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Opinión

Cataluña no es ni Eslovenia ni Francia

Quim Torra

La irresponsabilidad de Pedro Sánchez y la política suicida y totalitaria de Quim Torra rayan en lo criminal. Ha llegado el momento de aplicar el 155 urgentemente antes de que tengamos que lamentar muertos.

Sepa usted, señor Torra, que antes de hablar de la vía eslovena debe usted decir que Cataluña no dispone de depósitos de armas del ejército, incluidas armas pesadas y carros de combate; Eslovenia sí los tenía cuando se produjo la secesión. A Cataluña no la apadrina ningún país de la UE; a Eslovenia, en cambio, la prohijó Alemania. La guerra de independencia eslovena costó un centenar de muertos y, desgraciadamente, sirvió como detonante para las de Croacia – veinte mil -, Bosnia -más de cien mil – y Kosovo – diez mil-. Más de ciento cuarenta mil cadáveres provocados por el etnocentrismo. Añado: Eslovenia aprovechó que la antigua Yugoslavia se hallaba en franca descomposición como estado, que nació de manera artificial a resultas de la Primera Guerra Mundial, que llevaba plomo en las alas como el resto de países satélites del bloque comunista y que, por último, esa región era “étnicamente” pura. De ahí que la separación ganase con un cien por cien de los votos. Cataluña, por el contrario, se halla fracturada casi por la mitad, siendo ustedes minoritarios con un cuarenta y siete por ciento. Excuso explicarme acerca de los otros aspectos, fácilmente comprensibles para cualquiera que no viva cegado por el odio supremacista.

No es de recibo la comparación, por lo tanto, salvo para los de su bando, que tragan con lo que sea con tal de no reconocer su locura. Si ya es preocupante que usted pretenda convertir a los Mossos en una policía política al servicio del separatismo y que haya gente dentro de la misma ANC, como Adrià Alsina, que exige nombrar policías a los CDR – los nazis hicieron lo propio con las SA en cuanto llegaron al poder -, más graves son aún las declaraciones del fugado Toni Comín desde Bélgica, animando a la hueste separatista diciéndoles que “ha llegado el momento de aceptar que el camino hacia la independencia será dramático”. No lo debe decir por él ni por sus compinches, que llevan una vida regalada en ese “exilio” dorado.

Lo preocupante es que los socialistas no tengan el menor asomo de decencia a la hora de asumir sus responsabilidades como gobernantes de España

Pero lo verdaderamente preocupante, en realidad, no son las astracanadas de esos aspaventosos que dirigen la cofradía del lazo amarillo. Lo preocupante es que los socialistas no tengan el menor asomo de decencia a la hora de asumir sus responsabilidades como gobernantes de España. El tiempo de mirar hacia un lado pasó hace ya mucho tiempo, y no es admisible que la delegada del gobierno, Teresa Cunillera, esté más pendiente de decir que VOX no es necesaria en Cataluña, porque ya están PP y Ciudadanos, que de ordenar a las fuerzas bajo su mando que despejen las vías de comunicación ocupadas por lo CDR, ante la pasividad de los Mossos. ¿Dónde están Miquel Iceta, Jaume Collboni, Josep Borrell, donde la ejecutiva nacional del PSC? ¿Así quieren pasar a los anales de la historia, como los cobardes ventajistas que por unos votos en el congreso toleraron lo intolerable?

Sepan estas gentes, y sépalo el ministro Marlaska, y sépalo Sánchez, que el próximo 21 de diciembre se va a organizar la de Dios si no lo remedian. Desde las redes sociales, los separatistas buscan doce mil voluntarios para interrumpir, sabotear y apropiarse de las principales infraestructuras catalanas ese día. Las enumeramos por si acaso fueran de interés para el señor ministro: frontera con Francia por La Junquera, límites con Vinaròs y Aragón, puertos de Tarragona y Barcelona, vías de comunicación como la AP7 de Gerona y la C25 a Manresa, aeropuertos de Barcelona y Reus, estaciones de AVE de Gerona y Sants, en Barcelona. Por lo que respecta a la capital catalana, además, prevén cortes ininterrumpidos en Ronda Litoral, Ronda de Dalt y la confluencia de la Diagonal con Paseo de Gracia. Prevén mil personas como mínimo para cada lugar.

A esa convocatoria, hecha por el colectivo Bandera Negra, se suma una nueva organización, los GAAR, Grupos Autónomos de Acción Rápida. No se cortan. Afirman que “si sois de los que decís que los independentistas somos gente de paz, no hace falta que vengáis”. Más claro, agua. Excuso decir que todos tienen canales abiertos en diferentes redes. No los divulgo porque jamás me ha gustado hacer propaganda a quienes se arrogan la verdad y el uso de la fuerza de manera partidista y sectaria. Pero créanme, no es difícil hallarlos.

Los separatistas buscan doce mil voluntarios para interrumpir, sabotear y apropiarse de las principales infraestructuras catalanas el 21 de diciembre

Por todo ello me niego a creer que, si esto puede saberlo un simple particular como servidor, sea algo que desconozca Marlaska. Además, me consta que diferentes servicios de seguridad del Estado llevan días alertando al Gobierno acerca de un estallido de violencia en mi tierra, aprovechando los terribles disturbios provocados en Francia por los Chalecos Amarillos. La ceremonia de la confusión. Ese es el fondo de todo este asunto. Existe en todo el territorio de la UE un complot muy bien urdido destinado a minar de manera fatal a las democracias parlamentarias en el que se dan la mano los extremos. El marco de este artículo es demasiado pequeño para el tratamiento que requiere tal asunto, pero ese diseño de agitación, disturbios, muertos – en Francia ya llevan unos cuantos – y tensión social es totalmente real.

Así que, o Sánchez declara el 155 y corta por lo sano la insurrección separatista en Cataluña, empleando a fondo policías y jueces como sucede en Francia, a los que no le tiembla el pulso a la hora de defender su democracia, o podremos decir sin margen de error de qué hablaron él y Soros en la entrevista que mantuvieron apenas llegado el socialista a la Moncloa. Tampoco es tan difícil adivinarlo.

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