada, militarizada, surcada de inmensas colas. En la isla silenciada, donde la libertad de prensa, de expresión, de reunión, huelga o asociación no existían (ni existen), en la isla envilecida donde pensar libremente era (y es) un delito. Quería convertir Chile en esto, me dije. Qué bien que alguien se lo impidió.
Después, me tocó construir casas para los chilenos de Allende, que salieron huyendo como conejos cuando cayó Allende. Bajo un sol infernal, cargando ladrillos y batiendo cemento construía casas para los chilenos. Las construía, hambriento y vigilado. Para los chilenos. ¿Dónde iban a ir los chilenos sino a la isla pavorosa donde los entrenaron y los armaron? Y yo de constructor de casas para los cabrones chilenos, esbirros de Castro y Allende.
A veces me invitaba a comer mi amiga y yo acudía porque tenían ducha y compraban en la tienda especial para extranjeros y allí, en la casa del chileno y mi amiga, se comía
Conocí a uno de ellos. Se vanagloriaba de haber matado (siempre decía ajusticiado) a burgueses, de haber asaltado bancos y el dinero para los Castro, para la Revolución Continental, naturalmente. La primera vez que vi un desodorante (mis pobres sobacos solo conocían el bicarbonato con alcohol) fue en esa nueva casa que construí yo, y otros esclavos como yo, para el terrorista chileno. Su mujer era amiga mía y le pedí permiso para ducharme, un día en que no estaba el terrorista, que andaba en alguna misión, en algún bandidaje internacionalista. A veces me invitaba a comer mi amiga y yo acudía porque tenían ducha y compraban en la tienda especial para extranjeros y allí, en la casa del chileno y mi amiga, se comía, no se pasaba hambre como en mi destartalada casa donde raspábamos el moho (verde) al pan duro y lo tostábamos y le poníamos azúcar, y esa era la cena.
Muy buena gente mi amiga. Pero un día me cansé de las gilipolleces de aquel gilipollas ladrón y asesino, y nos dijimos algunas cosas y mi amiga me dijo que el héroe chileno no me quería ver más en su casa. Es un tipo peligroso. Añadió. Así que no volví a la casa de mi amiga y esa fue la última vez que me pude duchar y usar desodorante y comer como un ser humano en Cuba, y la última vez que visité a mi amiga.
Y eso es todo lo que tengo que decir del puto Allende.
Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.
Muy acertado D. Juan. Bueno, no es sorpresa. Excelente como siempre. Un abrazo hermano cubano y español.
Al leer en este artículo: "Muy lejos, en cualquier caso, de los 3000 muertos del asesino Pinochet, que impuso su dictadura durante diecisiete años". Me he acordado, por el período de años, de un santo revolucionario, al que también le ponen calles y hasta nombres de estadios, Companys, casi 9.000 asesinados en Cataluña, sin contar los asesinados en Aragón por los secuaces que envió allí, durante dos años y medio solamente.
Verá, Sr Tagliavini: Su argumentación, está en la línea: Verborrea y más verborrea.
Como los discursos de varias horas que arreaba su amado Castro por TV.
Lugares comunes, manipulaciones, cita de aliño y traca final: "Cambio y cierro": pa' que se sepa quién manda aquí. o sea, todo comunismo puro. Pero los millones de muertos (por demografía y por oscurantismo -¿quién pudo contar/controlar en los decenios de maoismo?- tienen que ser bastantes cientos) son incontestables.
Gracioso el comentario del que odia a Pinochet. Bueno, también odia a Franco, y es que la lógica es ésta: si los comunistas te matan ellos son malos, pero para que sigan siendo malos tienen que seguirte matando, porque en cuanto les respondes te pones peor que ellos, y la elección de ese señor es ésta: estoy contra los comunistas cuando matan (como a José Calvo Sotelo) pero me opongo a que se haga nada que no sea lloriquear. ¡Para que mi actitud sea moralmente correcta debe ser impotente y derrotista! ¿Qué pasaría si alguien intentara hacer algo contra la tiranía cubana (o norcoreana o iraní)? ¡Pues que esta clase de seres se pondrían de parte de los tiranos, porque el único remedio es esperar que se vayan por las buenas, cosa que no harán!
