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Las Blair españolas: 5 pueblos famosos por sus brujas

Luna llena en Zugarramurdi (flickr | Urko Dorronsoro - imagen con licencia CC BY-SA 2.0).

Cernégula, Burgos

La Historia cuenta que fue uno de los escondites preferidos por las brujas de Castilla. Este pequeño pueblo de menos de medio centenar de habitantes se encuentra en la comarca de Alfoz de Burgos, y hasta él llegaron los inquisidores encargados de estudiar las denuncias contra brujos y brujas. Su laguna sigue conociéndose hoy como la charca de las brujas, en donde dicen que se reunían las hechiceras de la zona para realizar conjuros y pócimas secretas. Hoy habitada por sapos y culebras, aparece en muchos textos antiguos. La mayoría parecidos al siguiente: “Todos los sábados las brujas de Cantabria, tras churrar en las cenizas del hogar y al grito de '¡Sin Dios y sin Santa María, por la chimenea arriba!', parten volando en escobas rumbo a Cernégula, donde celebran sus reuniones brujeriles alrededor de un espino, para luego del bailoteo chapuzarse en una charca de agua helada”

Trasmoz, Zaragoza

El castillo de esta localidad de apenas 75 habitantes fue el encargado de inspirar las famosas Rimas y Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer, quien se refugió durante un tiempo en el vecino monasterio de Veruela y quedó impactado por las historias de hechicería del lugar. No fue el primero en relacionar brujería y aquelarres con esta localidad situada junto a la sierra del Moncayo. Desde mucho antes se hablaba de las brujas de Trasmoz, a las que la gente temía porque tenían el poder de ‘curar’. Todavía hoy están presentes gracias al Museo de la Brujería y las Supersticiones del Moncayo, instalado en un antiguo horno de pan del siglo VI donde dicen que trabajó Dorotea, una de las brujas más famosas de Trasmoz. Cada verano, este pueblo celebra la Feria de Brujería, Magia y Plantas Medicinales del Mocayo recordando su pasado hechicero.

Zugarramurdi, Navarra

El cine lo ha convertido en el pueblo de las brujas por excelencia, entre otras cosas porque fue uno de los lugares más castigados por los inquisidores que luchaban contra las supuestas infieles que calificaban de hechiceras. El Museo de las Brujas de esta localidad cuenta su historia. Pero en realidad en Navarra se pueden encontrar muchos otros pueblos relacionados con leyendas mágicas en siglos pasados. Tanto que hasta hay una ruta de la brujería que lleva al visitante por parajes alucinantes repletos además de mitos hechiceros. Entre ellos el Valle del Roncal, el de Salazar, el de Larraun, el de Araitz... Un auténtico regalo para los amantes de las buenas vistas.

Soportújar, Granada

En plena alpujarra granadina se fundó este pueblo, dicen que por mujeres acusadas de hechiceras por la inquisición. Soportújar fue entonces su refugio, en el que según la leyenda siguieron celebrando aquelarres y conjuros. Al parecer eran meigas que venían de su Galicia natal y encontraron aquí un auténtico hogar. El pueblo ‘embrujado’ está orgulloso de su pasado, al que homenajea cada verano con la Feria del Embrujo. Hasta tiene un Centro de Interpretación de la Brujería para quienes quieran saber más de sus antiguos vecinos hechiceros.

San Salvador de Coiro, Pontevedra

Ubicado en la llamada ‘mágica’ península del Morrazo, San Salvador de Coiro es uno de los muchos pueblos gallegos en donde dicen que habitaron las meigas. Cuentan que en la playa organizaban los aquelarres después de ser llamadas por la campana de la Iglesia de Coiro. Y ahí es donde se encontraba uno de los misterios: los vecinos contaban que nadie hacía sonar aquella campana, tañía sola. "Cosa de meigas", decían. Varias vecinas de San Salvador de Coiro acabaron siendo condenadas injustamente por brujería en los procesos de meigas que se celebraron en la zona entre 1619 y 1628.

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