El Calibre 400 de Oris ya tiene destinatario: su diver Aquis Date

En relojería, la mejor manera de mostrar la evolución de una compañía pasa por examinar su interior, lo que da vida a una estética más o menos reconocible. Oris ha crecido como marca con calibres de nuevo cuño que no solo elevaron su nivel, sino que también sirvieron para preparar su futuro. Ahora ha llegado a escena otro movimiento que va a aumentar esa sensación. El Calibre 400, del que ya hemos hablado en esta sección, es ese nuevo estandarte de Oris y se estrena en el Aquis Date, el reloj más reconocido y reconocible de la marca. Un diver de poderosa imagen y y que cuenta entre sus virtudes con una reserva de marcha de 5 días, cualidades antimagnéticas –cuenta con más de 30 componentes amagnéticos– y una garantía de 10 años.

Algunos cambios

Elegir al Aquis como protagonista de este 'bautizo' del Calibre 400, era algo más que evidente. Robusto y al mismo tiempo elegante, era el candidato indiscutible. Pero para quienes lo conocen, hay que decir que hay una serie de cambios respecto a la versión conocida. Para empezar, en la esfera, realizada en azul degradado, están escritas las palabras "5 días". Además, la ventana de fecha también es más grande y el disco de fecha es negro, en lugar del habitual blanco. En el reverso, el fondo de cristal de zafiro es el más grande que se ha instalado hasta el momento en un Aquis Date, lo que todavía permite una mejor visión del movimiento.

Lo que continúa invariable es su hermeticidad: sigue siendo resistente hasta 300 metros de profundidad, y su bisel giratorio unidireccional con un disco de cerámica desde el que controlar las inmersiones de forma segura, así como las agujas e índices SuperLumiNova® para una buena visión bajo el agua.
 
También está equipado con el desarrollo patentado más reciente de Oris, el sistema Quick Strap Change diseñado para que una pulsera o correa se pueda soltar simplemente levantando una solapa. No se requieren herramientas. Facilidad de uso que ahora se ve aumentada con la llegada del Calibre 400, ejemplo de esa precisa sencillez que acompaña a Oris.