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Gastrópoli

Mar Mía y Thaissence: dos nuevos restaurantes de hotel imprescindibles esta primavera

Hemos comido en ellos y te contamos todas las claves de estas dos grandes novedades gastronómicas en Madrid y Marbella

Mar Mía y Thaissence: dos nuevos restaurantes de hotel imprescindibles esta primavera
Mar Mía y Thaissence: dos nuevos restaurantes de hotel imprescindibles para esta primavera.

Mar Mía es el it place en estos momentos y era la apertura más esperada en Madrid. En el moderno y también nuevo hotel Ocean Drive (OD), situado en plena Plaza de Ópera, acaban de inaugurar el restaurante más cool de la ciudad y donde rememorar esos sitios neoyorkinos que tanto envidiábamos antes.

Tres grandes personalidades de la gastronomía se han unido para poner cada uno su know how, es decir, su acervo, personalidad y experiencia. Que se sepa, el único caso conocido de joint venture gastronómica que se ha dado hasta ahora.

Una feliz idea que ha llegado con los mejores auspicios de éxito: de momento está hasta la bandera y se ha convertido en el lugar favorito de los que salen de la ópera ya que el teatro está enfrente. Una mezcla de gente muy divertida en un local extraordinariamente animado.

Un ‘tripartito’ único

Por una parte está el empresario y promotor de la idea, Carlos Bosch, propietario del alicantino El Portal y Manero (Alicante y Madrid). Su forma de elevar el concepto de ‘tapas’ en sus innovadoras y revolucionarias tabernas, le ha elevado al podio de los ganadores. Bosch pone la sabiduría levantina en la carta de Mar Mía.

De izquierda a derecha, Luis Rodríguez, Marc Rahola Matutes, Carlos Bosch y Rafa Zafra.

Junto a él, Rafa Zafra (Estimar y otros) aporta todo el caché de los conocedores del mejor pescado junto a toques bullinianos y Luis Rodríguez (Casa Elías, El Xinorlet de Alicante) impone su maestría con los arroces. Un bienaventurado ‘tripartito’ en el que tapas, pescados y arroz componen el mejor puzzle para expresar lo más granado de la cocina mediterránea.

Estilo, brasas y arroces

Mar Mía, situado en la planta baja del OD- gestionado por Marc Rahola Matutes-, tiene un comedor contemporáneo, bonito y desenfadado, con una terraza que se abrirá en breve. En uno de los espacios manda la cocina vista, con una espectacular barra de pescados y mariscos, tras la que evolucionan los cocineros. Más adelante comenzará a funcionar “La Cubierta”, una enorme azotea con piscina y vistas al entorno, como el Palacio Real, donde también habrá restaurante.

Una parte del comedor, con la cocina vista al fondo.

Abierto todo el día es un espacio versátil, ideal para tomar un buen aperitivo (estilo El Portal o Manero), comer o cenar, disfrutar de un buen cóctel e, incluso, desayunos gourmet (25 euros). La carta es todo un apetitoso despliegue. Deliciosas salazones, anchoas hechas en la casa (con piel, más sabrosas), mariscos como  la gamba roja o la cigala de playa, siempre hervidos en agua de mar de Cala Montjoi, donde estuvo nuestro añorado El Bulli.

Tabla de salazones, todo un clásico de Manero.

Un apartado de pescado frito (salmonetes, colitas de rape adobadas en gabardina…), junto a un capítulo verde (ensaladas, puerro confitado..) conforman unos apetecibles entrantes. Pescados y carnes a la brasa, una técnica protagonista en Mar Mía, abre un delicioso abanico que va desde el cangrejo real a la lubina del Atlántico, la escórpora o el rodaballo, junto a carnes como el chuletón de buey o el solomillo de vacuno.

Arroz con caracoles y conejo del restaurante Casa Elías.

Como fiesta final, los arroces de Casa Elías- se traen los refritos desde la casa madre alicantina, hechos con sarmientos- son impactantes: grano entero, nada de grasa, mínima altura… el de conejo y caracoles o el de verduras son las dos opciones de momento (se ampliarán según temporada). Un imprescindible.

Aperitivo y afterwork

A estas horas es el momento de disfrutar de una panoplia de clásicos de El Portal y Manero, desde el lobster roll de bogavante al pepito de ternera a la ensaladilla o los famosos ‘canelones de la madre de Carlos’ o unas ostras. ¿Y qué tal un poco de caviar?. Opciones foodies para todos los gustos.

Lobster roll de bogavante, especialidad de Manero.

