“Truco o trato”. Estas palabras nos llevan a todos automáticamente a la noche de las brujas y de los muertos vivientes; popularmente conocida como Halloween. Esta fiesta, que se celebra actualmente en casi todo el mundo, se vive con más intensidad en los países anglosajones. Con el paso de los años, ha ido extendiéndose hasta convertirse en lo que ahora conocemos. Zombies, hombres lobo y fantasmas se mezclan entre calabazas y disfraces inimaginables de modo que para muchos, la noche del 31 de octubre se convierte en una auténtica pesadilla.

Leo en un periódico que los moradores de una aldea serbia viven atemorizados porque un vampiro, el antiguo molinero del pueblo, ha vuelto. Y hay muertos. Y todo es colocar crucifijos por doquier y adornar de ajos ventanas, dormitorios o llevarlos en los bolsillos. Y en efecto, recordé mi estancia en Serbia y como en algunos lugares el miedo al vampiro es, hoy en día, una realidad que ni siquiera la cruel guerra pudo desbaratar.

La investigación se centra en determinar quién es el responsable de que se superase el aforo máximo del pabellón. Una de las líneas apunta a la comercialización a la puerta del recinto de pases ya usados. Muchos asistentes han denunciado que cuando pasaban el control, se les retiraban. "A una amiga le vendieron las entradas losvigilantes. Tenían un montón sujeto por una goma", denuncia un joven.