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Internacional

La jaula de oro del 'deprimido' asesino de la isla de Utøya

Gimnasio propio, videoconsola y la compañía de tres periquitos. Son algunos de los privilegios que Anders Breivik, que mató a 77 personas en 2011, disfruta en la celda-apartamento de una prisión de alta seguridad. Con todo, ha llevado a juicio al Estado noruego: se siente solo

Fotomontaje de Anders Breivik con la celda-apartamento que ocupa de fondo Vanesa Nérida con fotos de tv2

El 22 de julio de 2011, el asesino Anders Breivik (hoy de 44 años) detonó una bomba en un edificio situado frente al despacho del entonces primer ministro de Noruega, hoy secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en Oslo. En el atentado murieron ocho personas. Tras la acción, se desplazó a la pequeña isla de ​Utøya, donde decenas de jóvenes participaban en una campamento organizado por el Partido Laborista noruego. Se hizo pasar por policía para llegar a la isla, donde abrió fuego de forma indiscriminada. Su ira en forma de fuego dejó 69 muertos, muchos de ellos, casi todos de hecho, adolescentes.

Breivik fue condenado en 2012 a un periodo máximo de reclusión de 21 años (el máximo legal establecido en Noruega). Desde entonces, el ultraderechista ha permanecido la mayor parte del tiempo en régimen de aislamiento en el centro penitenciario de Ringerike, en concreto en una especie de celda-apartamento en la que disfruta de cocina propia, videoconsola, gimnasio y de la compañía de tres periquitos.

En la sala de entrenamiento, de uso exclusivo para el reo, se cuentan una máquina de remo, una cinta de correr y varios aparatos de pesas. En la sala de televisión tiene una Playstation 2 con varios juegos.

Pese a estas comodidades, Breivik, que aun entre rejas ha seguido abonado a la apología de su ideario supremacista, ha demandado al Estado noruego al aducir que su extrema soledad (solo tiene contacto con el personal médico y los guardias de seguridad de la prisión) le ha generado depresión.

No es la primera vez que formula este tipo de denuncias: el mismo juez que ha abierto el juicio que ha arrancado este pasado lunes (por cierto, en el gimnasio de la propia prisión) ya admitió una denuncia anterior del reo en la misma línea. Y le dieron la razón.

1.500 euros diarios

Según el reportaje de la televisión noruega tv2, Breivik se encuentra bajo el llamado 'nivel de seguridad especialmente alto', un régimen al que solo han sido sometidos otros catorce internos en la historia penitenciaria del país (naturalmente, los más peligrosos) que requiere una enorme logística de seguridad en torno al recluso, que incluye la implementación de diversos protocolos antisuicidio.

El debate ahora en Noruega pasa por el coste de la tan regalada como solitaria vida de Breivik en prisión, quien encima se queja de su aislamiento por vía judicial.

Según los cálculos de la cadena televisiva, mantener al asesino confeso en las actuales condiciones le sale al conjunto de los noruegos por unos 1.500 euros diarios.

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