Los tiranos merecen más respeto que estos filántropos.
Es lo que tiene los izquierdistas y separatistas, que se creen legitimados para matar, pero, cuando alguien se defiende, es un criminal.
Mi solidaridad contigo, como persona y como nieto de cubano de Camagüey. Las dictaduras rojas siempre son peores. Será por eso que, con Franco (que debía ser un dictador, aunque yo no me enteré), pasé los mejores 20 años de mi vida. Algunos debieron pasarlo mal, sin duda, pero en general (y lo digo por haberlo vivido), la gente creía en el orden y la Ley, había más seguridad, más alegría y más esperanzas. Hasta los que le temían, tenía esa esperanza: la de que se acabara, mientras conducían su 600 y tenían la Inter con un solo canal.
Quizás nadie más abra este artículo de Abreu pero he seguido un rato pensando en un tema de este "debate" y quizás pueda organizar mejor aquí esta idea:
No tiene sentido pensar que hay un violencia buena y otra mala....los demócratas, los liberales los son porque no aceptan la violencia, la coacción, el querer silenciar al opositor, como medio para organizar y desarrollar la sociedad
Es complicado esto porque hay muchos voceros, muchos medios de comunicación, que pretenden exaltar el carácter ejemplar de Allende, su compromiso con el "pueblo" o el carácter revolucionario, popular, emancipador de la II república, y a la que te pones un poco a rebatir esto, puede suceder que te veas exaltando o legitimando a Pinochet o Franco
Esto que exaltan los voceros, si tiene algo de verdad, lo es solo para una parte del "pueblo" y lo mismo vale para los que se sintieron cómodos con el franquismo o con la junta militar chilena
Estoy de acuerdo con el Sr Tagliavini, no puede justificarse en ningún caso una tiranía de derechas porque ha exterminado una de izquierdas, sobre todo si tiene muertos y desaparecidos en su historia. No entiendo los improperios que le han destinado a este señor, es que todo el mundo tiene que opinar y decir lo mismo? Esto es lo que pretenden las dictaduras, la uniformidad y la intentan consiguir silenciando a la otra mitad.
Reléase el artículo, señor Tagliavini, pero despacio. El señor Abreu dice que Pinochet fue un asesino. Lo dice literalmente, "asesino". Y además en las primeras líneas. De donde infiero que usted sabe leer a medias. Pero yo se lo explico:
Pinochet era un asesino y Allende, ese tótem idolatrado por la izquierda, era otro. Los dos eran asesinos. Ahora quizá lo vaya pillando.
La diferencia entre uno y otro es que Pinochet, además de asesinar (y esto el señor Abreu lo critica, léaselo, no interprete) enriqueció el país.
Cuba sigue siendo una dictadura sangrienta. Chile no. Esta es la diferencia. Usted dirá lo que quiera, pero si me ponen a escoger entre lo malo y lo peor, yo me quedo con lo malo, con Pinochet.
Si Allende se hubiera quedado, pues tendríamos Cuba 2. Este es el resumen acertadísimo del señor Abreu.
Usted puede soñar que en la América del Sur del siglo XX existía gente maravillosa y que sólo hacía falta un poquito de buena intención. La realidad es bien diferente. Sólo había asesinos, a un lado y a otro.
Con Franco es más de lo mismo. Nadie duda de que fue un asesino. Todos los sabemos. Ahora bien, ¿cómo nos hubiera ido con el agente estalinista Largo Caballero? Porque este señor también era un asesino, pero esto la izquierda no lo reconoce. Pues yo se lo digo: bastante peor. No tiene ojos, mire usted a su alrededor, mire Rusia, mire Corea del Norte, mire la revolución cultural china. ¿Cuántos argumentos más necesita? ¿Todavía no se cae del guindo?
