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El pacto artificial por RTVE hace agua a las puertas del 'temible' 2022 para Sánchez

Las noticias sobre las contrataciones de directivos afines por parte del presidente del RTVE han empeorado el clima en la corporación. “¿Por qué salen en este momento?”, se preguntan dentro de la casa

Torrespaña
Sede de Torrespaña. EFE

Ni siquiera ha pasado un año desde que José Manuel Pérez Tornero fuera designado como presidente de RTVE y ya ha recibido su primera petición de dimisión. Lo ha hecho el sindicato Comisiones Obreras -en estrecha alianza con Podemos- después de que trascendiera que dos de los nuevos directivos de la televisión pública tuvieron una anterior relación empresarial y profesional con su máximo representante, tal y como relató Vozpópuli.

Resultó significativo que Pablo Echenique acudiera este lunes a la sesión de la Comisión Mixta Interparlamentaria de RTVE, pues no suele ser habitual. Pero el portavoz quiso estar presente porque sabía que este asunto ha debilitado al presidente de la corporación, que niega que los concursos de méritos que se convocaron para asignar esas dos plazas tuvieran irregularidades, pero que no es capaz de desmentir la relación que ha mantenido en el pasado con esos dos miembros de su equipo, pues figura en documentos públicos. En el Registro Mercantil y en el catálogo de la editorial que dirigió uno de ellos.

Podemos firmó junto a PSOE, PP y PNV el pacto que sirvió para renovar, en marzo, a la cúpula de la corporación e introdujo en el Consejo a dos vocales de su plena confianza: Roberto Lakidain y José Manuel Martín Medem. Por su parte, Comisiones Obreras defendió la candidatura de Pérez Tornero en el cabildeo que tuvo lugar -a varias bandas- desde meses antes de su nombramiento.

Pero tanto el sindicato como los dos consejeros, y Podemos, se encuentran actualmente enfrentados a Pérez Tornero y eso -según fuentes del Consejo- se debe principalmente a la retirada del programa de Jesús Cintora de la parrilla de programación de La 1, pero también a la línea editorial de los telediarios y a algunas decisiones internas que generaron revuelo, como la prohibición a los periodistas de TVE de acudir a los campamentos saharauis en un viaje organizado por el Frente Polisario.

En ese caso, son varios miembros del órgano de gobierno de RTVE los que sospechan que esa decisión estuvo motivada por un 'telefonazo' de Moncloa.

El PP no ataca

Con la oposición parlamentaria la situación que se vive es de 'tensa calma'. Tanto Vox como Ciudadanos quedaron fuera del pacto político, pero, de momento, no han sido especialmente críticos con el equipo directivo, si bien se han interesado por los males endémicos de la corporación, entre ellos, algunas de las elevadas 'facturas' que registra año a año y el relacionado con la línea ideológica de sus noticiaros.

El Partido Popular apoyó la renovación del Consejo porque en Génova sabían que, si no lo hacían, podían quedarse fuera de este órgano, toda vez que Pedro Sánchez tenía la posibilidad de negociar una mayoría de 176 diputados para nombrar a los vocales. Sólo le hacían falta sus socios de investidura.

Los tres consejeros designados por los populares no han abandonado el 'espíritu de consenso' que se armó alrededor de Pérez Tornero, pero eso no quiere decir que entre ellos no haya críticas a su gestión, que consideran que podría ser mucho más activa en lo que respecta a la mejora de las audiencias y más agresiva en la negociación con el Gobierno sobre el futuro modelo de financiación de la corporación.

El PSOE no han negado el apoyo a Pérez Tornero, pero dentro del Consejo son conscientes de que en una facción de los socialistas existe cierto malestar con el presidente por el nombramiento de periodistas que consideran afines al PP para puestos en La mañana de La 1' y en el organigrama de los Servicios Informativos. También por la forma en la que Fran Llorente -exdirector de Informativos con Rodríguez Zapatero en Moncloa- salió de la empresa pública, rumbo a Prisa, entre sospechas de que iba a ser cesado de su puesto anterior.

Mala situación de las audiencias

La situación de las audiencias tampoco ayuda. El año 2021 volverá a ser el peor de la historia para RTVE en general y para La 1, en particular. Es decir, la televisión pública ya no tiene la influencia ni el alcance que dispuso en años en los que fue acusada de manipulación informativa, bajo anteriores gobiernos socialistas y populares.

Ahora bien, en Moncloa transmitieron un mensaje cuando renovaron la corporación y es que, más allá de los resultados que obtenga RTVE, era fundamental que no causara problemas innecesarios, como ocurrió en abril de 2019, cuando se produjo una rebelión interna entre los directivos de Torrespaña por el intento de Pedro Sánchez de utilizar a la televisión pública para cambiar la fecha de un debate electoral.

Pero el hecho de que el socio de gobierno del PSOE haya pasado al ataque tan pronto contra Pérez Tornero y que haga tanto ruido al respecto de su gestión ha generado cierta inquietud en el palacio presidencial de cara a este 2022, en el que se esperan turbulencias sanitarias, políticas y, sobre todo, económicas. Así lo explican fuentes de los socialistas.

La semana pasada fue 'negra' en RTVE en este sentido, pues el suicidio de Verónica Forqué levantó una enorme polvareda alrededor de esta empresa y de su programa de máxima audiencia. Y la publicación de la actividad empresarial pretérita de su presidente y de los datos sobre sus contrataciones más controvertidas obligaron a encender las alarmas.

“¿Por qué salen estas noticias en este momento?”, se preguntaba una persona cercana al presidente de RTVE en las últimas horas. Dentro del Consejo, hay opiniones encontradas, pero coinciden en afirmar que la revelación de esta información sólo persigue un fin: poner en duda a la cúpula de la corporación en un momento decisivo de la legislatura y pocos meses después de que fuera designada.

No hay que olvidar que, en 2018, se convocó un concurso público para renovar el Consejo de RTVE. Los partidos fijaron sus normas, nombraron a los 'examinadores' de los candidatos y modificaron el reglamento dos años después de su convocatoria. Lejos de respetar su resultado -se eligió una lista de 20 finalistas-, al final optaron por elegir a 10 consejeros, a dedo, de entre los más de 90 participantes. Algunos de los cuales, con notas muy bajas en el proceso.

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