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Opinión

A la caza del indeciso

Tanto PSOE como PP podrán atrapar a los indecisos, esos tipos que aquí llamamos tercera España y que no saben si son de derechas o de izquierdas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez

Dicen que el desgaste de Sánchez ya lo sitúa por debajo de Feijóo. Y parece que todo se reduce a estar más a la derecha o a la izquierda, volver al centro, venir por donde uno se fue, situarse por encima del rival político. Los partidos ofrecen un ideario sintético y básico, reduciendo a un mínimo de esfuerzo mental los problemas y repitiendo obviedades manoseadas, fatigadas. Con este ideario marco, y mezclando un poco de marketing político, ya se puede fabricar el besapiés y el brainstorming favorable de la oposición. Así las cosas, los presidenciables van labrándose una marca y se fabrica un programa adecuado a las corrientes de voto.

Pero he aquí un problema: el marketing del partido de la oposición, por desdicha de la homogeneidad reinante (todos leemos los mismos periódicos y también los mismos libros) puede parecerse, y se parece, al del adversario político. Entonces el recurso es sacar el viraje al centro, la gestión y todo eso. El problema es que se parece tanto que podría ser el mismo partido si nos despistamos, y entonces acabaríamos todos votando al PSOE.

Céntrese quien pueda. Unicéntrese democráticamente. Centro solo hay uno y los demás son satélites. Vote con-centrado. La alternativa alternante. Civilización o caos

En las andaluzas se ha visto que la última obsesión del PSOE es movilizar a los abstencionistas. Dicen: “si votamos ganamos”. De cara a las generales parece que la guerra se centrará en los indecisos y abstencionistas. ¿Con qué slogan puede llevar el PP a las urnas al votante que se debate entre el populismo de Vox y el abstencionismo, o al que ya se ha cansado de que le roben los socialistas la cartera? Aquí algunas ideas: Céntrese quien pueda. Unicéntrese democráticamente. Centro solo hay uno y los demás son satélites. Vote con-centrado. La alternativa alternante. Civilización o caos. Conservadurismo civilizado con progresismo controlado.

Mucha gente dice que aquello de las izquierdas y las derechas está superado. El problema es que los españoles decían lo mismo el siglo pasado, y aquí seguimos como siempre, enredados con las ideologías. Ahora tanto PSOE como PP podrán atrapar a los indecisos, esos tipos que aquí llamamos tercera España y que no saben si son de derechas o de izquierdas. Este votante siempre puede hacer un cursillo rápido musical de los eslóganes y ya está listo para votar.

Cuando se acerquen las elecciones comenzará el tráfico de ancianos, mujeres y jóvenes. Les regalarán viajes a Maracaibo a nuestras abuelas, cheques culturales a los jóvenes y un nuevo derecho histórico a las mujeres.

Para los socialistas, propongo estos eslóganes: Socialismo y olé. Socialismo es libertad de ser socialista. Vote sin principios. Sin Franco gobernamos mejor. ¡A robar carteras a los ricos! El PSOE en realidad no tiene que hacer ningún eslogan porque tiene la llave de los medios y es el mejor amigo del capital. Antes de las elecciones sacarán el book de la corrupción del PP, y si no hay no importa, ya han creado “el corrupto oficial”. También hay que contar con el rasca y gana. Cuando se acerquen las elecciones comenzará el tráfico de ancianos, mujeres y jóvenes. Les regalarán viajes a Maracaibo a nuestras abuelas, cheques culturales a los jóvenes y un nuevo derecho histórico a las mujeres.

Nadie sabe en realidad lo que hará Feijóo, puede que siga la técnica del desgaste del votante socialista y el giro al centro pero hay que contar con el factor sorpresa del book, con el truco del rasca y gana y con el apoyo de la banca, los medios… En realidad toda esta zarabanda electoral ya se monta, se gasta, se crea y se destruye para llevar al indeciso de la oreja a la urna por si se equivoca y acaba votando a Vox. Los indecisos son de lo más extraño que circula por ahí y hay que atraerles de todas las formas posibles. El PSOE ya trabaja en silencio y sombra mientras el PP, que cree que todo está bien centrado y bien atado con su técnica del desgaste, se entretiene con los eslóganes.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.

  • Y
    Yorick

    ¿De verdad hay gente que no sabe si es de derechas o de izquierdas?

    ¿Gente que necesita ver un debate entre candidatos para decidir cuál le gusta más?

    ¿Gente a la que una frase ingeniosa o una dentadura simétrica decantan en uno u otro sentido?

    ¿Gente que se vende por una suscripción a Netflix o un viaje en tercera clase?

    Si los hay, que los habrá, vaya para ellos mi más severo menosprecio.

    • X
      xsibai

      Es decir, que a las persona que juzgan a los políticos por sus hechos y votan en consecuencia, es que no saben si son de derechas o de izquierdas. Pues vaya conocimiento de la realidad !. Vamos bien!