Otro mito que cae, Allende.
Otro rojo escocido.
Tomo nota.
Al final llevaba razón quien me recomendaba cuidado al caerme del guindo. Del guindo del, ejem, liberalismo me acabo de caer. Fue divertido mientras duró.
Cambio y cierro. Más vale solo...
Se puede caer del guindo o de donde le parezca.
Aquí el Sr. Abreu nos cuenta una realidad que conoce muy bien, una realidad que ha sido tergiversada descaradamente por la izquierda guay, para la que Allende, Castro, el Ché son héroes a los que admirar.
La realidad es que no son héroes, no lo son. El Sr. Abreu argumenta porqué no lo son. Castro fue un dictador que llevó la ruina y la represión a Cuba, exactamente lo mismo que pretendía hacer Allende en Chile. La ruina la consiguió Allende en tres años. Consulte Ud. las estadísticas oficiales del mismo gobierno de Allende.
La gran familia de los totalitarios de izquierda (en España: Socialistas, Podemitas y Comunistas con tarjetas de crédito) no solo creen tener el monopolio de la verdad, por supuesto de la memoria, de la moral, etc., sino también creen que solo ellos pueden ejercer la violencia, solo hay que ver como reaccionan ante el llamado de Aznar a la movilización de los cuidadanos que no estén de acuerdo con las inmoralidades de este gobierno, que vamos a dejar para su opinión sobre el golpe de estado en Chile?.... Allende con una mayoría muy precaria, quería imponer el socialismo estalinista en Chile (nunca habló del socialismo sueco o noruego) para eso miles de cubanos entran en Chile como Pedro por su casa conocedores de las técnicas (desde 1959 habían hecho eso en Cuba el KGB y la Stasi) para silenciar a la oposición e imponerse a cualquier coste, tomar control de todas las instituciones del país, las militares por supuesto también caerían....(recuerdan como si lo pudieron hacer en Venezuela): Esto no es violencia??? Esto si es legítimo y el golpe a esta jugada no?.... esta vez le salió mal, la mayoría de las veces, se han salido con la suya
Sr. Abreu, mi más profunda y sincera admiración por sus artículos y sobre todo por sus manifiestas convicciones. Espero que con el cambio de dirección en el periódico no le aparten. Un abrazo.
Recuerdo lo que decía Castro al triunfar la revolución: Todos los blancos que no corten caña a tomar por c... a España...
Mientras se fumaba los habanos, se tiraba a las mulatas y se bebía el ron...
Gracias señor Abreu por este y otros muchos artículos en Vozpopuli. Hace dos días en el Parlamento Europeo intervino Hermann Tertsch , e hizo unas declaraciones similares a las suyas sobre Allende y Cuba. Le mando el enlace del video en el que se puede ver a más de la mitad de los europarlamentarios y el Presidente de la comisión le hicieron callar. Triste ver la situación que tenemos en Europa.
https://www.youtube.com/shorts/UuJkzrws7ug
Remito al discrepante Ernesto Tagliavine a que busque en YouTube el último vídeo de José Ramón Rallo sobre la REALIDAD económica (datos, no relatos; cuentas, no cuentos) del periodo de tres años de Allende (cifras oficiales). Ernesto, protégete bien que te caerás del guindo.
Me gustaria creer como tu en todo eso pero no puedo.
Los americanos con el futuro premio Nobel Kisinger a la cabeza iniciaron (continuaron) con su plan de guerra encubierta por todos los medios en el continente que consideraban suyo.
Vergüenzas como la operacion Condor no son la alternativa a las salvajadas de los revolucionarios castristas que lo mataban todo por la revolucion y la posterior represion.
El gran problema del subcontinente Sudamericano (incluida centroamerica) es que tras la desaparición de los españoles y sus leyes, primero cayo en manos de los criollos avariciosos para luego pasar a manos del mundo anglosajon (primero britanicos y luego americanos con Monroe a la cabeza) que succiono todo lo que habia de valor sin aportar nada.
