El periodista galardonado con un Pulitzer por haber revelado la matanza de My Lai por parte de las fuerzas estadounidenses en Vietnam, Seymour Hersh, abrió ayer la caja de pandora al asegurar que el sabotaje del Nord Stream 2 había sido obra de EEUU en colaboración con Noruega. Hersh, cuyo gran hito periodístico se dio en 1970, lleva décadas siendo muy polémico con sus afirmaciones confidenciales de la Inteligencia de EEUU a las que solo él tiene acceso. Ha afirmado que el uso de armas químicas en Siria fue obra de los rebeldes sirios, dejando fuera la autoría del régimen de Bashar Al-Asad aunque organismos internacionales afirman que los ataques de Guta con bombas con contenido químico fueron obra de su gobierno. Algo que Rusia también niega y afirma como ataque inventado.
Su figura transgresora ha cogido fuerza en las últimas horas tras afirmar que los buzos de la marina de EEUU habían sido los protagonistas de la detonación de los oleoductos del Nord Stream. Una información que corrió como la pólvora ayer en Twitter y que la Casa Blanca ya ha desmentido. En el informe, hecho público en un blog personal del periodista en la plataforma Substack, alude que en junio los buzos que operaban en unas maniobras con la OTAN colocaron explosivos para activarlos de forma remota destruyendo tres de los cuatro oleoductos del Nord Stream. Dicha información solo alude a una fuente secreta con "conocimiento de la operación".
La Casa Blanca desestimó el miércoles esta afirmación como "totalmente falsa y completa ficción". También dijeron lo mismo el Departamento de Estado y portavoces de la CIA. El informe afirma que el presidente de EEUU, Joe Biden, dio el visto bueno a esa operación en reuniones de alto secreto.
Afirmaciones pasadas
No es la primera vez que el periodista alude a informaciones extrañas. Además de las armas químicas, en 2015 afirmó que Pakistán había mantenido a Bin Laden bajo arresto domiciliario desde 2006 y que el Ejército de Pakistán ayudó a EEUU a matarlo. Un informe que también fue tajantemente rechazado por la Casa Blanca. Sus publicaciones ya están alejadas de los medios tradicionales y desde hace una década cita fuentes secretas de alto rango que le 'soplan' algunas teorías contradictorias. Ha llegado a decir que EEUU tanteó lanzar un ataque nuclear sobre Irán bajo la administración de Bush.
Además llegó a afimar también que el Comando de Operaciones Especiales Conjuntas de Estados Unidos entrenó a agentes de un grupo de la oposición iraní en un lugar secreto en Nevada. En un artículo publicado en The New Yorker, Hersh apuntaba que EEUU estaría detrás del entrenamiento de la Organización de los Muyahidines del Pueblo Iraní en el año 2005, a pesar de que es considerada como una organización terrorista por el Departamento de Estado. A diferencia de su trabajo sobre la matanza de My Lai, que incluía material gráfico y fuentes contrastadas, las últimas informaciones del periodista se basan en fuentes únicas, enigmáticas y sin pruebas fehacientes. Sin embargo, la teoría ha cogido forma puesto que cada vez más voces analistas desestimaban la implicación del Kremlin en la detonación y han empezado a aupar la teoría estadounidense teniendo en cuenta el rechazo del gasoducto por la dependencia entre Alemania y Rusia.
Utilidad rusa
Su pluma conspiratoria es carne de cañón para Rusia, además de que él mismo ha sido un colaborador de la cadena rusa RT. Así, este jueves el Kremlin ha reclamado una investigación internacional en torno al sabotaje contra el Nord Stream a raíz de las informaciones publicadas por el periodista. El portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, ha recalcado que la publicación del artículo de Hersh "demuestra nuevamente la necesidad de una investigación internacional sobre estos ataques sin precedentes contra una infraestructura crítica internacional" y ha sostenido que "es imposible dejar esto sin determinar quiénes fueron los responsables y castigarlos".
"Algunos puntos (del artículo de Hersh) pueden ser rebatidos y otros necesitan pruebas, pero es notable su profundidad de análisis y la armonía de su presentación", ha dicho, antes de subrayar que "sería injusto ignorarlo, especialmente por parte de un país como Alemania, que quedó privado de una instalación energética muy importante a causa de este acto terrorista". "Por nuestra parte, hicimos afirmaciones sobre datos que apuntan a la implicación de los anglosajones a la hora de organizar este acto de sabotaje", ha manifestado, antes de insistir en que "pueden verse algunas coincidencias", tal y como ha recogido la agencia rusa de noticias Interfax.
