Ciencia

¿Has probado a pararte y pensar? Esto es lo que pasa cuando te obligan

Un experimento psicológico muestra que las personas disfrutan mucho más de lo que habían previsto cuando les obligan a dejar sus dispositivos y pasar tiempo con sus pensamientos.

Pensar, un disfrute inesperado. Pixabay

Pensar es un placer olvidado. Las personas constantemente subestiman cuánto disfrutarían pasar tiempo a solas con sus propios pensamientos, sin nada que los distraiga, según una investigación publicada esta semana en el Journal of Experimental Psychology.

"Los seres humanos tienen una sorprendente capacidad para sumergirse en su propio pensamiento", dijo la autora principal del estudio, Aya Hatano, PhD, de la Universidad de Kyoto en Japón. “Nuestra investigación sugiere que las personas tienen dificultades para apreciar cuán atractivo puede ser el pensamiento. Eso podría explicar por qué las personas prefieren mantenerse ocupadas con dispositivos y otras distracciones, en lugar de tomarse un momento para la reflexión y la imaginación en la vida diaria”.

En una serie de seis experimentos con 259 participantes, los investigadores compararon las predicciones de las personas sobre cuánto disfrutarían simplemente sentarse y pensar con su experiencia real al hacerlo. En el primer experimento, pidieron a las personas que predijeran cuánto disfrutarían sentarse solos con sus pensamientos durante 20 minutos, sin que se les permitiera hacer nada que los distrajera, como leer, caminar o mirar un teléfono inteligente. Posteriormente, los participantes informaron cuánto lo habían disfrutado.

Pensar, un disfrute inesperado

Los investigadores descubrieron que las personas disfrutaban pasar tiempo con sus pensamientos mucho más de lo que habían previsto. Esto se mantuvo en todas las variaciones del experimento en el que los participantes se sentaron en una sala de conferencias vacía o en una pequeña y oscura tienda de campaña sin estimulación visual; variaciones en las que el período de reflexión duraba tres minutos o 20 minutos; y una variación en la que los investigadores pidieron a las personas que informaran sobre su disfrute a la mitad de la tarea en lugar de después de que terminó. En todos los casos, los participantes disfrutaron pensando más de lo que esperaban.

Las personas disfrutaban pasar tiempo con sus pensamientos mucho más de lo que habían previsto

En otro experimento, los investigadores compararon las predicciones de un grupo de participantes sobre cuánto les gustaría pensar con las predicciones de otro grupo sobre cuánto les gustaría ver las noticias en Internet. Nuevamente, los investigadores encontraron que las personas subestimaban su placer de pensar. El grupo de pensamiento esperaba disfrutar de la tarea significativamente menos que el grupo de revisión de noticias, pero después, los dos grupos reportaron niveles de disfrute similares.

Sobrecarga de información 

Estos resultados son especialmente importantes en nuestra era moderna de sobrecarga de información y acceso constante a distracciones, según el coautor del estudio, Kou Murayama, investigador de la Universidad de Tübingen en Alemania. “Ahora es extremadamente fácil 'matar el tiempo'. En el autobús de camino al trabajo, puede revisar su teléfono en lugar de sumergirse en su pensamiento flotante interno, porque predice que pensar será aburrido”, asegura. “Sin embargo, si esa predicción es inexacta, está perdiendo la oportunidad de comprometerse positivamente sin depender de tal estimulación”.

“Ahora es extremadamente fácil 'matar el tiempo’ y revisar el teléfono en lugar de sumergirse en el pensamiento flotante interno”

Esa oportunidad perdida tiene un costo porque estudios anteriores han demostrado que pasar tiempo dejando que tu mente divague tiene algunos beneficios, según los investigadores. Puede ayudar a las personas a resolver problemas, mejorar su creatividad e incluso ayudarlas a encontrar el sentido de la vida. “Al evitar activamente las actividades de pensamiento, las personas pueden perderse estos importantes beneficios”, explica Murayama.

Es importante señalar que los participantes no calificaron el pensamiento como una tarea extremadamente placentera, sino simplemente como más placentera de lo que pensaban, según Murayama. En promedio, el nivel de disfrute de los participantes fue de alrededor de 3 a 4 en una escala de 7 puntos. La investigación futura debería profundizar en qué tipos de pensamiento son más agradables y motivadores, según Murayama. “No todo pensamiento es intrínsecamente gratificante y, de hecho, algunas personas son propensas a los círculos viciosos de pensamiento negativo”, sostiene.

Pasar tiempo dejando que tu mente divague tiene algunos beneficios, según trabajos anteriores

La investigación futura también debería explorar las razones por las que las personas subestiman cuánto disfrutarán pensando, según los investigadores. Los resultados también deben replicarse en poblaciones más diversas que el estudio actual, en el que todos los participantes eran estudiantes universitarios en Japón o el Reino Unido.

Referencia: Thinking About Thinking: People Underestimate How Enjoyable and Engaging Just Waiting Is (Journal of Experimental Psychology)

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