Lo que queda de todo eso son oligarquias trinconas, falsorevolucionarios vividores como Ortega en nicaragua, fantasmas de la guerra fria como el castrismo y un peronismo chorizo como el de los Kirschner.
Curiosamente la mayor esperanza de salir de ese bucle infinito de pobreza-delincuencia-corrupcion esta en El Salvador, un pais pequeño que esta recobrtando su dignidad y riqueza -teniendo en contra a todas las ONG y observatorios del mundo- de la manos de un tio que no tiene miedo a morir llamado Bukele.
Y has contado poco, Juan, has contado poco. Lo alucinante de estos líderes “del pueblo” es su capacidad para ofrecerse al mundo como víctimas del capitalismo y engatusar hasta el más tonto de los europeos. Sin embargo, el problema estructural de las élites en Sudamérica desde las independencias ha sido y es su incapacidad para adoptar modelos de Estado sociales que sean capaces de garantizar unos mínimos vitales dignos a su población, desde educación y sanidad básicas hasta condiciones económicas dignas. La corrupción generalizada, el narcotráfico, la evasión fiscal de las oligarquías, la debilidad del Estado de Derecho, todo ello es un cercenamiento crónico de las capacidades de una de las regiones más ricas del mundo. En esta situación estructural siempre habrá Allendes acechando.
Pues lamento discrepar; pero yo no tengo por qué estar obligado toda la vida a elegir entre un horror y otro igual de terrible (y en muchos momentos, infinitamente MÁS). Discúlpenme que me niegue a seguir la consigna y proteste con indignación por la publicación de este panfleto. Porque lo es. Y háganselo mirar, señores de Vozpópuli, porque libertad de expresión aparte, es un panfleto nada liberal, a menos que los golpes militares puedan serlo.
Lo primero: he hecho una copia del artículo y he buscado en él tres palabras. Allende (13 veces); Pinochet (2) Cuba (12) y Castro (8). De donde deduzco que no va sobre Chile sino sobre Cuba.
Y sí, el señor Abreu lo pasó en Cuba tan mal como puede pasarlo un ser humano; y tiene todo el derecho, y el deber, de decirnos cómo es un régimen comunista de verdad. Yo visité una vez un país comunista europeo (la antigua Checoslovaquia) y, si bien fui tratado mucho mejor que los checos (esa doblez de la que habla el articulista...) no pude dejar de ver la realidad de aquel país. Como la de Cuba. Con los ojos bien abiertos, todo se ve.
A lo que no tiene derecho el señor Abreu es a inferir de eso que Pinochet fue la salvación de Chile, porque eso es MENTIRA. Está bien establecido cómo fue despellejado Albert Camus por hablar de los crímenes de Stalin: al parecer, hablar de ellos era hacerle el juego al capitalismo, bla, bla, bla... Bueno: parece ser que este es el pensamiento (?) del señor Abreu: que criticar al criminal Pinochet es hacerle el juego a Cuba, o algo así. Como mató menos, ¿verdad?
Criminal y burro: ese era el apodo de Pinochet entre sus compañeros de la academia militar de Chile, EL BURRO ¿Torturas, dice usted? Sin ir más lejos, eso dígaselo usted a la señora Bachelet, Presidenta democrática de Chile, sin ir más lejos. A ver qué le parece, no digo más.
Seguiré hablando del horror del pinochetismo porque fue real y porque ni salvó a Chile ni salvó nada, se limitó a matar, torturar y hacer desaparecer a mucha gente. Verán: yo mismo conocí en París a un chileno de los muchos que salieron por pies. Como ve, no todos fueron a Cuba porque no todos eran terroristas asesinos, como el señor Abreu se atreve a decir. Fue casual. Era ciclista profesional. Y se tuvo que ir. Veinte años más tarde, me dijo que no volvía a Chile por tres razones: su vida en Francia era mejor, para sus hijos Chile era un país extraño... Y qué caramba: Pinochet seguía vivo.
