Llega Halloween, una de esas tradiciones americanas imperialistas como vender la casa para pagar la factura del médico o disparar a los negros sin preguntar. Este año se llevan los disfraces del Barça de Koeman y de factura de Endesa. Halloween ya se expandido por todo el mundo con ligeras adaptaciones como en España, donde los niños en lugar de dulces reciben chips de boniato y ramilletes de coliflor, por consejo del ministerio de Consumo. Alberto Garzón se ha visto todas las stories de Carlos Ríos y ha descubierto la vocación de su ministerio: el realfooding. Su última propuesta es prohibir los anuncios de dulces y productos azucarados para niños. La prohibición viene además en un momento en el que se está debatiendo la legalización del cannabis, así que nos estamos acercando a ese mágico instante en el que va a ser legal fumar chocolate y maría pero ilegal anunciar chocolate y galletas María.
Las reacciones de la oposición a la ley no se han hecho esperar. Díaz Ayuso ha tuiteado “Drogas sí, dulces no”, no sé si como cinismo, como frase de Eskorbuto o como filosofía de vida. El responsable de comunicación del Partido Popular, Ismael López, se ha fotografiado junto a 20.000 calorías ultraprocesadas, demostrando que ninguna tiranía comunista limitará su derecho a conseguir una diabetes de tipo 2.
En España existe la idea de que limitar el consumo de azúcar o de carne es propio de comunistas cuando en realidad lo que es propio de comunistas es limitar el consumo de azúcar, carne, pescado, verduras e hidratos de carbono y otras perversiones de la sociedad de consumo capitalista, como desayunar o merendar.
Eso es lo que hemos pedido en Corea a los proletarios: que se aprieten el cinturón unos años para llegar con tipazo a los Juegos Olímpicos de París y luchemos juntos contra obesidad, uno de los grandes lastres del siglo XXI según la FAO,
Tigretones, Panteras Rosas y Phoskitos, todo eso y más en mi selección de tweets semanal.
Y el cambio de nombre de Facebook del que hablaba aquí la semana pasada ya se ha producido, el nombre escogido es Meta. ¿Ha escogido un comité de expertos, con la intención de lavar la imagen de la empresa, el nombre de la droga que más estragos ha hecho en Estados Unidos en la última década? Correcto. No intentes entender el mundo, disfrútalo.