Gran equipo con Jesús Castedo a los mandos en la cocina y Manuel Sorana como sumiller. La carta de vinos, también muchos de ellos por copas, es completa y cuidada. Cócteles clásicos y creativos, como el Bloody Mary Mar Mía o el Passion for Pisco. No falta una amplia carta de destilados, entre los que destaca la selección de tequilas. Ciertos días tienen DJ en vivo y actuaciones de jazz, flamenco o cantautores… pero siempre hay música de fondo para soñar y dejarnos mecer por la buena gastronomía.

La Ciudadela, singularidad y lujo

Cambiamos de escenario con un nuevo concepto, nunca visto en Marbella. Distintas casas situadas en el casco histórico han sido completamente rehabilitadas para instalar hoteles de lujo, pero sin perder historia ni sabor. Otra Marbella, esencia pura de sus comienzos, que en un futuro contará con cinco hoteles de estas características.

Una suite de Maison Ardois.

Una forma distinta de vivir esta ciudad, de momento materializada en Maison Ardois y Santo Cristo. Ambos, dos sofisticados hoteles- boutique del Grupo La Ciudadela  para una apuesta por el diseño y el confort máximos, con todos los detalles de un cinco estrellas. Por supuesto, una atención personalizada (bespoke) para una experiencia diseñada a medida de cada cliente, desde actividades al aire libre o salidas en velero. Y con la gastronomía como eje central.

Thaissence, un delicioso viaje gastronómico

Una propuesta innovadora que rompe con todo lo que existe hasta ahora, convertido en un imprescindible de esta ciudad. Thaissence es el restaurante del hotel Maison Ardois y ese descubrimiento del que todo buen gastrónomo se sentiría orgulloso. Con una filosofía del mejor producto y de sostenibilidad, en Thaissence disfrutarás de la mejor mezcla de cocina malagueña, tailandesa y peruana.

Changurro con bechamel de coco y cardamomo del restaurante Thaissence.

A priori, una insólita cocina fusión que sin embargo el cocinero Pablo Rebollo- con gran bagaje anterior en Mugaritz entre otros-, realmente borda. Un viaje gastronómico pleno de sabiduría y delicadeza que ahonda en las raíces de cada lugar para presentar una carta ecléctica de grandes dosis creativas. Desde el salmorejo, una sutil combinación de mango y tomate con helado artesano de leche fresca al changurro con bechamel de coco y cardamomo.

La magia de la creatividad

No hay falsos alardes: todo está en su punto y los contrastes y afinidades resultan mágicos. Como en el Guiso de vieira, puré de moluscos fermentados e ito togarashi (guindilla roja desecada en hebras) o las Texturas de coliflor: en pil pil, cus cus y con una reducción de vino de Burdeos.

Un delicioso postre de chocolate de Thaissence.

Su ramen va más allá de cualquier otro e incluye “huevo de codorniz milenario” ( cocido en cal según una antigua técnica china). El rape negro, se acompaña de kombucha y un milhojas de foie de rape. El punto final puede ponerlo un curioso postre a base de especias que reúne los ‘cinco’ sabores y son cinco porque también incluye el ‘umami’ en una gelatina de pimienta de Sichuan. Hechuras, modos y maneras de alta cocina.

Bodega y espacio

Un recoleto e intimista comedor es el escenario de un festín que se completa con un servicio de cinco tenedores, preciosas vajillas artesanales o delicada cristalería. La carta de vinos, con numerosas referencias internacionales, es selecta y completísima. En lo alto, una bonita azotea para disfrutar de las mejores vistas de la ciudad mientras se toma una copa o un cóctel. El Menú Degustación tiene un precio de 85 euros (maridaje aparte).

Hotel Santo Cristo, tapeo andaluz

Un edificio del siglo XIX perfectamente rehabilitado convertido en hotel, al estilo cinco estrellas de Maison Ardois, donde disfrutar de La Bouganvilla, con una carta basada en la cocina andaluza y sus productos más típicos. Su carta de vinos es una de las más exclusivas de la ciudad. Desde su azotea, ideal para tomar una copa, se divisa el mar y la Sierra Blanca. ¿Qué más se puede pedir?.

Restaurante La Bouganvilla, en el Hotel Santo Cristo.

El Grupo La Ciudadela ha redescubierto esa Marbella genuina para adaptarla a los nuevos tiempos, sin dejar atrás el lujo y esa comodidad que supone estar en pleno centro (y a 5 minutos de la playa).

Maison Ardois y Santo Cristo son dos hoteles destino, con el gran valor añadido de la mejor gastronomía.

Mar Mía y Thaissence, de Madrid a Marbella en dos exquisitos bocados.

Nota: Ninguno de los hoteles y restaurantes mencionados se han seleccionado por algún motivo comercial, su elección es una decisión únicamente de calidad y periodística. Los precios son meramente orientativos.

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