Me niego a seguir consignas. todo horror es un horror, todo crimen es un crimen y todo criminal es un criminal. Luego ya, el bien de la Patria, el socialismo, la libertad (hay que j******, con Pinochet en el poder...). Pues eso: Mala gente, la hay de muchas clases, señor Abreu.
¿Para cuándo un artículo sobre cómo salvó Franco España?
"De diez cabezas nueve / embisten, y una piensa. / No es de extrañar..." etc., etc.
(Antonio Machado)
La verdad escuece, como demuestra su comentario.
Lo que el Sr. Abreu cuenta es la pura realidad.
El Sr. Abreu llama a Pinochet dictador, que es lo que fue, pero el dictador Pinochet revertió el rumbo suicida del Chile de Allende. Es la pura realidad.
No hay más que examinar las estadísticas del periodo Allende y compararlas con las del periodo Pinochet.
Allende pretendía llevar a Chile a una dictadura estilo Cuba, es bien cierto, por eso se rodeó de cubanos.
Menos ideología sectaria y más racionalidad y objetividad.
Profunda repugnancia produce usted. Porque justifica crímenes comunistas con la reacción a esos crímenes. Los 100 millones de muertos del comunismo que suelen esgrimirse como si fueran todo, son contradichos por fuentes solventes posteriores que mantienen que no llegan ni a la décima parte de la realidad. Y es razonable creerlas.
Al menos podría tener la mínima decencia de callar su cinismo ante las manifestaciones de un testigo que habla en primera persona: sí, usted sigue esas consignas que de forma descarada dice rebatir.
Se pongan como se pongan usted y la piara de comunistas que grazna sin parar, las represiones de reacción cuentan los muertos, como mucho, por miles. Las de los comunistas, por centenares de millones.
O sea: que si es por una buena causa las muertes, las desapariciones, las TORTURAS, el TERROR en definitiva... TODO está justificado. Sobre todo si las víctimas no son muchas, o no son tantas como las del enemigo, ¿verdad?
Pues qué bien. Eso mismo dicen los comunistas con idénticos argumentos...
Me ratifico punto por punto en cuanto he dicho. No entro en rebatirlo. Gracias por los epítetos que me dedican: cínico, indecente, seguidor de consignas. cerdo (es lo que hay en las piaras), sectario... Todo eso no me ofende, simplemente porque no ofende quien quiere.
"De diez cabezas nueve / embisten, y una piensa. / No es de extrañar..." etc., etc.
(Antonio Machado)
También Machado era un comunista, un sectario y un cerdo, como todo el mundo sabe...
Cambio y cierro.
Gracias Sr. Abreu por decir la verdad, por contarnos las experiencias directamente vividas por Ud. en la isla idealizada por esta izquierda fanática, envidiosa, manipuladora, incompetente que padecemos.
Y también por contar la verdad del régimen de Allende, que, en tres años, fue capaz de llevar a la ruina económica y moral al conjunto de los chilenos. También Allende forma parte, junto con Castro y el Ché, de los mitos idealizados por esta izquierda cochambrosa.
¡Bravo!
La primera pregunta de Alsina a Sánchez.
¿Por qué nos ha mentido tanto Presidente?
Yo añado.
¿Por qué la izquierda en general y en España en particular lleva 50 años mintiéndonos tanto ??
Porque vive de la propaganda. De ello depende su supervivencia.
El socialismo y el comunismo, primos hermanos, han fracaso como experiencia histórica, pues no han traído, en ningún sitio, ni progreso ni libertad, y menos aún progreso con libertad.
La izquierda en España, a diferencia de la nórdica, la alemana e incluso la portuguesa, no ha aprendido a ser democrática, a pesar de provocar una guerra por esta causa. Hoy está embarcada, por medio de Su Sanchidad y Besuquona Diaz, en acabar con el sistema constitucional del 78, junto con la caterva de nazionalistas anti españoles.
Ya sabe Vd.: "Cien años de honradez".
Demoledor y revelador. Muchas gracias por relatárnoslo de forma tan magistral.