España

Un millón de personas claman contra Sánchez en Cibeles: "Quiere que perdamos el juicio como Don Quijote"

El 'no en mi nombre' contra Sánchez congrega a un millón de españoles en la capital. Un manto de banderas de la Unión Europea cubre una movilización donde se ha puesto de manifiesto el nuevo grito de guerra contra el presidente: "¡Me gusta la fruta!

De Colón a Cibeles, y de ahí hasta llenar la Gran Vía y la Puerta de Alcalá. Este sábado, la capital de España se ha convertido en un clamor contra el ya electo presidente, Pedro Sánchez, y su ley de amnistía. Más de un centenar de asociaciones civiles llamaron a los ciudadanos para gritar 'no en mi nombre' contra los pactos socialistas. Según los organizadores, cerca de un millón de personas acudieron a una movilización donde estuvieron presentes todas las formaciones políticas de la oposición: PP, Vox y Ciudadanos -la delegación del Gobierno cifra la asistencia en 170.000-.

En esta ocasión, estaban llamadas todas las personas que creen en el Estado de Derecho y la separación de poderes, con independencia de su ideología. La manifestación ha estado cubierta de un manto de banderas de la Unión Europea, facilitadas por el Partido Popular, como ha podido averiguar Vozpópuli. Parte de la ciudadanía sigue teniendo sus esperanzas puestas en Europa, y el eurodiputado portugués Paulo Rangel, del grupo popular, ha transmitido a los asistentes que Bruselas va a apoyar a la "calle". "Esta ley de amnistía es peligrosa para la democracia liberal, para el Estado de Derecho, y es peligrosa también para la unidad de España". Citando al Nobel español Camilo José Cela, "hoy y todos los días el que resiste, gana". Tras su intervención ha sido felicitado por Rosa Díez, una de las organizadoras con Unión 78, y por el secretario general de CS, Adrián Vázquez.

La heterogeneidad de las consignas demuestra la presencia de ciudadanos de distinta sensibilidad política pero un mismo propósito, frenar las concesiones de Sánchez a los independentistas. El nuevo lema de la presidenta de la Comunidad de Madrid, "me gusta la fruta", se pudo ver en diversas pancartas. También se pudieron ver banderas en memoria de la víctima del terrorismo Miguel Ángel Blanco, así como multitud de mensajes contra Pedro Sánchez.

Los "¡viva España!", los "¡Puigdemont a prisión!" y los "Pedro Sánchez nos gusta la fruta" se corearon tras cada discurso. Esta vez sí hubo drones para grabar a las multitudes y cuantificar el número de asistentes, algo de lo que se congratuló la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.

El inicio del acto corrió a cargo de la joven Jùlia Calvet, presidenta de S'ha acabat, una persona curtida en el apartheid separatista catalán. "Sánchez ha vendido el país por 7 míseros votos", exclamó entre vítores. "Ha trasladado el golpe y la división a todo nuestro país. La mayoría de nosotros hemos vivido en las costumbres catalanas, ¡quiénes se creen los separatistas para hablar en nombre de los catalanes. ¡Quiénes se creen los socialistas para hablar en nombre de todos los españoles!", continuó.

Sánchez ha vendido el país por 7 míseros votos Jùlia Calvet, presidenta de S'ha acabat

Henrique Otero, presidente El Nacional de Venezuela, ha recordado lo que es vivir en un régimen como el venezolano, del que escapó hace años; mientras que el escritor Félix Ovejero ha insistido en que muchos socialistas estaban también presentes en Cibeles. "Hay socialistas que se rebelan ante esta indignidad. Yo mismo me reconozco en esa tradición, y sé que ahora mismo hay muchos socialistas que se avergüenzan del partido que una vez fue suyo", ha subrayado Ovejero.

Hay muchos socialistas que se avergüenzan del partido que una vez fue suyo Félix Ovejero, escritor

Conchita Martín, cuyo marido, teniente coronel del Ejército de Tierra, fue asesinado por la banda terrorista ha acusado al Gobierno de ser "fashionistas del poder". "No son progresistas son progres, son fashionistas del poder... En aras de la libertad pretenden arrancarnos a Dios, marcar los nuevos géneros, eliminar la monarquía, convertirnos en víctimas de nuestra libertad, en replicantes, en androides homogéneos".

No son progresistas, son progres, son fashionistas del poder Conchita Martín, víctima de ETA

Todos somos Don Quijote

Entre las intervenciones más aplaudidas se encuentra la del escritor Andrés Trapiello, que ha reivindicado el quijotismo de cuantos se rebelan ante las cesiones de Sánchez. "Decía uno entonces que resultaba difícil hablar levantando la voz porque a veces parece que uno pierde la razón, pero peor que perder la razón es perder el juicio. Vamos a perder el juicio pero como Alonso Quijano", ha aseverado.

A Sánchez le espera un imposible: convencer a los españoles que lo blanco es negro y que ahora es de noche Andrés Trapiello, escritor

Trapiello ha advertido que a "Sánchez le espera un imposible, convencer a los españoles que lo blanco es negro y que ahora es de noche. El proyecto de Sánchez es la mentira, mentira una y cuantas veces lo necesite. Acaba de hacerlo en su investidura. Quiere volvernos locos, que perdamos el juicio, pero hemos de confiar más que nunca en la ciudadanía española, tan quijotesca. Esa comunidad que defenderá contra viento y marea el principio cervantino de que un hombre no es más que otro si no hace más que otro".

El ilustrísimo presidente de la República de Tabarnia, Albert Boadella, ha trasladado un lamento audiovisual: "Mi vida empezó en una dictadura militar y va a terminar en una dictadura progre". Y para el broche final del acto, el filósofo Fernando Savater ha defendido en su discurso que España es un país diverso y que nadie nos lo puede robar porque pertenece a todos los españoles.

"No hay que tolerar que nos quiten España porque es una riqueza para todos. Si a alguien no les gusta España y quiere irse, es muy libre de irse, pero que no se lleve nada. Nadie se puede ir de España llevándose nuestras posesiones cívicas".

Si a alguien no les gusta España y quiere irse, es muy libre de irse, pero que no se lleve nada Fernando Savater, filósofo

Savater reconoce estar de acuerdo en una cosa con el Gobierno de España, "que se le ponga escolta a Puigdemont". "Me parece bien, hay que llevarlo escoltado a Alcalá Meco y que esté allí escoltado unos cuantos años". Savater ha cerrado su intervención animando a los asistentes a no rendirse, a seguir saliendo a las calles, a seguir protestando. "Esto es solo el principio", ha zanjado el filósofo.